Beata María de Jesús Deluil-Martiny, Fundadora
Febrero 27
Fundadora de la Congregación de la Hijas del Corazón de Jesús
Martirologio Romano: En Marsella, en Francia, beata María de Jesús
Deluil Martiny, virgen, que fundó la Congregación de la Hijas del
Corazón de Jesús y, herida de muerte por un sedicioso, concluyó su vida
derramando su sangre en íntima unión con la Pasión de Cristo (1884).
Fecha de beatificación: 22 de octubre de 1989 por el Papa Juan Pablo II.
María Deluil-Martiny nace en Marsella el 28 de mayo de 1841. Su padre
es un brillante abogado y un cristiano comprometido. Su madre, digna
sobrina biznieta de la venerable Ana Magdalena Remuzat, la visitandina
que, durante la peste de 1720, había conseguido que Marsella se
consagrara al Corazón de Jesús. Así, la devoción al Sagrado Corazón era
considerada algo así como "patrimonio familiar".
María recibe
la primera educación en el pensionado que en aquella época existía en la
Visitación. Las Hermanas cuentan un día sus travesuras a Mons. de
Mazenod, fundador de los Oblatos de María Inmaculada (canonizado en
1995), que les responde: " No se inquieten, son cosas de niña; ya verán
cómo un día será la santa María de Marsella" .
A los 16 años,
prosigue su formación en Lyon con las religiosas del Sagrado Corazón
fundadas por la M. Barat. Al final de sus estudios hace un retiro en el
que decide entregarse sin reservas al Corazón de Jesús. En el camino de
regreso a su casa, pasa por Ars, para pedir consejo al santo Cura que le
deja entrever que pasará mucho tiempo antes de que pueda realizar su
vocación.
Seguirá un largo período de espera, en el que la
joven conocerá toda una serie de pruebas: familiares, con la muerte de
sus cuatro hermanos (ella es la mayor), crisis espiritual, situación
difícil de la Iglesia, guerra en Francia.
La Guardia de Honor
Comienzos de 1864. María tiene 22 años. Providencialmente cae en sus
manos un sencillo folleto procedente de la Visitación de
Bourg-en-Bresse, titulado: Guardia de honor del Sagrado Corazón: fin de
la obra. La joven lee y relee esas líneas que parecen dirigidas a su
alma de fuego. El 7 de febrero escribe al Monasterio de Bourg
solicitando ser inscrita en el Cuadrante y ofreciéndose llena de
entusiasmo para trabajar por la obra.
Comienza entonces una
activa correspondencia entre Hna. María del Sagrado Corazón y la "
pequeña María ", como la llama cariñosamente la fundadora.
María consigue su primer éxito haciendo llegar la Guardia de Honor hasta
la misma santa Sofía Barat, que se inscribe con todas sus religiosas.
Pero aún es mayor el que obtiene en junio de ese mismo año 1864. El día
5, el Cardenal de Villecourt consagra solemnemente la nueva iglesia de
nuestra Sra. de la Guardia, en Marsella. Es una ceremonia impresionante a
la que asiste también el Cardenal Pitra y gran número de obispos
franceses. María sueña: ¡si pudiera hablarles de su Obra querida! Y. su
sueño se hace realidad: los dos cardenales y 20 obispos se inscriben en
la Guardia de Honor y le dan su apoyo. Este resultado no hace más que
redoblar el ardor de la joven marsellesa que se encarga de imprimir los
"billetes celadores" destinados a los seglares y compuestos por Hna.
María del Sagrado Corazón, y de hacer las medallas de la asociación,
contando siempre y en todo con la aprobación de la Visitación, donde
consulta hasta los menores detalles.
En mayo de 1865 hace un
retiro en el Monasterio de Bourg y recibe una de las mayores gracias de
su vida, según sus propias palabras, al verse libre de los escrúpulos
que la asaltaban desde su infancia.
Una carta suya nos revela el estado de la asociación a comienzos de 1866:
"La Providencia ha extendido esta obra en tres años de una forma que
testimonia cuánto le agrada esta piadosa asociación: 78 obispos
inscritos, ricas indulgencias, erección canónica en 25 diócesis, el
número de asociados de este segundo año se eleva a 98.000, frutos
consoladores en numerosas parroquias y en una multitud de comunidades
religiosas, todo eso es una prueba de que Dios bendice la Guardia de
honor y de que el mismo Corazón de Jesús la dirige".
En 1866
María cree que ha llegado el momento de realizar sus deseos de
consagrarse a Dios y piensa que su lugar es la Visitación. Sin embargo,
el Señor tiene otros designios sobre ella. Aún habrá que esperar.
Un año más tarde se hace aún más estrecha la colaboración entre Hna.
María del Sagrado Corazón y María Deluil-Martiny: la composición del
Manual de la Guardia de Honor acapara sus energías. Mutuamente se animan
a sufrir con amor, por el Corazón de Jesús, las mil dificultades y
contradicciones que encuentran. ¡La cruz es la señal de todas las obras
de Dios!
Fundadora de las Hijas del Corazón de Jesús
Poco a
poco, se va delineando mejor el plan para el que el Señor ha escogido a
María, aunque ella no imagina que está llamada a ser la piedra
fundamental de una nueva orden religiosa. Hna. María del Sagrado
Corazón, a la que la joven llama "la madre de mi alma", la anima. Sabe
que va a perder a su primera celadora, pero no se entristece, pues las
Hijas del Corazón de Jesús (así se llamarán las futuras religiosas)
dedicadas a la reparación de los sacrilegios, mediante la adoración y la
oblación en y con Jesús-Hostia, vivirán en plenitud los fines de la
Guardia de Honor.
Cuando su director espiritual, el P. Calage,
S.I. le descubre que la fundadora de la nueva obra será ella misma,
María está a punto de retroceder, pero en seguida, aunque sintiendo su
incapacidad, se somete a la voluntad divina y se abandona a ella.
Las circunstancias la llevan a fundar el primer monasterio en Bélgica,
bajo la tutela del Cardenal Dechamps, el 20 de junio, fiesta del Corazón
de Jesús.
La que en adelante se llamará M. María de Jesús
recoge los deseos del Sagrado Corazón expresados a santa Margarita María
de Alacoque y los introduce en la Regla de su Instituto, que es la de
san Ignacio, adaptada a la vida contemplativa de clausura.
Desde este momento, sin olvidar a la Guardia de Honor -de la que sus
monasterios serán siempre ardientes propagadores- y manteniendo sus
relaciones con la Visitación y con Hna. María del Sagrado Corazón, a la
que pide consejo en numerosas ocasiones, la M. María de Jesús se entrega
incansablemente a la formación de sus nuevas hijas. Cuando se trata de
la gloria del Corazón de Jesús nada la detiene.
La Obra atrae a
numerosas jóvenes: en 1877 se abre una nueva casa en Aix-en-Provenza, y
en 1879 otra en la Servianne, propiedad de la familia Deluil-Martiny a
las afueras de Marsella.
Aquí será donde la M. María de Jesús
verá cumplidos sus deseos de unir incluso materialmente su sangre al
Sacrificio de Cristo. En efecto, el 27 de febrero de 1884, miércoles de
ceniza, la fundadora, que no ha cumplido aún los 43 años, cae abatida
por las balas de un joven anarquista al que había acogido con bondad,
ofreciéndole trabajo. Asesinada en el jardín de su propio convento, sus
últimas palabras son: " ¡Yo le perdono! ¡por la Obra.!"
La glorificación
El 22 de octubre de 1989, Juan Pablo II beatificaba a M. María de Jesús
Deluil-Martiny. Presentándola como modelo a toda la Iglesia, el Santo
Padre decía: "La figura de María de Jesús merece ser honrada y deseo que
meditéis el mensaje de sus notas espirituales y de la fundación de su
Instituto religioso. El amor de María de Jesús a la Eucaristía es
ejemplar; ella comprendió en profundidad la ofrenda que Cristo hace de
sí mismo al Padre por la salvación del mundo".
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Fuente: Visitacionmaria.com
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