Martirologio Romano: En Cesarea de Palestina, santos Valentina, Tea y Pablo, mártires durante la persecución llevada a cabo en tiempo del emperador Maximiano, siendo prefecto Firmiliano. Valentina, virgen, por haber tirado a tierra de un puntapié la ara levantada en honor de los dioses, fue arrojada al fuego junto con Tea, virgen también, después de haber sido cruelmente atormentada, volando de este modo al encuentro del Esposo. Pablo, condenado a muerte, habiendo conseguido un breve tiempo para orar, rogó encarecidamente por la salvación de todos y seguidamente fue decapitado, recibiendo la corona del martirio (308).
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| Santas Valentina y Tea |
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Santos Valentina, Tea y Pablo de Palestina
-Santa Valentina – Virgen y Mártir
Fiesta litúrgica: 25 de julio
Lugar del martirio: Cesarea y Gaza, Palestina
Fecha: Año 308, bajo el emperador Maximino II y el prefecto Firmiliano
Santa Valentina – Virgen y Mártir
Fecha de martirio: 25 de julio del año 308
Lugar: Cesarea de Palestina
Fuentes: Historia Eclesiástica VIII, 6 – Eusebio de Cesarea
Santa Valentina fue una joven virgen cristiana originaria de Cesarea de Palestina, conocida por su valentía y firmeza de espíritu. Aunque Eusebio la describe como “de aspecto físico despreciable”, resalta que su alma era más fuerte que la de todos sus compañeros. Su testimonio no se basa en belleza exterior, sino en una fe ardiente y una caridad heroica.
El martirio
Durante las persecuciones del gobernador Firmiliano, Valentina presenció cómo su compañera Tea era brutalmente torturada por negarse a sacrificar a los ídolos. Incapaz de soportar el espectáculo, Valentina se adelantó al tribunal y gritó:
“¿Por qué tratas con tanta crueldad a esta mi hermana? ¿Me quieres torturar a mí igual que a esta joven?”
Firmiliano ordenó que la arrastraran al altar pagano. Allí, Valentina pateó el brasero, esparciendo las brasas por el suelo en un gesto de desafío. Enfurecido, el gobernador mandó que ambas fueran revolcadas sobre las brasas y luego quemadas vivas. Su martirio fue público y conmovedor.
Legado
Valentina es recordada como “la valiente”, una mujer que encarnó la defensa de la fe y la solidaridad cristiana. Su acto de intercesión por Tea la convierte en símbolo de caridad fraterna, y su martirio en testimonio de fidelidad absoluta a Cristo.
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-Santa Tea o Thea – Virgen y Mártir
Fecha de martirio: ca. 308 d.C.
Lugar: Cesarea de Palestina
Fuentes: Eusebio de Cesarea, Historia Eclesiástica VIII, 6
Santa Tea fue una joven cristiana virgen que vivía en Cesarea durante la persecución de Diocleciano. Su nombre aparece junto al de Santa Valentina en el relato de Eusebio, quien describe cómo ambas fueron arrestadas por confesar su fe. Tea, aunque menos conocida que Valentina, fue igualmente firme en su testimonio. Juntas fueron llevadas ante el tribunal, donde se negaron a ofrecer sacrificios a los ídolos.
El gobernador ordenó que fueran cruelmente torturadas. Tea soportó los tormentos con serenidad, fortalecida por su fe y por la presencia de Valentina. Finalmente, ambas fueron quemadas vivas en el anfiteatro, entregando su alma a Dios en medio de las llamas. Su martirio fue público y conmovedor, y su memoria se preservó en la tradición palestina como ejemplo de pureza, valentía y comunión espiritual. Amenazada con ser enviada a un lupanar, respondió con firmeza y fe.
• Martirio: Fue azotada, torturada y finalmente quemada viva junto a Valentina.
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-San Pablo de Palestina – Confesor y Mártir
Fecha de martirio: ca. 308 d.C.
Lugar: Cesarea de Palestina
Fuentes: Eusebio de Cesarea, Historia Eclesiástica VIII, 6
San Pablo fue un cristiano adulto que ya había sufrido torturas por su fe antes del martirio final. Eusebio lo llama “confesor”, título reservado a quienes sobrevivían a la persecución pero permanecían firmes. En el año 308, fue arrestado nuevamente junto a las vírgenes Valentina y Tea. Aunque debilitado físicamente, su espíritu estaba encendido por la caridad y el deseo de unión con Cristo.
Durante el juicio, Pablo defendió a las jóvenes y reafirmó su fe con palabras llenas de convicción. Fue condenado a morir con ellas, y los tres fueron llevados al anfiteatro. Allí, Pablo fue el primero en ser ejecutado, dando ejemplo de fortaleza y entrega. Su testimonio inspiró a las vírgenes a abrazar el martirio con serenidad.
• Oración final: Rogó por sus compatriotas, por la propagación de la fe, por los presentes, por el emperador, el juez y el verdugo.
• Martirio: Fue decapitado, recibiendo la corona del martirio.






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