Beato Federico de Hallum, Abad Premostratense
Marzo 3
Federico de Mariengaarde o de Frisia.
Martirologio Romano: En Frisia, beato Federico (Frederik), presbítero,
que siendo párroco en la ciudad de Hallum, llegó a ser después abad del
monasterio de Mariengaarde, de la Orden Premostratense (1175).
Fecha de beatificación: Culto confirmado en 1728 por el Papa Benedicto XIII.
Federico Feikone era el hijo de una pobre viuda de Hallum en Frisia
(ahora en Holanda). Su vocación sacerdotal era notoria en su infancia
por lo que su párroco le dio sus primeras lecciones de latín. Estudió
artes liberales y las Sagradas Escrituras en Münster. Federico tenía una
devoción especial a la Santísima Virgen María, a San Juan Evangelista, y
Santa Cecilia. Al regreso de de Münster, fue maestro. Fue ordenado
sacerdote siendo ya bastante mayor. Fue designado como sacerdote
auxiliar en la parroquia de Hallum donde fue creciendo su prestigio.
Federico deseaba construir un hospital y consultó al obispo Godfrey de
Utrecht (1156-1177) solicitando su permiso para establecer un para el
permiso de establecer un monasterio de canónigos. Para el efecto acudió a
la abadía Norbertina de Mariënweerd como novicio en la vida monástica.
Posteriormente recorrió ciudades y pueblos buscando compañeros para su
monasterio. En 1163 él construyó la iglesia del monasterio y la dedicó a
la Virgen María (Mariëngaarde). Al principio los sacerdotes y monjas
vivían bajo el mismo techo, pero pronto las hermanas fueron trasladadas a
su propio monasterio: Belén en Oudkerk.
En este punto viajo a
Steinfeld para unir la fundación a la Orden Norbertina. Federico era el
abad, párroco de Hallum, y rector de Belén, todo al mismo tiempo. Un
seminario para educar a los futuros sacerdotes fue anexado a la abadía,
mismo que ganó fama en poco tiempo. Mientras visitaba el convento
Norbertino de Belén se sintió enfermo y regresó a Hallum. En la iglesia
en la cual él había celebrado su primera Misa también celebraría la
última.
Después de la Misa, retorno a la abadía para morir. Les
habría dicho a sus hermanos conventuales: “Recen por mí, porque yo no
pude atender a los pobres tanto como deseaba por la pobreza del
monasterio”. Los motivó a seguir la Regla y les aseguró que él nunca
abandonaría a los monjes de su abadía mientras ellos permanecieran
fieles. Murió el 3 de marzo de 1175.
Ocurrieron tantos milagros
entre quienes acudían a pedir su intercesión al pie de su tumba, que la
iglesia de Mariëngaarde llegó a ser un sitio de peregrinación muy
visitado.
En 1614, durante el ataque calvinista en Frisia, el
Abad Nicolas Chamart envió las reliquias a la abadía de Bonne-Espérance
(Buena Esperanza) en Vellereille (Bélgica) donde fueron sepultados en la
iglesia abacial en 1616. Durante la Revolución Francesa los restos
fueron ocultados en Vellereille, y en 1938, durante el período del Abad
Bouven, se trasladaron a la abadía de Notre-Dame de Leffe en Dinant
(Bélgica).
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Autor: Xavier Villalta Andrade
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