San Vincenciano de Tulle, Ermitaño
Enero 2
Martirologio Romano: En la región de Tulle, en Aquitania (hoy Francia), san Vincenciano, eremita.
La única fuente de información que poseemos sobre este santo es muy poco de fiar. c. 730.
Se trata de una biografía cuyo autor, un diácono llamado Hermemberto,
intenta hacerse pasar por tutor de Vicenciano, aunque vivió lo
suficiente para escribir esta vida después de muerto su pupilo. Según
dicha «biografía», Vicenciano perdió a sus padres cuando era todavía muy
niño, y fue educado por un tal Heraldo, duque de Aquitania.
De
acuerdo con san Didier, obispo de Cahors, Heraldo decidió que un
talento tan brillante como el de Vicenciano no podía encontrar mejor
empleo que sirviendo a Dios en el sacerdocio. Pero Beraldo murió poco
después y su hijo y heredero obligó al obispo a enviar a Vicenciano a
servir en los establos del nuevo duque. Para entonces Vicenciano había
adquirido ya una ferviente piedad; repartió, pues, sus vestidos entre
los pobres, se negó a casarse con la mujer que su señor quería imponerle
y, por último, ante la fuerza de los golpes y de las amenazas, huyó al
bosque, donde vivió como ermitaño en la región de Tulle, en Aquitania
(hoy Francia). Discípulo de san Menelao.
Inútil hablar de los
extravagantes milagros que caracterizan cada una de las etapas de esta
vida. Vicenciano murió, como le había sido revelado en una visión. Y la
leyenda continúa... un carro tirado por dos bueyes transportó las
reliquias del santo al sitio que éstas iban a hacer famoso. En el
camino, un oso mató a uno de los bueyes, pero un discípulo del santo
mandó al oso que ocupara el sitio del buey que había matado, y la fiera
obedeció dócilmente y se puso a tirar el carro.
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