San José Freinademetz, Presbítero Misionero
Enero 28
Martirologio Romano: En la ciudad de Daijiazhuang, en la provincia de
Shandong, al sur de China, beato José Freinademetz, presbítero de la
Sociedad del Verbo Divino, que trabajó incansablemente en la
evangelización de aquella región (1908).
Fecha de canonización: 5 de octubre de 2003 por el Papa Juan Pablo II.
Giuseppe (José) Freinademetz nació el 15 de abril de 1852 en Oies, un
pequeño paraje de cinco casas entre los Alpes Dolomitas del norte de
Italia. Bautizado el mismo día de su nacimiento, heredó de su familia
una fe sencilla pero tenaz.
Ya durante sus estudios teológicos
en el seminario mayor diocesano de Bresanone comenzó a pensar seriamente
en las «misiones extranjeras» como una posibilidad para su vida.
Ordenado sacerdote el 25 de julio de 1875, fue destinado a la comunidad
de San Martino di Badia, muy cerca de su casa natal, donde pronto se
ganó el corazón de sus paisanos. Sin embargo, la inquietud misional no
lo había abandonado. Apenas dos años después de su ordenación se puso en
contacto con el P. Arnoldo Janssen, fundador de la casa misional que
pronto se convertiría oficialmente en la «Congregación del Verbo
Divino».
Con el permiso de su obispo, José llegó a la casa
misional de Steyl en agosto de 1878. El 2 de marzo de 1879 recibió la
cruz misional y partió hacia China junto a otro misionero verbita, el P.
Juan Bautista Anzer. Cinco semanas después desembarcaron en Hong Kong,
donde pasarán dos años preparándose para la misión que les fue asignada
en Shantung del Sur, una provincia con 12 millones de habitantes y sólo
158 bautizados.
Fueron años duros, marcados por viajes largos y
difíciles, asaltos de bandoleros y arduo trabajo para formar las
primeras comunidades cristianas. Tan pronto como lograba poner en pié
una comunidad, llegaba del obispo la orden de dejarlo todo y recomenzar
en otro lugar.
José comprendió pronto la importancia que tenían
los laicos comprometidos para la primera evangelización, sobre todo
como catequistas. A su formación dedicó muchos esfuerzos y preparó para
ellos un manual catequístico en chino. Al mismo tiempo, junto con Anzer
que ya había sido nombrado obispo, se empeñó en la preparación, atención
espiritual y formación permanente de sacerdotes chinos y de los otros
misioneros.
Toda su vida estuvo marcada por el esfuerzo de
hacerse chino entre los chinos, al punto de escribir a sus familiares:
«Yo amo la China y a los chinos; en medio ellos quiero morir, y entre
ellos ser sepultado».
En 1898 el trabajo incesante y las muchas
privaciones cobraron su precio. Enfermo de la laringe y con un
principio de tuberculosis, por insistencia del obispo y de los
cohermanos, pasó un tiempo en el Japón, en espera de recuperar la salud.
Volvió a China algo recuperado, aunque no curado.
A fines de
1907, mientras administraba la diócesis en ausencia del obispo que había
tenido que viajar a Europa, se desató una epidemia de tifus. José, como
buen pastor, prestó su asistencia incansable, hasta que él mismo
contrajo la enfermedad. Volvió inmediatamente a Taikia, sede de la
diócesis, donde murió el 28 de enero de 1908. Lo sepultaron bajo la
duodécima estación del Via Crucis y su tumba se volvió pronto un punto
de referencia y peregrinación para los cristianos.
Freinademetz
supo descubrir y amar profundamente la grandeza de la cultura del
pueblo al que había sido enviado. Dedicó su vida a anunciar el
Evangelio, mensaje del Amor de Dios a la humanidad, y a encarnar ese
amor en la comunión de comunidades cristianas chinas. Animó a esas
comunidades a abrirse en solidaridad con el resto del pueblo chino.
Entusiasmó a muchos chinos para que fueran misioneros de sus paisanos
como catequistas, religiosos, religiosas y sacerdotes. Su vida entera
fue expresión del que fue su lema: «El idioma que todos entienden es el
amor».
Fue beatificado por Paulo VI el 19 de Octubre de 1975 y canonizado por Juan Pablo II el 5 de Octubre de 2003.
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Fuente: Vatican.va
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