San
Eusebio, Papa y Mártir
Agosto 17 - Septiembre 26
Agosto 17 - Septiembre 26
31-San Eusebio: Grecia; Abril 18, 309 - Agosto 17, 309 (310).
Nació en Casano jonico (de origen griego). Mártir. Elegido el 18.IV.309. Durante su pontificado continuaron las polémicas sobre los apóstatas que llevaron a la Iglesia al borde del cisma. Consiguió mantener posiciones firmes pero actuó con gran caridad. Sufrió el martirio en Sicilia.
Martirologio Romano: En Sicilia, muerte de san Eusebio, papa, valeroso
testigo de Cristo, que fue deportado por el emperador Majencio a esa isla, donde
dejó la patria terrena para merecer la patria celestial. Trasladado su cuerpo a
Roma, fue enterrado en el cementerio de Calixto (310).
Fue el 31º Papa de la Iglesia Católica, desde abril de 309 hasta agosto de 309.
Eusebio nació en Grecia y era hijo de un médico. Fue elegido para suceder al Papa San Marcelo; pero su pontificado duró apenas unos meses. El pontificado de San Marcelo se había visto turbado por el problema del trato que debía darse a los que habían apostatado durante la persecución de Diocleciano. Un tal Heraclio y sus seguidores se opusieron al Pontífice; muy probablemente Heraclio era uno de los que habían apostatado y quería ser admitido nuevamente en la comunión de la Iglesia sin penitencia alguna. Una inscripción del Papa San Dámaso en la tumba de San Eusebio, quien fue sepultado en el cementerio de Calixto, recuerda que la disputa se prolongó hasta el pontificado de nuestro santo y produjo numerosos desórdenes y pleitos en la Iglesia de Roma.
A lo que parece, los "lapsos" o apóstatas intentaron introducirse por la fuerza en las reuniones de los fieles. El tumulto fue tan grande, que el emperador Majencio desterró a San Eusebio y a Heraclio de la ciudad. El Pontífice se trasladó a Sicilia, donde murió poco después.
Fue el 31º Papa de la Iglesia Católica, desde abril de 309 hasta agosto de 309.
Eusebio nació en Grecia y era hijo de un médico. Fue elegido para suceder al Papa San Marcelo; pero su pontificado duró apenas unos meses. El pontificado de San Marcelo se había visto turbado por el problema del trato que debía darse a los que habían apostatado durante la persecución de Diocleciano. Un tal Heraclio y sus seguidores se opusieron al Pontífice; muy probablemente Heraclio era uno de los que habían apostatado y quería ser admitido nuevamente en la comunión de la Iglesia sin penitencia alguna. Una inscripción del Papa San Dámaso en la tumba de San Eusebio, quien fue sepultado en el cementerio de Calixto, recuerda que la disputa se prolongó hasta el pontificado de nuestro santo y produjo numerosos desórdenes y pleitos en la Iglesia de Roma.
A lo que parece, los "lapsos" o apóstatas intentaron introducirse por la fuerza en las reuniones de los fieles. El tumulto fue tan grande, que el emperador Majencio desterró a San Eusebio y a Heraclio de la ciudad. El Pontífice se trasladó a Sicilia, donde murió poco después.
Como el destierro fue una consecuencia de la
firmeza con que exigió el cumplimiento de los cánones, el pueblo cristiano le
veneró como mártir en una época. San Dámaso le da también el título de
mártir.
Fue enterrado en la catacumba de Calixto I en
Roma.
Más
tarde su cuerpo fue trasladado en San Sebastián Extramuros.
Su festividad se celebra el 26 de
septiembre.
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Fuente: oremosjuntos.com
Sucesor del Papa San Marcelo I, su pontificado fue corto, en el año 309 ó
310. El Catálogo Liberiano dice que duró sólo cuatro meses, del 18 de abril al
17 de agosto de 309 ó 310.
Sabemos algunos detalles de su carrera de un epitafio
en su tumba, que fue mandado a hacer por el Papa San Dámaso I. Este epitafio
llegó a nosotros a través de transcripciones antiguas. Unos pocos fragmentos del
original, junto con una copia en mármol del siglo VI hecha para sustituir el
original después de su destrucción, fueron hallados por De Rossi en la capilla
papal, en las catacumbas de San Calixto.
De este epitafio surge que las graves disensiones internas causadas en la
Iglesia Romana por la readmisión de los apóstatas (lapsi) durante la persecución
de Diocleciano, y que habían surgido ya bajo Marcelo, continuaron durante el
papado de Eusebio. Ese último mantenía la actitud de la Iglesia Romana, adoptada
después de la persecución de Decio (250-251), que los apóstatas no debían ser
excluidos por siempre de la comunión eclesiástica, sino por otro lado, debían
ser readmitidos sólo después de haber hecho una adecuada penitencia (Eusebius
miseros docuit sua crimina flere).
Una facción de cristianos en Roma bajo el liderazgo de un tal Heraclio se
oponía a este punto de vista. No se ha determinado si Heraclio y sus seguidores
propugnaban una interpretación de la ley más rigurosa (novacianismo) o más
indulgente. Esta última, sin embargo, es por mucho más probable en la hipótesis
de que Heraclio era el jefe de un partido compuesto por apóstatas y sus
seguidores, que demandaban la inmediata restauración al cuerpo de la Iglesia.
Dámaso describe en términos muy fuertes el conflicto que sobrevino (seditcio,
cœdes, bellum, discordia, lites). Es probable que Heraclio y sus adeptos
buscaran por la fuerza su admisión al culto divino, lo cual resentían los fieles
reunidos en Roma alrededor de Eusebio. En consecuencia, ambos Eusebio y Heraclio
fueron desterrados por el emperador Maxentio. Eusebio, en particular, fue
exiliado a Sicilia, donde murió muy pronto.
El Papa San Melquíades ascendió a la Silla Papal el 2 de julio de 311. El
cuerpo de su predecesor fue traído a Roma, probablemente en 311, y el 26 de
septiembre (según el "Depositio Episcoporum" en el cronógrafo de 354) fue
colocado en un cubículo separado de la catacumba de San Calixto.
Su firme defensa de la disciplina eclesiástica y el destierro que sufrió
por ello causaron que fuera venerado como un mártir, y en su epitafio el Papa
Dámaso honró a Eusebio con dicho título.
Su fiesta se celebra todavía el 26 de septiembre.
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Bibliografía: Liber pontificalis, ed. DUCHESNE, I, 167; DE ROSSI, Roma sotterranea, II (Rome 1867), 191-210: NORTHCOTE AND BROWNLOW, Roma sotterranea, 2nd ed. (London, 1879); LIGHTFOOT, Apostolic Fathers, 2nd ed. I, I, 297-299; IHM, Damasi Epigrammata (Leipzig, 1895), 25, num. 18; Acta SS., Sept., VII, 265-271; Carini, I lapsi e la deportazione in Sicilia del Papa S. Eusebio (Rome, 1886); LANGEN, Geschichte der römischen Kirche, I (Bonn, 1881), 380-382.
Bibliografía: Liber pontificalis, ed. DUCHESNE, I, 167; DE ROSSI, Roma sotterranea, II (Rome 1867), 191-210: NORTHCOTE AND BROWNLOW, Roma sotterranea, 2nd ed. (London, 1879); LIGHTFOOT, Apostolic Fathers, 2nd ed. I, I, 297-299; IHM, Damasi Epigrammata (Leipzig, 1895), 25, num. 18; Acta SS., Sept., VII, 265-271; Carini, I lapsi e la deportazione in Sicilia del Papa S. Eusebio (Rome, 1886); LANGEN, Geschichte der römischen Kirche, I (Bonn, 1881), 380-382.
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Fuente: Kirsch, Johann Peter. "Pope St. Eusebius." The Catholic
Encyclopedia. Vol. 5. New York: Robert Appleton Company, 1909. <newadvent.org>.
Traducido por Luz María Hernández Medina.
Tomado
de: ec.aciprensa.com
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