domingo, junio 15, 2025

Santa Benilde de Córdoba, Mártir Mozárabe

Santa Benilde de Córdoba, Mártir Mozárabe, en TikTok

Junio 15

Benilde, nació en el año ca. 770, en la Córdoba emiral, en el seno de una familia acomodada. Siendo aún muy joven sintió un profundo sentimiento espiritual sobre la religión cristiana. Su formación tanto cultural como religiosa fue bastante buena, convirtiéndose en una reconocida matrona.


Pero cuando era bastante anciana, se desató en su Córdoba natal una terrible y cruenta persecución califal, contra el cristianismo de las que dejan huella, pues fue la gran era de los mártires cordobeses. Desde hacía dos años no cesaban los muertos por la fe cristiana. San Eulogio conoció personalmente a Benilde y nos cuenta que era “una mujer temerosa de Dios”, una anciana matrona que no estaba vinculada a ninguno de los monasterios de la ciudad.


Cuando a San Fandila, sacerdote natural de Guadix y gran catequista, fue degollado por su actividad cristiana el 13 de Junio de este año 853 y al día siguiente lo fueron Santa Digna religiosa contemplativa, y San Félix, monje de un convento de la capital y natural de Alcalá de Henares. Es decir, todo cristiano significativo estaba siendo eliminado para desarraigar la fe de Cristo y “evangelizar” Córdoba en el espíritu del Corán.


Como los moros eran bien conocedores de las costumbres cristianas, después de la ejecución, se quemaban los cuerpos de los mártires y sus cenizas las esparcían en el río Guadalquivir para evitar la creación de santuarios en las tumbas de los mártires. San Eulogio nos narra que al día siguiente del martirio de los Santos Anastasio, Félix y Digna, Benilde se presentó ante los jueces.


Ante ellos y a pesar de sus muchos años, Benilde se llenó de una gran valentía evangélica y enorme espiritualidad y alzó su grito de libertad en contra de la tiranía, proclamando en voz alta que prefería la Fe de Cristo, que la propia vida y la coherencia creyente al silencio cómplice con aquel “terrorismo de estado”.


Su gesto claro, generoso y valiente, enfureció a los jueces, que ordenaron inmediatamente que la apresaran y fuera tortura cruelmente. Como con las torturas seguía proclamando su Fe cristiana, el juez ordenó que fuera decapitada inmediatamente y posteriormente su cuerpo sin cabeza fuera colgado en unos palos y expuesto a toda la ciudad.


Pero no conforme con las órdenes emitidas, el juez les dijo a los verdugos, que tras ser expuesto el cuerpo en la ciudad, fuera incinerado y las cenizas esparcidas por las aguas del río Guadalquivir. Los verdugos finalmente cumplieron con las órdenes recibidas y dieron muerte a Benilde, en la Córdoba emiral. El alma de esta mártir mozárabe se elevó al Paraíso Celestial, a la presencia del Sumo Hacedor, el día 15 de junio del año 853.


Dicen los entendidos que las aguas del Guadalquivir bajan, desde entonces, “contaminadas” por el único barro que, en lugar de ensuciar, fecundan a la Iglesia andaluza, conocida por el pueblo cristiano como: “la riada del amor que no puede engañarse ni engañarnos”. Pienso que llegará el día, en el cual los viejos que están cerca de la Iglesia, nos podrán dar finalmente, más de una lección de vida comprometida con el evangelio y la Fe cristiana.

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