domingo, abril 27, 2014

Nuestra Señora de la Cabeza, Andújar (Jaén)

Nuestra Señora de la Cabeza, Andújar (Jaén)
Ultimo Domingo de Abril

Historia:El 12 de agosto de 1227
¡Noche feliz para los Iliturgitanos la del 11 al 12 de agosto de 1227! Un humilde pastor, Juan Alonso de Rivas, guarecido, resguardado de la noche implacable y pluvial en uno de los socavones de la solana de la Virgen, escucha embelesado, como otras noches, las vibrantes, ledas notas de una rítmica campana, notas soberanas, voceo melódico y extraño en aquellos lugares agrestes y montuosos. Sale del socavón y contempla una vez más, el prodigioso espectáculo que ofrece la cima del cerro de la Cabeza, circundado de extraordinarios resplandores. El nimbo de mágica luz no amilana al sencillo pastor. Un sentimiento indefinible lo impulsa energéticamente hacia la cima. Juan Alonso marcha, anhelante por el estrecho sendero, por la difícil vereda.

La tormenta, con su bronca voz, no conturba el ánimo esforzado de Rivas. Los torrentes de agua no detienen su marcha decidida, y cuando tras penosos esfuerzos, llega a la cumbre, una aparición célica lo hace caer de rodillas en éxtasis arrobador. En la concavidad de dos peñas, en un pétreo camarín, ve aureolada de luz maravillosa, una imagen de la Madre de Dios.

¿Habla el venturoso pastor?: si, sus labios modulan plegarias y su corazón ofrenda amores a la Inmaculada María, a la Virgen, todo amor para los hombres, a quien, en los tristes días del cautiverio en Arjona y Colomera pidiera lloroso la libertad de sus padres. Las negras nubes, los densos escuadrones de sobras, han huido veloces hacia el poniente. En el cielo titilan los luceros tembladores, parpadean las estrellas.

La milagrosa imagen mira a Juan dulcemente, con dulzura infinita, y en ese mismo instante cuando los dos mantienen el siguiente dialogo:

Pastor: Soberana reina de los Ángeles, como has de tener atrevimiento, a un pobre pastorcillo para presumir que vos queréis comunicarle un tan alto, y escondido secreto como encierra esta celestial visión, que tengo a la vista, cuando hay tantos hombres sabios, y prudentes a quien podáis revelarlo. Vos sois la que manifestáis las luces que me han traído a vuestra amable presencia y a la que habéis de aclarar el entendimiento, para que contendido corazón y fe sencilla acierte a seduciros.

Stma Virgen: No temas siervo de Dios, si no llégate a Andujar y dirás como ha venido el tiempo en que la divina voluntad se ejecute, haciéndome en este sitio donde estoy un templo, en que se han de obrar portentos y maravillas en beneficio de la gente.

Pastor: De mi parte no tengo que ofrecerte, Señora de los cielos y de la tierra, si no la rendida obediencia de mi corazón, estoy conociendo que mi crédito ha de peligrar en gran manera, cuando diga una cosa tan nueva rara y nunca vista: más pues vos lo mandáis habré de obedecer, aun que me tengan por loco. Mi pobre ganado lo ha de serlo primero que se gaste en la fabrica de vuestra santa casa y ha de ser yo tan dichoso, que mi corto caudal fuera bastante para hacer toda la obra, con mucho gusto lo emplearé en ella sin reserva, cosa alguna: pero piedad hay en los cristianos que habitan en esta recién conquistada república, para acudir con generosas limosnas, y pues estéis a vista suya, por protectora de esta tierra, no tendrán dificultad en edificarse el templo con su ayuda, si vos lo disponéis en los corazones.

Stma Virgen: Seguro puedes ir, que como Dios te ha dado sanidad, hará que den crédito a tus palabras, por que su voluntad es que tu a sido testigo de estas maravillas, estando manco, las publiques a todos.

Pastor: Bendito sea el Señor, y su infinita misericordia, que me veo dueño de mis manos y brazos, venturosa ha de ser desde hoy Andujar, pues he merecido que la Soberana Reina de los ángeles tenga por bien de estar tan de espacio y tan asiento en su termino, que quiere que le hagan una casa propia a su Stma Imagen dentro de su jurisdicción. Y vos poderosa Señora, desde hoy habéis de ser gobernadora de las acciones de los ciudadanos de Andujar y de su cristiano ejercito, para que los moros se acobarden y nunca más pongan en ella los pies sino cautivos y aprisionados.

Obedece prontamente Juan Alonso la orden de María y se dirige a los altos de San Ginés. El alba pintaba sus bellos colores en el cielo refulgente y las canoras aves entonaban la canción de la esperanza, el himno del amor, la oración de la mañana.

Las flores con sus perfumes, las aves con sus trinos, los arroyos con su melancólicos murmurios, el céfiro moviendo apaciblemente las cimas galanas de los árboles, los dulces latidos del corazón emocionado y gozoso de Juan Alonso de Rivas, forman un himno de jubileo, un canto armonioso, un hosanna que se eleva, que vuela al ras hasta ponerse en las plantas de la Morenita.

La entrada de Juan Alonso en la plaza de armas de Andujar adquiere todos los caracteres de un suceso extraordinario. Sacerdotes, caballeros, escuderos, regidores, hombres del estado llano, moros y judíos, lo escuchaban con admiración y asombro.

¡Milagro! ¡Milagro! esta es la palabra que se repite millares de veces por los cristianos, que se reúnen, comentan y vocean delante del castillo, esperando impacientes la decisión del consejo.

Todos quieren marchar al lugar donde se encuentra la preciosa Virgen, pero el alcaide de la fortaleza Iliturgitana los detiene y les dice: << El consejo ha acordado que un prioste, dos alcaldes y doce diputados, organicen esta romería. Espero y mando que obedezcáis sus órdenes. >> Si nos fijamos bien en esa comisión, base y fundamento de la organización que posterior mente tuvo la cofradía de Ntra. Sra. de la Cabeza.

Trasladada la milagrosa imagen a la iglesia de Santa María; aclamada y venerada con el nombre de Ntra. Sra. de la Cabeza, en ella recibió culto durante muchos años, pues la construcción del Santuario era obra lenta, no solo por las dificultades que ofrecía la conducción de materiales y por lo peñascoso del cerro, sino por la constante y sangrienta lucha con los moros fronterizos.

El felicísimo hallazgo de la bendita imagen, la curación milagrosa del pastor Juan de Rivas, la decisión del consejo y la clerecía y los intereses detalles de la solemne trasladación se escribieron, por mandato del santo Rey Fernando, en el libro de los fueros de Andujar.
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La Romería y las Cofradías de Ntra. Sra. de la Cabeza.
la parte principal del Santuario se termino en el año 1304. Al siguiente año se trasladó con gran magnificencia la milagrosa imagen de la Santísima Virgen de la Cabeza.

Desde esta trasladación solemnísima comienza las peregrinaciones devotas, las romerías pintorescas, asombro y admiración para todos los cristianos, descrita y loadas por cultos prosistas e inspirados poetas.

“El lugar, dice Cervantes, la peña, la imagen, los milagros, la infinita gente que acude de cerca y lejos, el solemne día que ha dicho, la hacen famosa en el mundo, y célebre en España sobre cuantos lugares las más extendidas memorias se acuerdan.”

“A pocos días de cómo la Santa Imagen se apareció, dice Terrones, que fue en el año 1227, y el mismo en que Baeza se gano de los moros, se erigió y fundó una cofradía en su nombre y advocación, para que los cofrades de ella tuviesen mejor y más particular cuidado del servicio de la virgen, y de la fiesta que le habían de hacer, en la cual encontraron por cofrades casi todos los vecinos de la ciudad, preciándose de esclavos de la virgen, y con razón, porque eran tantos los milagros que Nuestro Señor obraba por su intercesión con sus devotos que obligaba a que cada día se aumentase, y creciese la devoción a la fama de los cuales las ciudades y villas del contorno hicieron sus cofradías.”

No pudo fundarse el doctor Terrones, para corroborar lo trascrito, en ningún documento del siglo XIII. Salcedo Olid, primer historiador de Ntra. Sra. de la Cabeza y coetáneo de Terrones afirma que se había perdido los documentos y antecedentes que podían probar la creación de la hermandad en época determinada. Estudiando los estatutos de la cofradía de Arjona y conociendo exactamente que la Sagrada Imagen recibió culto en la iglesia de Santa María hasta el año 1305, a excepción de los años, según la tradición, que estuvo en San Ginés, podemos asegurar que la cofradía Iliturgitana tuvo su origen en la comisión de vecinos que nombró el consejo para subir al cerro, y que trasladad a su Santuario la Morenita, es cuando los devotos Iliturgitanos forman hermandad, pero una hermandad sin organización formal, sin insignias y banderas y sin estatutos legales que la rigieran.

El pueblo de Andujar elegía anualmente el prioste, los alcaldes y diputados que habían de organizar y dirigir la romería, así como nombraba el rector y capellanes del Santuario, sin que estos nombramientos y elecciones pudiera intervenir ninguna autoridad, pues como decía el Cardenal Ranuncio en 1552, “la cofradía y el santuario eran una misma cosa desde su fundación.”

Estos privilegios necesitaban una sensación episcopal. La cofradía de Andujar había ofrecido a la Virgen de la Cabeza un hermoso Santuario, edificado con el valioso esfuerzo de los bravos paladines de la cruz; había propagado por Castilla, Extremadura, Andalucía, Navarra y Aragón el culto a la Morenita; había mostrado amor mariano en momentos solemnes, pero no tenían ordenanzas, estatutos, que encausaran provechosamente los sentimientos nobilísimos y sinceramente piadosos de los cofrades Iliturgitanos. El ilustre Obispo de Jaén, D. Alonso Suárez de la Fuente del 13 de II de 1505.

D. Diego de Talavera, en 1557, y D. Diego de los Cobos, en 1565, confirmaron solemnemente la aprobación de su prelado antecesor.

La famosa concordia del año 1555 señala a las cofradías el puesto que por antigüedad, o por privilegio especial, como Colomera, les correspondía. Andújar, Arjona, Colomera, Lucena, Córdoba, La Rambla, Osuna y Úbeda, firman y aceptan entusiasmadas la concordia.

La conversión del Príncipe Muley Xeque extiende la devoción de Nuestra Patrona. Reyes, Príncipes, Nobles, Prelados y alta personalidades visitan el Santuario. El beato Juan de Rivas, enamorado de las fiestas de Abril, se lleva una imagen a Burjasot.

Los portentosos milagros que continuamente realizaba la Virgen María, hace que los siglos XVII y XVIII las cofradías pasen de 70, y que Méjico y en Perú se levanten en su honor magníficos Santuarios.

La tendencia regalista, el volterianismo de los ministros de Carlos III, apagó todos estos fervores Marianos. Un malhadado decreto, fechado el 16 de III de 1773 y firmado por el Presidente del Consejo de Castilla, disolvió arbitrariamente todas las cofradías y prohibió las romerías al cerro.

En manos del corregidor de Andújar, D. Juan Antonio Santamaría, fueron entregadas las cofradías sus estatutos, sus bulas y sus libros de actas.

Contra el decreto se entablaron los recursos legales. Las cofradías de santa fe obtuvo el primer triunfo. La de Andújar no lo consiguió hasta el año 1782.

A los pocos años lo obtuvieron otras, pero el año se había hecho, porque, desde 1772, ya no se han visto en el Santuario más de treinta cofradías. Muchas se extinguieron definitivamente, y otras celebran las fiestas en la ermita de su pueblo.

Y hoy en día se están volviendo a reanudar todas las cofradías ya perdidas en tiempos atrás y están volviendo a celebrar la romería como antaño, subiendo al santuario de Ntra. Sra. de la Cabeza en nuestra querida y leal ciudad de Andújar.
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La Romería se celebra a ultimo Domingo de Abril pero este año por caer en Semana Santa se ha trasladado desde el lunes de resurreccion al primer domingo de mayo
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Historia de Nuestra Señora de la Cabeza, Cortesía de Paco García Valverde

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