Id por todo el mundo
Día Mundial de las Misiones
Mateo 28, 16-20.
Todos recibimos el mandato divino de ir y predicar el Evangelio a todos.
Del santo Evangelio según san Mateo 28, 16-20
Los
once discípulos fueron, pues a Galilea, al monte donde les había
ordenado Jesús. Y al verlo lo adoraron; algunos, sin embargo, dudaron. Y
llegándose Jesús les habló, diciendo: "Todo poder me ha sido dado en el
cielo y sobre la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todos los
pueblos bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo; enseñándoles a conservar todo cuanto os he mandado. Y mirad que
Yo estaré con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo".
Oración introductoria
Padre,
en estos momentos en que recordamos tu petición de llevar a todos tu
Palabra, te queremos pedir que creamos en la fuerza, en el amor, en la
misericordia que puede llevar a todos. Que a pesar de todas las
dificultades, "nada es imposible para Ti", que sigues haciendo "grandes
cosas" a través de cuantos, saben entregarse con disponibilidad
incondicional.
Petición
Señor, dame la docilidad para saber abandonarme en tu Providencia divina y ser un auténtico testigo de tu amor.
Meditación del Papa Francisco
En
muchas regiones escasean las vocaciones al sacerdocio y a la vida
consagrada. A menudo esto se debe a que en las comunidades no hay un
fervor apostólico contagioso, por lo que les falta entusiasmo y no
despiertan ningún atractivo. La alegría del Evangelio nace del encuentro
con Cristo y del compartir con los pobres. Por tanto, animo a las
comunidades parroquiales, asociaciones y grupos a vivir una vida
fraterna intensa, basada en el amor a Jesús y atenta a las necesidades
de los más desfavorecidos. Donde hay alegría, fervor, deseo de llevar a
Cristo a los demás, surgen las verdaderas vocaciones. Entre éstas no
deben olvidarse las vocaciones laicales a la misión. Hace tiempo que se
ha tomado conciencia de la identidad y de la misión de los fieles laicos
en la Iglesia, así como del papel cada vez más importante que ellos
están llamados a desempeñar en la difusión del Evangelio. Por esta
razón, es importante proporcionarles la formación adecuada, con vistas a
una acción apostólica eficaz. Papa Francisco, Vaticano, 8 de junio de 2014, Solemnidad de Pentecostés
Reflexión
En
todos los países del mundo hoy se hace oración por las misiones y por
los misioneros que se encargan de llevar la palabra de Dios a los que no
lo conocen o a los que lo han olvidado.
¿Por qué se dedica este día a las misiones?
Se
tiene un domingo dedicado a las misiones porque todas las personas
necesitamos de Dios para poder llegar al cielo. Los misioneros tienen
como tarea enseñarnos el Evangelio para poder alcanzar la vida eterna.
Su labor es de capital importancia.
Los
misioneros son personas que van a otros lugares para hablar a los
hombres de Jesús, para enseñarles a rezar, para decirles que todos
debemos amarnos y ayudarnos los unos a los otros, para anunciarles la
buena nueva: que Dios nos ama y quiere que todos los hombres se salven.
Atienden
leprosarios, hospitales, hogares para huérfanos y ancianos,
dispensarios, colegios, universidades. Su labor no es fácil, se les
presentan muchas dificultades que tienen que vencer para lograr
transmitir la palabra de Dios a los demás.
Necesitan de nuestra ayuda espiritual, humana y material.
Los
misioneros son personas que van a otros lugares para hablar a los
hombres de Jesús llevándoles el Evangelio. Existen misioneros por todo
el mundo que necesitan de nuestra ayuda espiritual, humana y material.
La labor de un misionero es muy valiosa.
El
primer campo de misiones es nuestro propio hogar, con nuestros hijos y
familiares. Ahí el cristiano ha de ser testigo de Jesús, ha de dejar ese
buen aroma a Cristo.
El
mundo del trabajo, ahí donde realices tus actividades diarias, sea en
la fábrica, en el campo, en la carretera, en el hogar, ahí donde haya un
cristiano, habrá un testimonio de alguien que sabe que Jesús ha
resucitado, que está esperándonos con las manos abiertas para darnos la
felicidad eterna.
Finalmente,
el cristiano podrá buscar los apostolados que le permitan llevar a más
personas, a más hijos de Dios el mensaje de Salvación. ¿Cuántas gentes
de tu comunidad no conocen a Jesús y no hay nadie que se los lleve? Ahí
estarás tú, como misionero, ayudando a los demás a que descubran,
encuentren, conozcan y se enamoren del Señor.
La
vocación al apostolado es para todo los cristianos. No podemos
quedarnos con las manos cruzadas cuando tantos y tantos enemigos de Dios
andan por ahí, confundiendo a los demás.
Todo
cristiano está llamado por vocación a la evangelización, al apostolado.
Todos recibimos el mandato divino de ir y predicar el Evangelio a toda
creatura.
El
apostolado ha de ser inspirado por la oración, pues nadie puede dar lo
que no tiene. En el apostolado, lo que llevamos a los demás es al mismo
Jesucristo. Y, ¿cómo llevarlo, cómo hablar de Él, como invitar a los
demás que lo conozcan si yo no lo conozco? Y al Señor se le conoce en la
oración, en el trato cercano y familiar. Teme al que habla mucho de
Dios pero no habla con Dios.
Hoy,
más que nunca, se necesita que todos los fieles cristianos nos
comprometamos generosamente a predicar el Evangelio en la comunidad
donde nos encontremos, pues hay muchos enemigos de Cristo y de su
Iglesia que buscan destruirla.
• Jesucristo nos dio su último mandato el día de la Ascensión al Cielo.
• Este mandato fue: "Vayan y prediquen el Evangelio a toda creatura".
• Todo cristiano tiene por vocación llevar la buena nueva a los demás.
• Empecemos el apostolado en casa y en el trabajo. Luego vayamos más allá.
• El alma de todo apostolado es la oración.
Propósito
No
podemos quedarnos sentados mientras el mal crece en el mundo. No
podemos dejar a los sacerdotes y catequistas toda la tarea de
evangelización. No. Nos corresponde a todos como cristianos colaborar
con la oración y dar a conocer el amor de Cristo a todos los que nos
rodean.
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Por: Catholic.net | Fuente: Catholic.net
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