sábado, mayo 31, 2014

Evangelio Mayo 31, 2014

La Visita de María a su prima Isabel
Lucas 1, 39-56.
Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre.

Del santo Evangelio según san Lucas 1, 39-56
En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor! Y dijo María: Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada, porque ha hecho en mi favor maravillas el Poderoso, Santo es su nombre y su misericordia alcanza de generación en generación a los que le temen. Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los que son soberbios en su propio corazón. Derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes. A los hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos sin nada. Acogió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia - como había anunciado a nuestros padres - en favor de Abraham y de su linaje por los siglos. María permaneció con ella unos tres meses, y se volvió a su casa.

Oración introductoria
María, hoy concluye el mes dedicado a honrarte. Gracias por tu compañía. Gracias por tu amor, tu calor y tu cercanía de Madre. Pongo en tus manos este momento de oración, ayúdame a hablar con tu Hijo, a alabarlo y glorificarlo, como lo hacías Tú.

Petición
María, condúceme hacia la transformación completa en Jesucristo.

Meditación del Papa Benedicto XVI
El relato evangélico de la Visitación nos muestra cómo la Virgen, después de la anunciación del Ángel, no retuvo el don recibido, sino que partió inmediatamente para ayudar a su anciana prima Isabel (...) El Magníficat no es el cántico de aquellos a quienes les sonríe la suerte, de los que siempre van "viento en popa"; es más bien la gratitud de quien conoce los dramas de la vida, pero confía en la obra redentora de Dios. Es un canto que expresa la fe probada de generaciones de hombres y mujeres que han puesto en Dios su esperanza y se han comprometido en primera persona, como María, para ayudar a los hermanos necesitados. En el Magníficat escuchamos la voz de tantos santos y santas de la caridad (...) Quien permanece por largo tiempo cerca de las personas que sufren, conoce la angustia y las lágrimas, pero también el milagro del gozo, fruto del amor. Benedicto XVI, 11 de febrero de 2010.

Reflexión
Cuando era niño escuché esta frase dedicada a María: Mujer, eres tan grande y tanto vales que quien quiere una gracia y no recurre a ti, pretende volar sin alas. Desde ese día, grabé la frase en mi corazón pues vi en ella todo el cariño que puede tener una madre por sus hijos.

La escena de este evangelio está llena de sencillez, y al mismo tiempo, de un significado muy profundo. Es el encuentro de dos mujeres, una anciana y otra joven; una a punto de tener un hijo, y otra llevando al mismo Dios en su seno. Y de ese abrazo surgió una frase que repetimos diariamente en el rezo del Avemaría (“bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre”), y un hermoso canto llamado el “Magníficat”, porque en latín empieza con esta palabra.

¿Y qué nos dice María en su canción?
Primero habla de Dios, porque para ella es lo más importante en su vida. Le llama Señor, Santo y Salvador. Luego cuenta su experiencia; de humilde jovencita de Nazaret a la más grande de todas las mujeres porque ha permitido que Dios haga con ella su obra. La tercera mirada de María es hacia los hombres, sobre todo a los pobres por quienes muestra una dedicación especial. A continuación nos dice que la promesa que hizo el Señor con Abrahán, va a cumplirse con el nacimiento del Mesías, es decir, de su Hijo Jesús.

Propósito
Llevar la Buena Nueva del Evangelio a un enfermo o a un necesitado.

Diálogo con Cristo
Jesús, quiero terminar esta oración consagrándome a María. Quiero imitarla en ese abandono total a la voluntad santísima de Dios, en su fe fuerte, en su esperanza inquebrantable y en su caridad ardiente. No permitas nunca que me separe de mi madre María, porque ella es quien educa mi corazón en la escucha y en la generosidad, para saber ser humilde y dócil a las luces del Espíritu Santo.
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Autor: P Juan Pablo Menéndez | Fuente: Catholic.net

viernes, mayo 30, 2014

Evangelio Mayo 30, 2014

De la tristeza a la alegría
Juan 16, 20-23.
Pascua.
Si estoy convencido de que Dios está cerca de mí, en lo hondo del corazón reina una alegría que es mayor que todos los sufrimientos.


Del santo evangelio según San Juan 16, 20-23
Les aseguro que ustedes van a llorar y se van a lamentar; el mundo, en cambio, se alegrará. Ustedes estarán tristes, pero esa tristeza se convertirá en gozo. La mujer, cuando va a dar a luz, siente angustia porque le llegó la hora; pero cuando nace el niño, se olvida de su dolor, por la alegría que siente al ver que ha venido un hombre al mundo. También ustedes ahora están tristes, pero yo los volveré a ver, y tendrán una alegría que nadie les podrá quitar. Aquél día no me harán más preguntas. Les aseguro que todo lo que pidan al Padre, él se lo concederá en mi Nombre.

Oración introductoria
Señor Jesús, con razón me dijiste que habría de llorar y lamentarme en esta tierra. ¿Sabes? Cuando he intentado serte fiel, he sufrido muchas veces a manos de mi egoísmo y mi sensualidad, o a manos de los hombres que no creen en ti. Sin embargo, Señor, tu palabra me sostiene. Sé que ves mi esfuerzo. Sé que estás a mi lado. Gracias, Señor.

Petición
Señor Jesús, ayúdame a reconocer detrás de todo lo que me pasa, bueno o malo, tu mano amorosa que me quiere llevar a la eternidad. Dame fuerza para llevar la cruz que me has dado con una sonrisa en los labios, sabiendo que tú marchas delante de mí con tu cruz.

Meditación del Papa Francisco
Jesús mismo "se llenó de alegría en el Espíritu Santo". Su mensaje es fuente de gozo: "Os he dicho estas cosas para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría sea plena". Nuestra alegría cristiana bebe de la fuente de su corazón rebosante. Él promete a los discípulos: "Estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría". E insiste: "Volveré a veros y se alegrará vuestro corazón, y nadie os podrá quitar vuestra alegría". Después ellos, al verlo resucitado, "se alegraron". El libro de los Hechos de los Apóstoles cuenta que en la primera comunidad "tomaban el alimento con alegría". Por donde los discípulos pasaban, había "una gran alegría", y ellos, en medio de la persecución, "se llenaban de gozo". Un eunuco, apenas bautizado, "siguió gozoso su camino", y el carcelero "se alegró con toda su familia por haber creído en Dios". ¿Por qué no entrar también nosotros en ese río de alegría? (S.S. Francisco, exhortación apostólica Evangelii gaudium, n. 5).

Reflexión
Por la gracia de Dios, nosotros hemos tenido la suerte de conocer a Cristo. Caminamos a su lado, caminamos de su mano. Sin embargo, hay muchas personas a nuestro derredor que no lo conocen o lo han dejado de tener presente en sus vidas. No tenemos que ir muy lejos. Posiblemente nuestros propios padres, hermanos o amigos caminan tristes por no ver al Señor que los guía, que los carga en brazos cuando ya no pueden más.

Nosotros lo vemos y ello nos da la felicidad. Sus pies nos enseñan por dónde caminar, sus manos nos ayudan a cargar con nuestros dolores, su aliento nos da fuerza para seguir adelante, sus heridas gloriosas nos dan salvación.

Propósito
Hoy hablaré con una persona sobre el amor que Dios nos ha tenido y cómo las contrariedades de nuestra vida se vuelven más llevaderas si lo vemos siempre a nuestro lado.

Diálogo con Cristo
Señor, gracias porque no me has abandonado en este valle de lágrimas a merced del diablo. Tú has bajado del cielo para enseñarme el camino que lleva al cielo, has muerto para mostrarme que no es esta vida lo importante sino alcanzar con ella el paraíso, y te has quedado en la Eucaristía para ser mi alimento y mi sostén.

Perdóname, Señor, perdón por mi ceguera; pues muchas veces me desanimo, me canso bajo el peso de la cruz. ¡Oh, qué sería de mí si tu no estuvieras a mi lado!

Dame valor para dar testimonio de ti ante los hombres que me encuentre, y ayúdame a mostrarles la alegría de vivir de cara a ti.
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Autor: H. Esteban M. Castro | Fuente: Catholic.net

jueves, mayo 29, 2014

Evangelio Mayo 29, 2014

Se transformará en alegría
Juan 16, 16-20.
Pascua.
Cuando la belleza y la verdad de Cristo conquistan nuestros corazones, experimentamos la alegría de ser sus discípulos.


Del santo Evangelio según San Juan 16, 16-20
Dentro de poco, ya no me verán, y poco después, me volverán a ver». Entonces algunos de sus discípulos comentaban entre sí: «¿Qué significa esto que nos dice: «Dentro de poco ya no me verán, y poco después, me volverán a ver?». Decían: «¿Qué es este poco de tiempo? No entendemos lo que quiere decir». Jesús se dio cuenta de que deseaban interrogarlo y les dijo: «Ustedes se preguntan entre sí qué significan mis palabras: «Dentro de poco, ya no me verán, y poco después, me volverán a ver». Les aseguro que ustedes van a llorar y se van a lamentar; el mundo, en cambio, se alegrará. Ustedes estarán tristes, pero esa tristeza se convertirá en gozo.

Oración introductoria
Jesús mío, Tú, que eres tan grande, me conoces, conoces mi corazón, mis virtudes y mis debilidades. Tú sabes que hay muchas cosas en mi corazón que me inquietan y me acongojan. Todo ello te lo ofrezco para encontrar en ti mi alegría.

Petición
Padre bueno, te pido me des fuerza para enfrentar todas las dificultades que encuentro en mi vida; aumentes mi fe, para que crea en tu palabra; aumentes mi esperanza para que me abandone en ti y confíe plenamente que nada me separará de tu amor

Meditación del Papa Francisco
El Espíritu Santo que guía a la Iglesia, y a cada uno de nosotros, a la Verdad plena. En nuestros días, marcados por el relativismo, es necesario preguntarnos como Pilato: ¿Qué es la Verdad?. La Verdad con mayúsculas no es una idea que nosotros nos hacemos o consensuamos, sino una persona con la que nos encontramos. Cristo es la Verdad, que se ha hecho carne. Y el Espíritu Santo hace posible que lo reconozcamos y lo confesemos como Señor.
El Espíritu Santo nos recuerda las palabras de Jesús y las imprime en nuestros corazones. Él es la ley inscrita en nuestro interior, donde tomamos las decisiones. El Espíritu Santo, además, nos lleva a la inteligencia de la Verdad completa. Él es quien suscita el sentido de la fe en los creyentes creando una comunión, cada vez más profunda, con Cristo. Mediante el Espíritu Santo, el Padre y el Hijo hacen morada en nosotros. (S.S. Francisco, 15 de mayo de 2013).

Reflexión
El cristianismo es el camino de la alegría. Al igual que en la vida de Jesús, los cristianos encontramos muchas cruces en nuestro camino, por que es estrecha la puerta y angosto el camino que lleva a la Vida. Un camino arduo; pero, sobretodo, lleno de alegría, de la alegría profunda de poseer a Dios, de tener el triunfo y la bienaventuranza final asegurada.

Propósito
Me esforzaré por dejar de lado toda crítica y queja sobre las dificultades de mi día y le daré gracias a Dios por acompañarme este día.

Diálogo con Cristo
Jesús, hoy no te quiero pedir me quites mis cruces, es más te las quiero agradecer. Te las agradezco por que sé que Tú me las has dado por que sabes que yo puedo con ellas, por que sabes que con ellas me puedo unir a ti, y ahí es donde me doy cuenta de que no pesan las cruces y sólo queda la alegría de saberme tu amado.
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Autor: Alejandro Carrión | Fuente: Catholic.net

miércoles, mayo 28, 2014

Evangelio Mayo 28, 2014

Cuando venga el Espíritu Santo
Juan 16, 12-15.
Pascua.
Cristo tiene todavía muchas cosas por decirte. Él quiere hablarte al corazón.

De santo Evangelio según san Juan 16, 12-15
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: Mucho tengo todavía que deciros, pero ahora no podéis con ello. Cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad completa; pues no hablará por su cuenta, sino que hablará lo que oiga, y os anunciará lo que ha de venir. Él me dará gloria, porque recibirá de lo mío y os lo anunciará a vosotros. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso he dicho: Recibirá de lo mío y os lo anunciará a vosotros.

Oración introductoria
Señor, creo que estás presente aquí y ahora, dispuesto a derramar tu luz en mi oración. Tengo la confianza en que me darás la gracia que necesito para crecer en el amor y poder así dar el testimonio que puede acercar a otros a querer experimentar también tu presencia. Gracias por tu amor, por tu inmensa generosidad, te ofrezco mi vida y todo mi esfuerzo.

Petición
Espíritu Santo, aumenta mi fe para que ninguna distracción me aparte del gozo de poder experimentar tu cercanía y tu amor.

Meditación del Papa Francisco
Preocupación por generar procesos que construyan la plenitud humana en vez de obtener resultados inmediatos que producen un rédito político fácil, rápido y efímero].Este criterio también es muy propio de la evangelización, que requiere tener presente el horizonte, asumir los procesos posibles y el camino largo. El Señor mismo en su vida mortal dio a entender muchas veces a sus discípulos que había cosas que no podían comprender todavía y que era necesario esperar al Espíritu Santo.
La parábola del trigo y la cizaña grafica un aspecto importante de la evangelización que consiste en mostrar cómo el enemigo puede ocupar el espacio del Reino y causar daño con la cizaña, pero es vencido por la bondad del trigo que se manifiesta con el tiempo. (S.S. Francisco, exhortación apostólica Evangelii gaudium, n. 225). .

Reflexión
Mucho tengo todavía que deciros...

Cristo tiene todavía muchas cosas por decirte. Él quiere hablarte al oído, al corazón. Quiere verte a los ojos y, con sólo su mirada, decirte que te ama. Él es el Maestro, el Señor. Y sus palabras son palabras de vida eterna, alimento para nuestras almas.

Pero quizá tampoco ahora estemos preparados para digerir lo que Cristo nos quiere decir. Quizá aún vemos demasiado con los ojos de la carne y pensamos demasiado como los hombres y no como Dios. Quizá todavía vivimos apegados a las cosas de la tierra y no hemos aprendido aún a poner nuestros ojos y nuestro corazón en los bienes del cielo. Debemos por tanto aprender a abrir nuestras almas a la luz nueva de Cristo. Una luz que ilumina nuestras vidas y la historia del mundo haciéndonos descubrir la mano amorosa y providente de Dios. Aprenderemos a ver todo desde Dios, con los ojos de Dios. Entonces seremos los golosos de Dios. Llegaremos así a saborear, degustar, paladear el plan magistral y la maravillosa acción de Dios en la historia de la salvación.

Es cuestión de ser dóciles al Espíritu Santo, al Espíritu de la verdad. Él nos llevará hasta la verdad plena. Nos anunciará lo que ha de venir. Nos enseñará a leer los signos de los tiempos, a ver la mano de Dios en todos los acontecimientos de nuestra vida ordinaria, a amar los caminos misteriosos y fascinantes por los cuales conduce al hombre y a la creación entera a la instauración total en Cristo.

Propósito
Hacer una oración de agradecimiento a Dios por el don de mi fe, preferentemente ante el Santísimo.

Diálogo con Cristo
Jesús, no dejes que la pereza o el desaliento dominen mi determinación de vivir siempre en tu presencia. Dame tu gracia y el amor que me mueva a hacer rendir todos los dones con los que has colmado mi vida.
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Autor: Juan Guillermo Delgado | Fuente: Catholic.net

martes, mayo 27, 2014

Evangelio Mayo 27, 2014

La promesa del Espíritu Santo
Juan 16, 5-11.
Pascua.
Dios nos manda a Espíritu Santo para acompañarnos siempre.

Del santo Evangelio según san Juan 16, 5-11
Pero ahora me voy a Aquel que me ha enviado, y ninguno de vosotros me pregunta: "¿Dónde vas?" Sino que por haberos dicho esto vuestros corazones se han llenado de tristeza. Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito; pero si me voy, os lo enviaré: y cuando él venga, convencerá al mundo en lo referente al pecado, en lo referente a la justicia y en lo referente al juicio; en lo referente al pecado, porque no creen en mí; en lo referente a la justicia porque me voy al Padre, y ya no me veréis; en lo referente al juicio, porque el Príncipe de este mundo está juzgado.

Oración introductoria
¡Ven, Espíritu Santo! Ayúdame a estar abierto a tus inspiraciones, a conservar en mi corazón la alegría de saberme amado por Ti para que, con gran confianza, siga con prontitud y docilidad lo que hoy quieras pedirme.

Petición
¡Ven Espíritu creador, visita las almas de tus fieles y enciende en ellas el fuego de tu amor!

Meditación del Papa Francisco
¿Nos dejamos guiar por él? El cristiano es un hombre espiritual, y esto no significa que sea una persona que vive “en las nubes”, fuera de la realidad como si fuera un fantasma. No. El cristiano es una persona que piensa y actúa en la vida cotidiana según Dios, una persona que deja que su vida sea animada, alimentada por el Espíritu Santo, para que sea plena, propia de verdaderos hijos. Y eso significa realismo y fecundidad. Quien se deja guiar por el Espíritu Santo es realista, sabe cómo medir y evaluar la realidad, y también es fecundo: su vida engendra vida a su alrededor.
Dios es el Viviente, es el Misericordioso, Jesús nos trae la vida de Dios, el Espíritu Santo nos introduce y nos mantiene en la relación vital de verdaderos hijos de Dios. Pero, con frecuencia, lo sabemos por experiencia, el hombre no elige la vida, no acoge el "Evangelio de la vida", sino que se deja guiar por ideologías y lógicas que ponen obstáculos a la vida, que no la respetan, porque vienen dictadas por el egoísmo, el propio interés, el lucro, el poder, el placer, y no son dictadas por el amor, por la búsqueda del bien del otro. Es la constante ilusión de querer construir la ciudad del hombre sin Dios, sin la vida y el amor de Dios: una nueva Torre de Babel; es pensar que el rechazo de Dios, del mensaje de Cristo. (S.S. Francisco, 16 de junio de 2013).

Reflexión
Señor: ¿Adónde vas?

En aquella última noche, la noche del amor, ninguno de los discípulos te preguntaba: ¿Dónde vas?

Era la noche de la despedida. Los corazones de los apóstoles, ardientes, palpitaban como llamas encendidas al calor de tu Palabra. De improviso, se llenaron de tristeza ante tu inminente partida. Y sin embargo, ninguno osaba decir: ¿Señor: ¿adónde vas?

En aquella ocasión, nadie, ni siquiera Pedro, Santiago o Juan, levantó su voz para preguntar. Entonces, casi dos mil años después, me atrevo a decir yo -pues sé que te alegrarás con que lo inquiera tan sólo-: Señor: ¿adónde vas?

Parecería que Cristo quisiera respondernos: "Me voy al Padre. Me voy a aquel que me ha enviado. A aquel a quien amo. Mi Padre amado, Señor del cielo y de la tierra, que ha revelado los secretos del Reino a la gente sencilla" (Cfr. Jn.16, 10). Jn.16,5.). A aquel a quien solamente yo conozco, y también le conocerá aquel a quien Yo se lo quiera revelar. Aquel de quien he venido y al cual ahora retorno. Él es mi Padre, en quien Yo también pongo todas mis complacencias"

Cristo ama al Padre. Todo su alimento consiste en hacer la Voluntad del Padre y llevar a cabo su obra. ¡Qué gozo y exaltación en el Espíritu experimentaría Cristo al regresar al seno del Padre! Al abrazo de aquel Padre, rico en misericordia que ha puesto en el Hijo todas sus complacencias.

Propósito
Programar mi siguiente confesión para celebrar plenamente la fiesta de Pentecostés.

Diálogo con Cristo
Espíritu Santo, Tú eres el guía y el artífice de la santidad, por eso te ofrezco en esta oración todo mi ser, ven hacer en mí tu morada, dame la gracia para acoger tus inspiraciones, sin límite ni reserva alguna, con humildad y celo por hacerlas fructificar, por el bien de los demás.
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Autor: Juan Guillermo Delgado | Fuente: Catholic.net

lunes, mayo 26, 2014

Evangelio Mayo 26, 2014

¿Quién es para mí el Espíritu Santo?
Juan 15,26―16,4.
Pascua.
Espíritu Santo, inspírame lo que debo pensar, lo que debo decir, lo que debo callar.

Del santo Evangelio según san Juan 15,26―16,4
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Cuando venga el Consolador, que yo les enviaré a ustedes de parte del Padre, el Espíritu de verdad que procede del Padre, él dará testimonio de mí y ustedes también darán testimonio, pues desde el principio han estado conmigo. Les he hablado de estas cosas para que su fe no tropiece. Los expulsarán de las sinagogas y hasta llegará un tiempo, cuando el que les dé muerte creerá dar culto a Dios. Esto lo harán, porque no nos han conocido ni al Padre ni a mí. Les he hablado de estas cosas para que, cuando llegue la hora de su cumplimiento, recuerden que ya se lo había predicho yo".

Oración introductoria
"Ven Espíritu Creador, manda tu luz desde el cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego...". (De un himno al Espíritu Santo).

Petición
Espíritu Santo, inspírame lo que debo pensar, lo que debo decir, lo que debo callar, lo que debo escribir, lo que debo hacer, cómo debo obrar para procurar el bien de los hombres. Amén

Meditación del Papa Francisco
La novedad nos da siempre un poco de miedo, porque nos sentimos más seguros si tenemos todo bajo control, si somos nosotros los que construimos, programamos, planificamos nuestra vida, según nuestros esquemas, seguridades, gustos. Y esto nos sucede también con Dios. Con frecuencia lo seguimos, lo acogemos, pero hasta un cierto punto; nos resulta difícil abandonarnos a Él con total confianza, dejando que el Espíritu Santo anime, guíe nuestra vida, en todas las decisiones; tenemos miedo a que Dios nos lleve por caminos nuevos, nos saque de nuestros horizontes con frecuencia limitados, cerrados, egoístas, para abrirnos a los suyos.
Pero, en toda la historia de la salvación, cuando Dios se revela, aparece su novedad - Dios ofrece siempre novedad -, trasforma y pide confianza total en Él. (S.S. Francisco, 19 de mayo de 2013)..

Reflexión
Es el Espíritu Santo quien cuida para que nuestra "fe no tropiece" y, al mismo tiempo, es el "consuelo" en nuestras caídas y dificultades. No nos tiene que resultar extraña una relación personal con el Espíritu Santo, pues es la tercera persona de Santísima Trinidad. Es Él quien nos lleva a dar un verdadero testimonio de nuestra fe, pues Él nos muestra a Cristo ("Él dará testimonio de mí") y nos lleva a testimoniarlo a todos los que están a nuestro alrededor ("y ustedes también darán testimonio").

Propósito
Para dar espacio al Espíritu Santo en mi alma, intentaré leer algún pasaje de la Sagrada Escritura o algunas páginas de un libro espiritual para nutrir mi fe.

Diálogo con Cristo
Jesús, quiero agradecerte por el don del Espíritu Santo. Tú sabes cuántas veces mi alma está cansada y agobiada de las preocupaciones y atareos de mi vida. Es en esos momentos cuando más necesito al "Consolador". Dispón mi alma para que siempre esté pronto a escucharle y a seguir lo que me pide. Amén
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Autor: Felipe de Jesús Rodríguez | Fuente: Catholic.net

Nuestra Señora de Caravaggio

Nuestra Señora de Caravaggio
Mayo 26

HISTORIA SOBRE LA APARICIÓN DE NUESTRA SEÑORA DE CARAVAGGIO
Estamos a principios del siglo XV, y la Iglesia Católica se encuentra desde el siglo XIV sacudida por luchas internas y divisiones bastante serias, inclusive con el surgimiento de algunos anti-papas. Italia, a su vez, también vivía políticamente momentos graves, asolada por guerras internas. Por ejemplo, la zona norte de Milán, con la Provincia de Venecia. En este ambiente turbulento, vamos a encontrar el pequeño pueblo de Caravaggio, al norte del país, cerca de Milán.

La historia cuenta que la señora Giannetta Vacchi, de 32 años, mujer sencilla y pobre, era
tenida como piadosa y sufridora. La causa era su marido, Francisco Varoli, un ex-soldado
conocido por su violencia y mal carácter, hombre de corazón duro que la trataba muy mal.

En la tarde del 26 de mayo 1432, en torno a las 5:00 de la tarde, mientras que hacía su trabajo diario, buscando pasto para los animales en un prado próximo llamado Mezzolengo, distante 2 km de Caravaggio. Por miedo de ser golpeada por su marido en caso de demorarse en regresar a casa, Giannetta pedía ayuda a la Madre de Dios e iba rezando:

Oh, Señora Santísima, ayudadme... que ya no puedo soportarlo... Sólo Vos, querida Madre, podéis hacer cesar estos mis sufrimientos. Nadie me ayuda y me consuela... Tened piedad de mí.

Estaba dirigiendo su oración a Nuestra Señora, cuando he aquí que una Luz inesperada la
envolvió y le llamó la atención algo misterioso a su alrededor. Mira hacia arriba y ve delante a una Señora, que en su descripción parecía una Reina, pero que se mostraba llena de bondad.
«Súbitamente, vi frente a mí a una Señora bella y admirable, alta y con un Rostro muy
gracioso, de aspecto venerable, vestida de azul y con un velo blanco»

explicó.
La Virgen sin demora le dice:
“No temas, oh hija, consuélate que tus oraciones fueron atendidas por Mi Divino Hijo,
gracias a Mi intercesión y ya se te están preparando los Tesoros del Cielo. Mas ahora,
dobla las rodillas por tierra y oye con reverencialo te voy a decir: El mundo, lleno de
2 iniquidades, ha provocado la indignación del Cielo.

Mi Divino Hijo quería castigar severamente a estos hombres, autores de iniquidad y
llenos de pecados y de crímenes, mas Yo recé por los miserables pecadores,
supliqué largamente y, finalmente, Mi Divino Hijos Se aplacó. Por eso, ordenó que por tan gran beneficio, ayunen el viernes a pan y agua y festejen el sábado en Mi honra, porque Yo quiero esta señal de gratitud de los hombres, por la importantísima Gracia, por Mí obtenida a su favor. Y ahora ve, oh hija, y revela a todos esta Mi Voluntad.”
Aturdida por el asombro y la admiración, Giannetta
responde:

¿Cómo podré yo, oh Madre mía, hacer aquello que me pedís? ¿Quién creerá en mis palabras?
Yo soy demasiado pobre y mezquina, y nadie me creerá.
“Te creerán,

añadió Nuestra Señora

porque Yo Misma confirmaré tus palabras con evidentes milagros...”
Dicho esto, desapareció, dejando grabadas en el lugar en que se había manifestado, la Huellas
Sus beatísimos Pies, de las cuales brotó una fuente de agua, existente hasta los días de hoy, y en ella muchos enfermos han recuperado la salud.
Esta fue la única Aparición de Nuestra Señora.
Giannetta, en condición de portavoz, lleva al puebl
o y a los gobernantes el Mensaje de la Virgen María y les solicita

en Nombre de Nuestra Señora

los acuerdos de paz. Se presenta a Marcos Secco, señor de Caravaggio, al Duque Felip
e María Visconti, señor de Milán, al emperador del Oriente, Juan Paleólogo, en el sentid
o de unir la iglesia de los griegos con el Papa de Roma. En sus visitas, llevaba ánforas de agua de la fuente sagrada, que resultaban en curas extraordinarias, prueba de la veracidad de la Aparición.

Los efectos del Mensaje de Paz inmediatamente apare cieron. La paz aconteció en la patria y en la propia Iglesia. El Obispo de Cremona aceptó rápi damente construir un Santuario, el cual visitó el Papa Juan Pablo II en 1992.
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domingo, mayo 25, 2014

Evangelio Mayo 25, 2014

Si me aman, cumplirán mis mandamientos
Juan 14, 15-21.
Pascua.
El Espíritu Santo nos muestra el horizonte y nos impulsa para anunciar la vida de Jesucristo.

Del santo Evangelio según san Juan 14, 15-21
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Si me aman, cumplirán mis mandamientos; yo le rogaré al Padre y él les enviará otro consolador que esté siempre con ustedes, el Espíritu de verdad». El mundo no puede recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce; ustedes, en cambio, sí lo conocen, porque habita entre ustedes y estará en ustedes. No los dejaré desamparados, sino que volveré a ustedes. Dentro de poco, el mundo no me verá más, pero ustedes sí me verán, porque yo permanezco vivo y ustedes también vivirán. En aquel día entenderán que yo estoy en mi Padre, ustedes en mí y yo en ustedes. El que acepta mis mandamientos y los cumple, ése me ama. Al que me ama a mí, lo amará mi Padre, yo también lo amaré y me manifestaré a él.

Oración introductoria
Señor, la gracia del Espíritu Santo no es algo que pueda merecer o conquistar, sólo puedo recibirla como puro don. Haz que el Espíritu Santo penetre en la dura costra de mi indiferencia y de mi ciego conformismo. Espíritu Santo, hazme sentir tu voz para permanecer en tu amor y ser testigo tuyo.

Petición
Espíritu Santo, abre mi entendimiento y mi voluntad para que pueda recibir el mensaje de tu Evangelio con un corazón nuevo.


Meditación del Papa Francisco
El Espíritu Santo es el alma de la misión. Lo que sucedió en Jerusalén hace casi dos mil años no es un hecho lejano, es algo que llega hasta nosotros, que cada uno de nosotros podemos experimentar. El Pentecostés del cenáculo de Jerusalén es el inicio, un inicio que se prolonga. El Espíritu Santo es el don por excelencia de Cristo resucitado a sus Apóstoles, pero Él quiere que llegue a todos. Jesús, como hemos escuchado en el Evangelio, dice: "Yo le pediré al Padre que os dé otro Paráclito, que esté siempre con vosotros". Es el Espíritu Paráclito, el “Consolador”, que da el valor para recorrer los caminos del mundo llevando el Evangelio. El Espíritu Santo nos muestra el horizonte y nos impulsa a las periferias existenciales para anunciar la vida de Jesucristo. Preguntémonos si tenemos la tendencia a cerrarnos en nosotros mismos, en nuestro grupo, o si dejamos que el Espíritu Santo nos conduzca a la misión. (S.S. Francisco, 19 de mayo de 2013).

Reflexión
Las experiencias de la amistad con el Espíritu Santo son inefables; los resultados espléndidos. Eso sí, es una amistad que nos se puede lograr sólo con desearla o quererla teóricamente.

Es una amistad que exige una constante atención, un saber escuchar y un actuar fielmente, cueste lo que cueste, según le agrade al dulce "huésped del alma". En los coloquios y diálogos que de día y de noche se sostienen con Él, es donde se va aprendiendo el verdadero sentido del tiempo y la eternidad, de la fidelidad en el amor, de la vanidad de todas las cosas que no sean de Dios y de la relatividad de cuanto nos ocurre en el trato con las creaturas. Él no enseña a amar, nos enseña a perdonar, nos enseña a olvidar las injurias, a buscar y a hacer el bien sin esperar recompensa; a confiar en Dios y a amarle sobre todas las cosas.

El Espíritu Santo también nos sitúa en una perspectiva capaz de contemplar todo el devenir del mundo, con la relatividad que encierra el tiempo frente a la eternidad y con la serenidad de quien se sabe un pobre peregrino en el tiempo hacia la posesión eterna de Dios. Los himnos de la Iglesia sobre el Espíritu Santo son muy elocuentes y aleccionadores; nos dan un torrente de luz sobre lo que Él es de verdad para el alma que le busca y le ama. En Él se encontrará toda la fortaleza necesaria para perseverar en el bien y transformarse en otro Cristo viviente.

Propósito
Invocando la gracia del Espíritu Santo, hoy voy a poner más esfuerzo en hacer las cosas ordinarias del día, de una manera extraordinaria, por amor a Jesús.
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Autor: Catholic.net | Fuente: Catholic.net

Nuestra Señora del Puy, Patrona de Estella (Navarra)

Nuestra Señora del Puy, Patrona de Estella (Navarra)
Mayo 25

Célebre santuario mariano navarro, en Estella, en el barrio primitivo de Lizarra. Debe su nombre, de clara tradición franca, a la eminencia donde se asienta; devoción «importada» de Nuestra Señora de Rocamadour (Quercy) a través del Camino de Santiago.

HISTORIA:
Corría mayo del año de 1085 cuando unos pastores de la población de Abárzuza, cercana a Estella, y que llevaban varios días pastando sus ovejas en la colina del Puy vieron durante varias noches como una lluvia de estrellas caían sobre el susodicho cerro. Más concretamente sobre una cueva que estaba oculta por matorrales, espinas y abrojos, como dice el cántico a nuestra Virgen.

El Rey de Navarra y Aragón era Sancho Ramírez. En Pamplona residía el Obispo de Navarra, Pedro de Roda. El del honor de Estella era Lope Arnal y el Real Monasterio de Irache lo gobernaba el abad mitrado san Veremundo.

La curiosidad de los hechos les llevó a interesarse sobre tan grandiosos acontecimientos. Los pastores se acercaron hacia la zona donde se dirigían las prodigiosas luces y se encontraron con una cueva, y en ella se hallaba una imagen de Nuestra Señora la Madre de Dios, la cual en su regazo y sujetándolo con su mano izquierda sostenía a su Hijo.

Ante estos acontecimientos, los pastores se dirigieron a los clérigos de Estella. Les explicaron los hechos de los que fueron testigos. Los clérigos, junto con los pastores, subieron la colina del Puy para de verificar los que los pastores “dobleros” Les explicaron. Decimos “dobleros”, ya que es uno de los gentilicios de los oriundos de Abárzuza.

Pedro de la Roda, a la sazón Obispo de Pamplona, recibió con gran placer mariano la noticia que le traían sus clérigos de Estella, y raudo y veloz comunicó al Rey Sancho Ramírez la buena nueva. El Rey de Navarra estaba batallando con sus tropas en la conquista de Toledo, junto a su primo el rey de Castilla, Alfonso VI, y recibió la noticia de la aparición de la imagen de Nuestra Señora con gran fervor y júbilo.

El Rey Sancho Ramírez, dejando conquistada la ciudad de Toledo y protegida ésta por sus tropas, se desplazó al galope hasta la ciudad del Ega para poder verla in situ y de ese modo poder venerar la imagen de los acontecimientos, la Virgen del Puy de Estella.
El Rey Sancho Ramírez vio que el lugar no era el más adecuado para la veneración de la imagen, ya que consideraba que los fieles debían estar más agradablemente para realizar los cultos pertinentes a la Virgen. Por ello mandó nuestro Rey que se realizase un traslado solemne de la imagen, desde la cueva de la colina del Puy hasta la parroquia del poblado de Lizarra, San Pedro de Lizarra.

El Rey Sancho Ramírez y el Obispo Pedro de la Roda, acompañados por una muchedumbre de estellicas y foráneos iniciaron el descenso hacia la iglesia de San Pedro de Lizarra y al poco de iniciarse la procesión, justo cuando ésta llegaba al humilladero la imagen se hizo “inmóvile”. No se quería mover de los parajes en que apareció. Todos los intentos por seguir adelante con la imagen fueron inútiles.

Ante tal prodigio el Rey Sancho Ramírez y todos los que le acompañaban se convencieron de que la imagen de Santa María quería ser venerada en el lugar donde la encontraron los pastores “dobleros” de Abárzuza y donde estuvo tanto tiempo oculta de las destrucciones y profanaciones de las hordas moras.
La historia nos dice que en el año 711, gobernando el Rey visigodo Rodrigo, 7.000 musulmanes al mando de Táriq Ibn Ziyad invadieron su reino, la Hispania. La invasión sarracena llegó a todos los rincones de la península y tuvieron presencia contrastada en toda Navarra. En alguna de las correrías de los moros por Navarra, los visitantes de la ermita o iglesia de de la Virgen la escondieron en una cueva cercana a ella para protegerla del invasor. Allí estuvo oculta y protegida de las manos musulmanas hasta que trascurrido el tiempo desaparecieron los pobladores que la escondieron y que mantenían el secreto de su escondite. Con ellos desapareció la imagen de Nª Sª para todos los habitantes de Estella, hasta que ante los ojos de los pastores “dobleros” de Abárzuza ocurrieron los prodigios de las luces de estrellas.

Lo que sí está claro es que alguien escondió la imagen en la cueva donde posteriormente se encontró, y que nadie del lugar tenía conocimiento de ello, ya que de lo contrario se hubiese venerado por los habitantes de la zona.
Existe una leyenda que los franceses alimentan con gran cariño chauvinista, y que quieren explicar la aparición de la imagen. Peregrinos de Le Puy en Velay, ciudad del Alto Loira que está en uno de los caminos de Santiago francés, guiados por Gotescalco trajeron su imagen para llevarla hasta Santiago de Compostela y a su paso por Estella, año 950, también trajeron su devoción a su Virgen. Esta Virgen se quedó entre nosotros y se veneraba en la ciudad. Posteriormente se escondió en la cueva para protegerla de los desmanes de los sarracenos y allí la encontraron los pastores de Abárzuza en 1085.

De todas formas el benemérito Madrazo y otros arqueólogos sostienen que su origen es visigótico o visigodo, y eso quiere decir que esta imagen es anterior a la invasión morisca de España. Por tanto la validez de que los primeros moradores de la ciudad de Estella, ante las incursiones moriscas en la zona, tuvieron a bien el esconder la imagen de la Virgen María en un lugar alejado de la misma ciudad pero en término de ella.

Pedro Zorrilla, sostiene fundamentadamente, que el nombre del Puy viene del Puyo, y que por apócope aparece del Puy. Puyo en el lenguaje del Reyno de Navarra significaba altura. En el libro Becerro del Puy a la Virgen se la llama en latín Santa María del Podio, que significa colina, otero. Lo mismo ocurre con el vocablo catalán Puig. Todas estas palabras, Puyo, Puy, Puig, tiene su origen en una modificación del vocablo celta “pech o puch”, que significa “montaña”.
RECONOCIMIENTOS:
Las primeras citas históricas documentadas son de mediados del s. XII; en 1174 el obispo de Pamplona Pedro de París, concede a «los Sesenta Cofrades de Estella, llamados Cofrades de Santiago» la iglesia de Nuestra Señora del Puy con derecho a elegir capellán propio y ser enterrados en el santuario. El obispo sería a su vez cofrade y protector de la Cofradía e Iglesia. Los períodos de máxima expansión del culto y esplendor de la cofradía declinan a principios del s. XIV; en 1323 y debido a sus disputas con Santa María de Salas, se dispuso su disolución, pasando al patronato de la Corona. Desde mediados del s. XIV los vicarios encargados del Puy pasan a ser intitulados priores.
LA IMAGEN DE LA VIRGEN:
La imagen titular, patrona de la ciudad de Estella (que fue coronada canónicamente el 25 de mayo de 1958) es un ejemplo bellísimo de escultura gótica (c. 1300-1320) en la que la influencia francesa de tipo cortesano se suaviza hasta humanizarse entrañablemente, en rasgos y actitudes. Es una talla de notable tamaño (100 cms. de altura) chapeada en plata en la que la Madre se muestra de frente sentada sobre un pequeño escabel con el Niño colocado sobre su rodilla izquierda.
La devoción al Puy está muy difundida por Estella y su Merindad.
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sábado, mayo 24, 2014

Evangelio Mayo 24, 2014

Ustedes no son de este mundo
Juan 15, 18-21.
Pascua.
Ser discípulo tuyo, Señor, no es fácil. Requiere sacrificio y cruz. ¿Pero acaso hay vida fácil?

Del santo Evangelio según san Juan 15, 18-21
Si el mundo os odia, sabed que a mí me ha odiado antes que a vosotros. Su fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero, como no sois del mundo, porque yo al elegiros os he sacado del mundo, por eso os odia el mundo. Acordaos de la palabra que os he dicho: El siervo no es más que su señor. Si a mí me han perseguido, también os perseguirán a vosotros; si han guardado mi Palabra, también la vuestra guardarán. Pero todo esto os lo harán por causa de mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado.

Oración introductoria
Espíritu Santo abre mi corazón y mi mente para saber descubrir lo que el Señor quiere decirme a través de la liturgia el día de hoy. Quiero ser un fiel discípulo del Maestro resucitado. En el mundo de hoy no es fácil ser un auténtico discípulo, es por eso que me pongo en actitud orante para alcanzar las gracias que necesito para dar testimonio de él ante el mundo.

Petición
Señor, que no tenga miedo en vivir con autenticidad mi vida cristiana sino que lo haga con valentía, buscando ser fermento en el mundo de hoy.

Meditación del Papa Francisco
El Señor quiere que entendamos lo que sucede: lo que sucede en mi corazón, lo que sucede en mi vida, lo que sucede en el mundo, en la historia... ¿Qué significa que suceda esto? ¡Estos son los signos de los tiempos! Sin embargo, el espíritu del mundo nos hace otras propuestas, porque el espíritu del mundo no nos quiere pueblo: nos quiere masa, sin pensamiento, sin libertad.
El espíritu del mundo quiere que vayamos por un camino de uniformidad, pero, como advierte san Pablo, el espíritu del mundo nos trata como si nosotros no tuviéramos la capacidad de pensar por nosotros mismos, nos trata como personas no libres.
El pensamiento uniforme, el pensamiento igual, el pensamiento débil, un pensamiento así difuso. El espíritu del mundo no quiere que nosotros nos preguntamos delante de Dios: ¿Pero por qué esto, por qué lo otro, por qué sucede esto? O también nos propone un pensamiento según los propios gustos: ¡Yo pienso como me gusta! Pero eso va bien, dicen ellos.... Pero eso que el espíritu del mundo no quiere es esto que Jesús nos pide: el pensamiento libre, el pensamiento de un hombre y de una mujer que son parte del pueblo de Dios y ¡la salvación ha sido precisamente esta! (Cf. S.S. Francisco, 29 de noviembre de 2013, homilía en capilla de Santa Marta). .

Reflexión
Ser discípulo de Cristo conlleva a una identificación total con él, un buscar conocerle para poder amarle y así transmitirle. En medio de la sociedad de hoy el mensaje cristiano no goza de una total aceptación, el evangelio incomoda a más de alguno. Esto ha sido una constante en la historia. Sin embargo el mundo necesita a Cristo, las personas tienen sed de Dios. Como cristianos estamos llamados a anunciar ese mensaje de Cristo. El precio de este anuncio es la cruz, una cruz que se hace llevadera cuando se carga junto a Jesús.

Propósito
Mencionaré a Cristo en mis conversaciones de hoy, poniéndolo como ejemplo de vida.

Diálogo con Cristo
Ser discípulo tuyo, Señor, no es fácil. Requiere sacrificio y cruz. ¿Pero acaso hay vida fácil? Aunque uno busque vivir sin cruz, la cruz siempre se hace presente. No hay como cargar la cruz contigo pues es la única manera de encontrarle sentido a la vida. Quiero amarte, Señor, y quiero transmitirte a mis hermanos porque muchos viven tristes y sin sentido porque no se han encontrado contigo. Hazme un instrumento de tu amor.
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Autor: Héctor Vargas | Fuente: Catholic.net

viernes, mayo 23, 2014

Evangelio Mayo 23, 2014

Amarse los unos a los otros
Juan 15, 12-17.
Pascua
Como les sucedió a los Apóstoles, el encuentro personal con Cristo, que nos llama amigos, es el inicio de una aventura extraordinaria.

Del santo Evangelio según san Juan 15, 12-17
Este es el mandamiento mío: que se amen los unos a los otros como yo los he amado. Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. No les llamo ya siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a ustedes les he llamado amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre se los he dado a conocer. No me han elegido ustedes a mí, sino que yo los he elegido a ustedes, y los he destinado para que vayan y den fruto, y que su fruto permanezca; de modo que todo lo que pidan al Padre en mi nombre se lo conceda. Lo que les mando es que se amen los unos a los otros.

Oración introductoria
Jesús, me acerco a ti en este día porque quiero poner en práctica tu mandamiento del amor. Señor, ayúdame a amar a todos mis hermanos, como Tú me lo has mandado. Te ofrezco esta meditación para que todos podamos vivir este mandamiento y dejar a un lado el odio, el rencor y la división. Dios mío, enséñame a amar a las personas hasta dar mi vida por ellas siguiendo tu ejemplo.

Petición
Señor, que experimente más profundamente el amor que me tienes, para que pueda amar mejor a mis hermanos.

Meditación del Papa Francisco
Hemos sido llamados por Dios y llamados para permanecer con Jesús, unidos a él. En realidad, este vivir, este permanecer en Cristo, marca todo lo que somos y lo que hacemos. Es precisamente la "vida en Cristo" que garantiza nuestra eficacia apostólica y la fecundidad de nuestro servicio: "Soy yo el que los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea verdadero".
No es la creatividad, por más pastoral que sea, no son los encuentros o las planificaciones los que aseguran los frutos, si bien ayudan y mucho, sino lo que asegura el fruto es ser fieles a Jesús, que nos dice con insistencia: "Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes". Y sabemos muy bien lo que eso significa: contemplarlo, adorarlo y abrazarlo en nuestro encuentro cotidiano con él en la Eucaristía, en nuestra vida de oración, en nuestros momentos de adoración, y también reconocerlo presente y abrazarlo en las personas más necesitadas. El "permanecer" con Cristo no significa aislarse, sino un permanecer para ir al encuentro de los otros. (S.S. Francisco, 27 de julio de 2013). .

Reflexión
La vida diaria nos ofrece múltiples oportunidades para practicar el mandamiento del amor con nuestros hermanos. La esencia del cristianismo no consiste en el cumplimiento riguroso de unos mandamientos, sino que es el encuentro con una persona que se llama Jesucristo. La elección que Cristo nos ha hecho para ser sus amigos nos debe llevar a corresponder a este amor de predilección, con el amor a Él y a todas las personas. Vivamos cada día con mayor intensidad el mandamiento del amor, para que resplandezca en nosotros el amor que Cristo ha tenido primero con nosotros.

Propósito
Hacer un acto de caridad cristiana con un hermano necesitado.

Diálogo con Cristo
Jesús, inflama mi corazón con tu divino amor para que, lleno con el fuego de tu caridad, pueda amar mejor a mis hermanos. Sé que Tú puedes aumentar mi caridad para que me pueda configurar cada vez más a ti. "Ámense los unos a los otros", ese es tu mandamiento. Ayúdame a vivirlo frente a mis hermanos, para que pueda poner mi granito de arena en la construcción de la civilización del amor.
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Autor: Laureano López | Fuente: Catholic.net

jueves, mayo 22, 2014

Evangelio Mayo 22, 2014

Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor
Juan. 15,9-11.
Pascua.
Significa seguir sus pasos. Pasos que a veces implican serenidad y otras veces nos conducen al Calvario.

Del santo Evangelio según san Juan 15,9-11

Como el Padre me amó, también yo os he amado a vosotros; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Os he dicho esto, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea colmado.

Oración introductoria
Gracias Dios mío por tu amor de Padre, que es para mí una fuente constante de consuelo y de luz. Te pido por todas aquellas personas que por diversos motivos se han alejado de Ti, para que en medio de las dificultades puedan ver tu rostro y hacer la experiencia de tu amor. Ayúdame a reflejar con mis actos el gozo de tenerte junto a mí.

Petición
Señor ayúdame a compartir con mis hermanos un poco del amor y del gozo que has depositado en mi corazón de forma que mi vida sea para ellos un camino que les conduzca hacia Ti.

Meditación del Papa Francisco
Jesús no quiere ni cristianos egoístas —que siguen el propio yo, no hablan con Dios— ni cristianos débiles —cristianos que no tienen voluntad, cristianos "telemandados", incapaces de creatividad, que buscan siempre conectarse a la voluntad de otro y no son libres—. Jesús nos quiere libres, ¿y esta libertad dónde se hace? Se hace en el diálogo con Dios en la propia conciencia. Si un cristiano no sabe hablar con Dios, no sabe oír a Dios en la propia conciencia, no es libre, no es libre.
Por ello debemos aprender a oír más nuestra conciencia. Pero ¡cuidado! Esto no significa seguir al propio yo, hacer lo que me interesa, lo que me conviene, lo que me apetece... ¡No es esto! La conciencia es el espacio interior de la escucha de la verdad, del bien, de la escucha de Dios; es el lugar interior de mi relación con Él, que habla a mi corazón y me ayuda a discernir, a comprender el camino que debo recorrer, y una vez tomada la decisión, a seguir adelante, a permanecer fiel. (S.S. Francisco, 30 de junio de 2013).

Reflexión
Las obras de los católicos no son sólo exteriores, son fruto del amor interior a un Dios que ha querido dejarnos escrita su voluntad para conducirnos hacia Él y para hacernos objetivamente felices. Busquemos siempre cumplir nuestro deber motivados por el amor. La coherencia entre lo que creemos y lo que vivimos es un testimonio importante para quien ha dejado de experimentar el amor de Dios y la paz de quien cumple su voluntad.

Propósito
Leer reflexivamente la parte del catecismo de la Iglesia Católica que explica el sentido de los mandamientos de la ley de Dios.

Oración con Cristo
Gracias Señor por tu amor y gracias por dejarme indicado con tus mandamientos el camino que debo seguir para agradarte y para llegar al cielo que me tienes preparado. Ayúdame a poner amor en todo lo que hago incluso en las cosas más pequeñas de cada día. Señor quiero siempre cumplir tus mandamientos para permanecer en tu amor que es fuente del verdadero gozo.
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Autor: Víctor Alejandro Ramírez | Fuente: Catholic.net

miércoles, mayo 21, 2014

Evangelio Mayo 21, 2014

Yo soy la vid verdadera
Juan 15, 1-8.
Pascua.
Cristo quiere que demos frutos, por eso nos poda, nos limpia, aunque duela.

Del santo Evangelio según san Juan 15, 1-8

Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo corta, y todo el que da fruto, lo limpia, para que dé más fruto. Vosotros estáis ya limpios gracias a la Palabra que os he anunciado. Permaneced en mí, como yo en vosotros. Lo mismo que el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid; así tampoco vosotros si no permanecéis en mí. Yo soy la vid; vosotros los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto; porque separados de mí no podéis hacer nada. Si alguno no permanece en mí, es arrojado fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen, los echan al fuego y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y lo conseguiréis. La gloria de mi Padre está en que deis mucho fruto, y seáis mis discípulos.

Oración introductoria
Padre, mi gran y buen viñador. Que esta oración me ayude a descubrir todo lo que tenga que «podar» en mi vida, para poder unirme plenamente a tu amada vid, Cristo, que me da la gracia para vivir en plenitud, como discípulo y misionero de su amor.

Petición
Señor, dame la gracia de ser un sarmiento que viva siempre unido a Ti, para poder dar fruto.

Meditación del Papa Francisco
También hoy el Señor repite: "Id...", y añade: "Yo estoy con vosotros todos los días...". ¡Esto es fundamental! Sólo con Cristo podemos llevar el Evangelio. Sin Él no podemos hacer nada —lo dijo Él mismo. Con Él, en cambio, unidos a Él, podemos hacer mucho. También un muchacho, una muchacha, que a los ojos del mundo cuenta poco o nada, a los ojos de Dios es un apóstol del Reino, es una esperanza para Dios. A todos los jóvenes desearía preguntar con fuerza, pero no sé si hoy en la plaza hay jóvenes: ¿hay jóvenes en la plaza? ¡Hay algunos! Desearía, a todos ustedes, preguntar con fuerza: ¿quieren ser una esperanza para Dios? ¿Ustedes quieren ser una esperanza? ¿Quieren ser una esperanza para la Iglesia? Un corazón joven que acoge el amor de Cristo, se transforma en esperanza para los demás, es una fuerza inmensa. Pero ustedes, chicos y chicas, todos los jóvenes, ¡ustedes deben transformarnos y transformarse en esperanza! Abrir las puertas hacia un mundo nuevo de esperanza. Ésta es vuestra tarea. (S.S. Francisco, 4 de septiembre de 2013). .

Reflexión
En una pequeña iglesia de Roma, poco visitada por los turistas, hay un sagrario que me encanta; un pelícano se picotea el pecho para dar de comer a sus poyuelos de su propia sangre, pues el alimento escasea. Es la misma imagen de Cristo que se da a nosotros para que podamos ser fieles a nuestra vocación de cristianos; el alimento espiritual escasea en el mundo y no se nos ofrece ni en la televisión ni en los escaparates.

Pero es que Dios es genial y nadie mejor que Él ha podido tener una idea semejante, darse a sí mismo por comida para que en ningún momento pasemos hambre; ya no vale decir como Elías cuando iba por el desierto: "me sentaré aquí y me atormentaré hasta que me llegue la muerte". No tenemos excusa, Cristo no se mueve del sagrario para que en cada momento vayamos a unirnos con Él, vayamos a tomar fuerzas para la jornada.

Sin duda alguna la mejor manera de llegar a Cristo es la Virgen María; es el camino que nunca falla, el más directo y el más seguro. Porque ¿quién puede tener miedo de una Madre tan buena? Como le decía la Virgen de Guadalupe a Juan Diego: "¿No estoy yo aquí que soy tu madre?". Con una Madre así llegar a Cristo es lo más fácil del mundo y la vida del cristiano se convierte en un continuo gozo.

Propósito
Dar gracias a Dios con mi oración y mi trabajo y amar a Cristo y a su Iglesia y pedir a María su ayuda.

Diálogo con Cristo
La Palabra de Dios es la verdad. «Pidan lo que quieran y se les concederá». Señor, ¿por qué conociendo tu Palabra no la hago vida? ¿Por qué mi meditación frecuentemente no es auténtica oración? Sin Ti, mi vida es incompleta, sin Ti, la vida no tiene un sentido pleno, sin Ti, no puedo dar fruto, por eso hoy te pido tu gracia para que mi oración me lleve a compartir con los demás la alegría de haberte encontrado.
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Autor: Estanislao García | Fuente: Catholic.net

martes, mayo 20, 2014

Evangelio Mayo 20, 2014

Despedida y palabras de aliento
Juan 14, 27-31.
Pascua.
Cristo nos trae una paz profunda, aquella capaz de dar una tranquilidad profunda en mi corazón

Del santo Evangelio según san Juan 14, 27-31
Os dejo la paz, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo. No se turbe vuestro corazón ni se acobarde. Habéis oído que os he dicho: "Me voy y volveré a vosotros." Si me amarais, os alegraríais de que me fuera al Padre, porque el Padre es más grande que yo. Y os lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis. Ya no hablaré muchas cosas con vosotros, porque llega el Príncipe de este mundo. En mí no tiene ningún poder; pero ha de saber el mundo que amo al Padre y que obro según el Padre me ha ordenado. Levantaos. Vámonos de aquí».

Oración introductoria
Jesucristo, ahora que voy a iniciar esta meditación, te quiero pedir la gracia necesaria de experimentar un amor tan grande como el que tuvieron los primeros apóstoles, en el cenáculo. Concédeme amarte de tal manera que también yo busque la voluntad del Padre, para que crea en tus palabras, porque en verdad tú obras en unión con el Padre.

Petición
¡Señor, que cada vez logre escuchar con mayor atención tu mensaje de paz y que lo viva en lo más personal e íntimo del corazón!

Meditación del Papa Francisco
Nosotros pensamos siempre en Jesús cuando predicaba, cuando sanaba, cuando caminaba, iba por las calles, también durante la Última Cena... Pero no estamos acostumbrados a pensar en Jesús sonriente, alegre. Jesús estaba lleno de alegría: lleno de alegría. En esa intimidad con su Padre: ´Exultó de alegría en el Espíritu y alabó al Padre´- es precisamente el misterio interno de Jesús, esa relación con el Padre en el Espíritu. Es su alegría interna, su alegría interior que Él nos da.
Esta alegría es la verdadera paz: no es una paz estática, quieta, tranquila. No, la paz cristina es una paz alegre, porque nuestro Señor es alegre. Es alegre cuando habla del Padre: ama tanto al Padre que no puede hablar del Padre sin alegría. Nuestro Dios es alegre. Y Jesús ha querido que su esposa, la Iglesia, también sea alegre.
No se puede pensar en una Iglesia sin alegría y la alegría de la Iglesia es precisamente esta: anunciar el nombre de Jesús. Decir: "Él es el Señor. Mi esposo es el Señor. Es Dios. Él me salva, Él camina con nosotros". Y esta es la alegría de la Iglesia, que en esta alegría de esposa se hace madre. Pablo VI decía: la alegría de la Iglesia es precisamente evangelizar, ir adelante y hablar de su Esposo. Y también transmitir esta alegría a los hijos que ella hace nacer, que ella hace crecer. (Cf. S.S. Francisco, 3 de diciembre de 2013, homilía en capilla de Santa Marta).

Reflexión
Cristo viene a traernos un mensaje de paz, pero nos advierte desde el inicio que no es la paz que da el mundo. En efecto para el mundo la paz se concibe muchas veces en no estar en guerra, en no tener alguien que venga a disturbar dentro del ambiente en el que nos encontramos. Cristo en cambio habla de una paz más profunda, de aquella capaz de dar una tranquilidad profunda. Dice que no nos inquietemos en el corazón porque él ha vencido al mundo; en efecto la paz surge de la consciencia de que con Cristo nos mantendremos salvos en el alma.

Y la sabiduría de Cristo está en que el mensaje de paz nos lo da antes de anunciarnos la venida del príncipe de este mundo, es decir la del demonio como enemigo del alma y de la verdad. Por lo mismo Jesús nos invita a confiar, porque ello implicará algunas persecuciones, algunas críticas por ser seguidores de Cristo. Pero el demonio en sí no tiene ningún poder sobre Cristo.

Que hermoso momento para darnos ese mensaje de paz; justo antes de subir al Padre y de enviarnos al consolador. Así la paz se convierte en parte de su testamento, porque está a punto de partir al Padre y quiere que estemos tranquilos, llenos de confianza en las enseñanzas que nos ha dejado a lo largo de su predicación, pues la vivencia de las mismas serán el origen de la paz, porque en el confronto con la vivencia según el mundo, tal vez traerán dificultades, pero la paz que inunda el corazón es mucho más profunda que la que pueda ofrecer la mentalidad del mundo, el mundo que es en primer lugar el egoísmo que llevamos dentro y no tanto la materialidad que nos rodea.

Cristo trae la paz para nosotros como seguidores de él, nos da su mensaje en un momento de grande intimidad, pero a la vez tenemos que ser conscientes que si nos da ese regalo es para transmitirlo a los demás, por tanto como cristianos nos convertimos en verdaderos propagadores de la paz. El mundo y quienes nos rodean esperan que nosotros cristianos vivamos de acuerdo a los criterios de nuestro Señor y en la medida en que demos a los demás esa paz se dirá entonces como se dijo de los primeros cristianos: "Mirad cómo se aman y cómo están dispuestos a dar la vida unos por otros."

Propósito
En el día de hoy buscaré transmitir serenidad a quienes me rodean, teniendo presente que Cristo está a mi lado y quiere que de verdad tenga paz en mi corazón.

Diálogo con Cristo
Señor Jesús, muchas veces me has permitido experimentar la paz del alma, de verdad que no te has dejado ganar en generosidad. Otras veces me he visto sumido en la angustia y desesperación por no actuar de cara a ti, por no buscar tu voluntad, sino mis propios caprichos y maneras de pensar. Te pido la gracia de tenerte siempre presente, dame la fe necesaria para tenerte siempre a mi lado y para no buscar otra paz distinta a la tuya, por muy buena que parezca.
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Autor: H. Joel Castañeda Ochoa | Fuente: Catholic.net

Nuestra Señora del Rocío

Nuestra Señora del Rocío
Mayo 20


Es la imagen que se venera en el santuario dedicado a la Virgen María bajo esta advocación en Almonte, provincia de Huelva, partido judicial de la Palma. Es un lugar de romerías, la más importante de las cuales es la que organizan los sevillanos por Pascua de Pentecostés, haciendo el trayecto desde Sevilla al santuario de Almonte en caballerías caprichosamente enjaezadas y en carretas engalanadas. El auge de esta romería no cesa de crecer año tras año. Son multitudes de muchos centenares de miles de andaluces que se dan cita en la explanada del santuario a cantarle a la Blanca Paloma.

No es casual que sea ésta la advocación de la Virgen en torno a la cual se mueven mayores multitudes. Desde siempre y en todas las culturas, el rocío se ha considerado un principio vital para la tierra y para el hombre, y se le han asignado funciones fecundantes. Al transferirse a la Virgen María en sus diversas advocaciones la mayoría de atributos de las divinidades femeninas que poblaban los santuarios paganos, no podía faltarle el atributo de portadora del rocío. Unido a esto el fenómeno cultural de las romerías, una de cuyas funciones esenciales a lo largo de los siglos ha sido la de propiciar el encuentro de mozos y mozas de otros pueblos, a fin de evitar el estancamiento genético, no es de extrañar que sea precisamente la Virgen del Rocío la que ha aglutinado en torno a sí este singular fenómeno social, religioso y folklórico.
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La Virgen del Rocío es una advocación mariana que se venera en la ermita de El Rocío (Almonte, Huelva). La romería que se realiza en su honor es una de las más importantes de España, conocida internacionalmente y que congrega cada año a más de un millón de personas.

Origen histórico

Almonte estuvo poblada desde épocas muy remotas cuyos vestigios son frecuentes desde el paleolítico a la prehistoria. En época musulmana Almonte pertenece a la cora de Labla (Taifa de Niebla) (Huelva) con el nombre de al-Yabal (Almonte).

La conquista de Niebla tiene lugar en 1262 por Alfonso X el Sabio, hijo del rey Fernando III el Santo. Alfonso X repobló todas las tierras de la jurisdicción de Niebla a la cual pertenecía Almonte. En 1280, se realiza la primera repoblación en la zona occidental, donde se encontraba Almonte y la Rocina ya que la parte oriental tardaría algún tiempo en repoblarse.

Las crónicas históricas cuentan que el rey Alfonso X el Sabio, allá por el año 1270 mandó erigir una ermita consagrada a la Virgen en el lugar llamado de Las Rocinas, que había sido reconquistado a los árabes, donde colocó la imagen de Nuestra Señora las Rocinas, donde ha permanecido durante 700 años; se puede deducir que la ermita fue construida entre los años 1270 y 1275, en estilo mudéjar.

Las mismas crónicas relatan cómo en esos mismos lugares, el rey creó un coto de caza, atraído por la belleza del lugar y la cantidad de ciervos existente. Este coto se conoce hoy como Coto de Doñana. Todo aquel bosque se denominaba las Rocinas, cuyos límites imprecisos no solo albergaban la zona por donde transcurre el arroyo de su nombre, si no su extensión límites aproximados eran al norte bajando hacia el oeste la canariega, monteruelos, el pájaro y el tendedero de la higuerita, al sur la punta de malandar y al oeste la desembocadura del Guadalquivir hasta el año de braines: territorios éstos, qué después pasarán a la casa de Medina-Sidonia.

Aquella primera ermita duró hasta el terremoto de Lisboa, en 1755, que la dejó en ruina, la Virgen del Rocío fue llevada a Almonte y estuvo allí durante dos años seguidos, celebrándose allí la Romería del Rocío en el pueblo Almonteño, las reformas de la ermita acabaron en el año 1758.

Leyenda

El Rocío, cuya historia se encuentra hoy documentada en sus aspectos más importantes, ha estado envuelta en una leyenda, como ocurre con otras muchas advocaciones, que viene recogida en la Reglas de la Hermandad Matriz de 1758:

«Entrado el siglo XV de la Encarnación del Verbo Eterno, un hombre que había salido a cazar, hallándose en el término de la Villa de Almonte, en el sitio llamado de La Rocina (cuyas incultas malezas le hacían impracticables a humanas plantas y sólo accesible a las aves y silvestres fieras), advirtió en la vehemencia del ladrido de los perros, que se ocultaba en aquella selva alguna cosa que les movía a aquellas expresiones de su natural instinto. Penetró aunque a costa de no pocos trabajos, y, en medio de las espinas, halló la imagen de aquel sagrado lirio intacto de las espinas del pecado, vio entre las zarzas el simulacro de aquella Zarza Mística ilesa en medio de los ardores del original delito; miró una Imagen de la Reina de los Ángeles de estatura natural, colocada sobre el tronco de un árbol. Era de talla y su belleza peregrina. Vestíase de una túnica de lino entre blanco y verde, y era su portentosa hermosura atractivo aún para la imaginación más libertina.

Hallazgo tan precioso como no esperado, llenó al hombre de un gozo sobre toda ponderación, y, queriendo hacer a todos patente tanta dicha, a costa de sus afanes, desmontado parte de aquel cerrado bosque, sacó en sus hombros la soberana imagen a campo descubierto. Pero como fuese su intención colocar en la villa de Almonte, distante tres leguas de aquel sitio, el bello simulacro, siguiendo en sus intentos piadosos, se quedó dormido a esfuerzo de su cansancio y su fatiga. Despertó y se halló sin la sagrada imagen, penetrado de dolor, volvió al sitio donde la vio primero, y allí la encontró como antes. Vino a Almonte y refirió todo lo sucedido con la cual noticia salieron el clero y el cabildo de esta villa y hallaron la santa imagen en el lugar y modo que el hombre les había referido, notando ilesa su belleza, no obstante el largo tiempo que había estado expuesta a la inclemencia de los tiempos, lluvias, rayos de sol y tempestades.

Poseídos de la devoción y el respeto, la sacaron entre las malezas y la pusieron en la iglesia mayor de dicha villa, entre tanto que en aquella selva se le labraba templo. Hízose, en efecto, una pequeña ermita de diez varas de largo, y se construyó el altar para colocar la imagen, de tal modo que el tronco en que fue hallada le sirviese de peana. Aforándose aquel sitio con el nombre de la Virgen de Las Rocinas».

Hoy la historia sitúa los orígenes del Rocío dos siglos antes y todo indica que fue el mariano monarca Alfonso X el Sabio quien pudiera haber erigido aquella primera ermita, tras su conquista de Niebla en 1262, mandando colocar allí la bella imagen de la Virgen.
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lunes, mayo 19, 2014

Evangelio Mayo 19, 2014

Quien cumple mis mandamientos, me ama
Juan 14, 21-26.
Pascua.
La caridad cristiana acude a esta fuente de amor, que es Jesús, el Hijo de Dios entregado por nosotros.

Del santo Evangelio según san Juan 14, 21-26.
El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ame, será amado de mi Padre; y yo le amaré y me manifestaré a él». Le dice Judas - no el Iscariote -: «Señor, ¿qué pasa para que te vayas a manifestar a nosotros y no al mundo?» Jesús le respondió: «Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él. El que no me ama no guarda mis palabras. Y la palabra que escucháis no es mía, sino del Padre que me ha enviado. Os he dicho estas cosas estando entre vosotros. Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho.

Oración introductoria
Dios mío, gracias por este nuevo día que me das para poder identificarme contigo cada vez más. Ayúdame a vivir con dedicación y entusiasmo este período de la Pascua para que toda mi vida proclame tus mandamientos.

Petición
Señor ayúdame a ofrecer toda mi vida a ti como tú la ofreciste por mí. Enséñame a ver en cumplir tu voluntad, en guardar tu palabra en la caridad, un modo estupendo para agradarte.

Meditación del Papa Francisco
Es evidente que cuando los autores del Nuevo Testamento quieren reducir a una última síntesis, a lo más esencial, el mensaje moral cristiano, nos presentan la exigencia ineludible del amor al prójimo: "Quien ama al prójimo ya ha cumplido la ley [...]
De modo que amar es cumplir la ley entera". Así san Pablo, para quien el precepto del amor no sólo resume la ley sino que constituye su corazón y razón de ser: “Toda la ley alcanza su plenitud en este solo precepto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Y presenta a sus comunidades la vida cristiana como un camino de crecimiento en el amor: "Que el Señor os haga progresar y sobreabundar en el amor de unos con otros, y en el amor para con todos". También Santiago exhorta a los cristianos a cumplir "la ley real según la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo", para no fallar en ningún precepto. (S.S. Francisco, exhortación apostólica Evangelii gaudium, n. 161).

Reflexión
Este mensaje de Cristo sobre guardar sus mandamientos requiere que nosotros demos a conocer, por testimonio y por palabra, el Evangelio del Señor. Busquemos una oportunidad para compartir nuestra fe con alguien.

Propósito
Hacer un buen examen de conciencia ante Dios para descubrir con su ayuda un aspecto en particular donde me cuesta más identificarme con la caridad de Cristo.

Diálogo con Cristo
Jesús, tú lo has dado todo por mí para que yo sepa responder con similar amor. Tu amor exige que yo viva según lo que tú has querido enseñarme. Sólo de este modo encontraré la felicidad en esta vida y en la próxima. Ahora sólo quiero vivir para agradarte a ti.
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Autor: Juan José Hernández | Fuente: Catholic.net

domingo, mayo 18, 2014

Evangelio Mayo 18, 2014

Entrevista al Cristo de los caminos
Juan 14, 1-12.
Pascua.
Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida...y conociéndome a mí, ya han conocido al Padre.

Del santo Evangelio según san Juan 14, 1-12
No se turbe vuestro corazón. Creéis en Dios: creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas mansiones; si no, os lo habría dicho; porque voy a prepararos un lugar. Y cuando haya ido y os haya preparado un lugar, volveré y os tomaré conmigo, para que donde esté yo estéis también vosotros. Y adonde yo voy sabéis el camino." Le dice Tomás: "Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?" Le dice Jesús: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí. Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre; desde ahora lo conocéis y lo habéis visto." Le dice Felipe: "Señor, muéstranos al Padre y nos basta." Le dice Jesús: "¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me conoces Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: "Muéstranos al Padre"? ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí? Las palabras que os digo, no las digo por mi cuenta; el Padre que permanece en mí es el que realiza las obras. Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Al menos, creedlo por las obras. En verdad, en verdad os digo: el que crea en mí, hará él también las obras que yo hago, y hará mayores aún, porque yo voy al Padre.

Oración preparatoria
Dios mío, al iniciar esta meditación, te pido me concedas la gracia de confiar siempre en Ti. Que al igual que Tomás y Felipe te comente en mi oración mis preocupaciones, mis dudas, mis temores, pero que luego sepa callar para escucharte y así salir fortalecido en mi fe: una fe que me permita no sólo creer en Ti, sino también comunicarte a los demás.

Petición
Señor, dame la gracia de abrazar el Evangelio como mi guía en mi toma de decisiones.

Meditación del Papa Francisco
Cuando el hombre piensa que, alejándose de Dios, se encontrará a sí mismo, su existencia fracasa. La salvación comienza con la apertura a algo que nos precede, a un don originario que afirma la vida y protege la existencia. Sólo abriéndonos a este origen y reconociéndolo, es posible ser transformados, dejando que la salvación obre en nosotros y haga fecunda la vida, llena de buenos frutos. La salvación mediante la fe consiste en reconocer el primado del don de Dios, como bien resume san Pablo: “En efecto, por gracia estáis salvados, mediante la fe. Y esto no viene de vosotros: es don de Dios”.
20. La nueva lógica de la fe está centrada en Cristo. La fe en Cristo nos salva porque en él la vida se abre radicalmente a un Amor que nos precede y nos transforma desde dentro, que obra en nosotros y con nosotros. (S.S. Francisco, encíclica Lumen fidei, n. 19-20).

Reflexión
Imaginemos una plática con Jesús...:

Jesús amablemente nos atendió, y nuestra entrevista giró sobre aquellos momentos que se vivieron en la intimidad en la última cena, al despedirse Jesús de sus apóstoles. Quisimos preguntarle en primer lugar su estado de ánimo en esos momentos y si sus apóstoles estaban plenamente conscientes de lo que se les decía y de lo que le ocurriría pocas horas después.

Y nos dijo que "mis sentimientos en esos momentos eran encontrados", pues sentía que mi misión estaba a punto de concluir en su primera etapa y yo deseaba quedarme con los míos, con los que mi Padre me había encomendado, los quería tener como las gallinas resguardan a sus pollitos del frío de la noche y de los animales peligrosos. Pero al mismo tiempo yo sabía que tenía que regresar a mi Padre, a mi Buen Padre Dios, esto por muchas razones, en primer lugar porque ahí estaba mi lugar, cerca del Padre, era el lugar propio, pero también para preparar el lugarcito para todos los míos, para los que aceptaran a través del tiempo acogerse a mi cuidado. Se los dije claramente a mis amigos: "En casa de mi Padre hay muchas habitaciones... y voy a prepararles un lugar... pero volveré y los llevaré conmigo, para que donde yo esté, estén también ustedes".

Eran mis amigos, habían sido tan buenos conmigo, que me daba pena dejarles solos, por eso les prometí a mi Espíritu y les pedí que se mantuvieran unidos hasta que yo volviera.

Desafortunadamente, aunque estaban plenamente concientes, aunque me escuchaban no con los oídos sino con el corazón, de todas maneras no podían entenderme gran cosa, según colegí por la pregunta de Tomás y Felipe. Y sobre si estaban sabidos de lo que me ocurriría un poco después, yo creo que ni lo soñaron. Yo se los dije muchas veces y de alguna forma se daban cuenta del peligro que yo corría, pero no pensaron que estuviera tan cercano y sobre todo que era cosa de muerte y no de vida.

Precisamente íbamos a preguntarle a Jesús si los apóstoles entendían aquello de que se iba, pero que volvería y se quedaría con los suyos para siempre. Él me respondió cariñosamente: Cuando yo les hablé de que me iba, Tomasito, el intrépido Tomasito se atrevió a declarar que no sabían ni siquiera a dónde me dirigía y que por lo tanto no sabrían nunca el camino para seguirme. No podía enojarme con ellos, por eso les dije algo muy cierto: Yo soy el camino, la verdad y la vida y me vi en la necesidad de aclarar que nadie podía ir al Padre si no era precisamente a través de mí, ya que conociéndome a mí, ya habían conocido al Padre.

Eso que nos dices es muy interesante, y requeriría de muchas explicaciones, porque hoy muchas gentes se presentan como el "camino" que hay que recorrer, pero caminos de perdición, como los que ofrecen droga, o comercian con ella, y la ofrecen como la curación de todos los males y el descubrimientos de mundos desconocidos pero color de rosa o de multicolores sensaciones. Otras muchas personas se presentan como la verdad, aunque a decir verdad, hablan de "su" verdad, de la interpretación de las cosas a su modo, como las pobres mujeres que dicen que dado que su cuerpo es suyo y les pertenece totalmente, podrán tener la libertad de disponer de una vida que se ha alojado en su propio cuerpo en el momento que ellas no lo quieran, porque será un intruso al que no se le pidió venir. Pero precisamente por eso no hay muchas gentes que se declaren la "vida", porque ahora la verdad es que muchos están a favor de la muerte, algo por cierto inexistente, "la santa muerte", a la que pretenden darle culto, ignorando rotundamente que la muerte ya fue vencida precisamente por Cristo con su propia muerte y resurrección.

Pero nos distrajimos y no le habíamos preguntado a Jesús en qué paró aquella intervención de Tomás y Felipe. Jesús nos respondió cordialmente: Felipe, al considerar que yo me iba al Padre, a su casa y a preparar las habitaciones para los míos, me pidió: "Señor, muéstranos al Padre y con eso nos basta". Yo quería morirme de pena al comprender que tres años pasados cerca de aquellas gentes no habían bastado para hacerles comprender que "quien me ve a mí ve al Padre", y que las obras que yo realizaba diariamente las hacía en nombre del Padre y que las palabras que yo pronunciaba las pronunciaba precisamente en el nombre de mi Padre Dios. No acertaron al comprender que mi Padre está en mí yo en el Padre, que formamos una sola cosa y que el Espíritu Santo está constantemente con nosotros uniéndonos y fundiéndonos en un mutuo y claro amor.

Tuve que declararles también que "el que creyera en mí, haría las obras que yo hice y las haría aún mayores, porque yo me iba al Padre". Y pude constatar que después de veinte siglos, eso sigue siendo verdad, pues mis discípulos hacen obras mayores que las mías, cuando confían plenamente en mí. Y el ejemplo más cercano está en mi siervo Juan Pablo II que a su muerte logró congregar a más de 3 millones de personas.

Por último, me atreví a preguntarle a Jesús sobre el bautismo, sobre los cristianos, sobre los sacerdotes, y sobre todo el sacerdocio de los fieles. La verdad es que no acerté a formular la pregunta pero Jesús me entendió al instante y me contestó: “La Iglesia congregada por mi Espíritu, tiene por misión llevar mi Palabra, mi mensaje y mi Salvación a todas las gentes. La puerta seré yo y siempre yo. Tendré pastores que me auxilien en el pastoreo, pero la puerta de salvación sólo puedo serlo yo en persona. De entre los creyentes ya bautizados, yo me elijo cada tiempo a hombres comunes, normales, comunes y corrientes para guiar y conducir a mi pueblo.

No todos los hombres pueden ser sacerdotes y pararse frente a un altar, invocar al Espíritu Santo y hacerme presente entre los hombres. Pero también es verdad que todos los bautizados que hacen mi voluntad y ayudan a sus hermanos, aunque no digan Misa, están ejerciendo su sacerdocio bautismal, piensa por ejemplo en el obrero que hace pieza sobre pieza por ocho horas continuas, piensa en los albañiles que construyen miles y miles de casas y por las noches tienen que venir a dormir a verdaderos cucuruchos, piensa en el anciano que lo dio todo por formar a sus hijos, que al final lo echaron a dormir al parque más cercano, piensa en la madre de familia que por horas y horas se pasa la vida frente a la estufa o la plancha o los pantalones de los chavos que hay que dejar relucientes, aunque contra su voluntad deshilachados porque así los prefieren ellos.

Pero piensa también en los enfermos que en sus sufrimientos también están ejerciendo su sacerdocio y su misa. Por cierto cuentan de San Juan XXIII, el Papa sonriente, que estaba aquejado de una enfermedad intestinal e incurable, que siempre sonreía y sonreía, aunque sus entrañas ya estuvieran carcomidas. Cuando le anunciaron la gravedad de su enfermedad y de que se tenía que ir a camita, les dijo a sus ayudantes: "También la cama es un altar y yo ahora soy la víctima en ese altar. Mis enfermitos, cuando saben entregar su enfermedad, sus dolores, sus sufrimientos y su soledad, están sentados en un rico tesoro que les alcanzará hasta la vida eterna si saben asociar su dolor a mi dolor en la Cruz".

Propósito
Voy a escribir una nota, o enviar un correo electrónico, a esa persona que se ha alejado de la Iglesia, con la esperanza de que este saludo, en nombre de Cristo, pueda convertirse en una semilla de fe en su vida.
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Autor: Padre Alberto Ramírez Mozqueda. | Fuente: Catholic.net