La purificación del Templo
Tiempo Ordinario
Juan
2, 13-22.
Hoy sigue habiendo mercaderes en el Templo.
¿Qué está en mis manos hacer?
Del santo Evangelio según san Juan 2, 13-22
Cuando se acercaba la Pascua de los judíos, Jesús llegó a Jerusalén y
encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas, palomas, y a
los cambistas con sus mesas. Entonces hizo un látigo de cordeles y los
echó del templo, con todo y sus ovejas y bueyes; a los cambistas les
volcó las mesas y les tiró al suelo las monedas; y a los que vendían
palomas les dijo: "Quiten todo de aquí y no conviertan en un mercado la
casa de mi Padre". En esos momentos, sus discípulos se acordaronde lo
que estaba escrito: El celo de tu casa me devora. Después intervinieron
los judíos para preguntarle: "¿Qué señal nos das de que tienes autoridad
para actuar así?" Jesús les respondió: "Destruyan este templo y en tres
días lo reconstruiré". Replicaron los judíos: "Cuarenta y seis años se
ha llevado la construcción del templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres
días?" Pero Él hablaba del templo de su cuerpo. Por eso, cuando resucitó
Jesús de entre los muertos, se acordaron sus discípulos de que había
dicho aquello y creyeron en la Escritura y en las palabras que Jesús
había dicho.
Oración introductoria
Padre mío, te pido guíes mi oración para que aumente mi fe y mi celo por
estar siempre dispuesto a defender la verdad que me has revelado en la
Sagrada Escritura. Sé que siempre me escuchas, dame la capacidad de
percibir tu voz, Señor y Dios mío.
Petición
Señor, concédeme corresponder a tu inmenso amor siendo siempre fiel a tu Palabra.
Meditación del Papa Francisco
El
templo es un lugar donde la comunidad va a rezar, a alabar al Señor, a
darle gracias, pero sobre todo a adorar: en el templo se adora al Señor.
Y este es el punto importante. También, esto es válido para las
ceremonias litúrgicas, ¿qué es más importante? Lo más importante es la
adoración: toda la comunidad reunida mira al altar donde se celebra el
sacrificio y adora. Pero, yo creo - humildemente lo digo - que nosotros
cristianos quizá hemos perdido un poco el sentido de la adoración y
pensamos: vamos al templo, nos reunimos como hermanos - ¡es bueno, es
bonito! - pero el centro está donde está Dios. Y nosotros adoramos a
Dios.
¿Nuestros
templos, son lugares de adoración, favorecen la adoración? ¿Nuestras
celebraciones favorecen la adoración? Jesús echa a los mercaderes que
habían tomado el tempo por un lugar de comercio más que de adoración.
(Cf. S.S. Francisco, 22 de noviembre de 2013, homilía en Santa Marta).
El
templo es un lugar donde la comunidad va a rezar, a alabar al Señor, a
darle gracias, pero sobre todo a adorar: en el templo se adora al Señor.
Y este es el punto importante. También, esto es válido para las
ceremonias litúrgicas, ¿qué es más importante? Lo más importante es la
adoración: toda la comunidad reunida mira al altar donde se celebra el
sacrificio y adora. Pero, yo creo - humildemente lo digo - que nosotros
cristianos quizá hemos perdido un poco el sentido de la adoración y
pensamos: vamos al templo, nos reunimos como hermanos - ¡es bueno, es
bonito! - pero el centro está donde está Dios. Y nosotros adoramos a
Dios.
¿Nuestros
templos, son lugares de adoración, favorecen la adoración? ¿Nuestras
celebraciones favorecen la adoración? Jesús echa a los mercaderes que
habían tomado el tempo por un lugar de comercio más que de adoración. (Cf. S.S. Francisco, 22 de noviembre de 2013, homilía en Santa Marta).
Reflexión
No deja de sorprendernos ver a Jesús enfurecido, sacando a los
mercaderes del Templo a latigazos. Tenía que defender algo sagrado: la
casa de su Padre. Es lógico que se enfade por una situación como esa.
¿Qué haríamos nosotros si entrásemos en la casa de nuestros padres y
aquello se hubiera convertido en un mercado persa? Si no hiciéramos
nada, ¡menudos hijos seríamos!
Lo más probable es que siguiéramos el ejemplo de Cristo. Porque Jesús
amaba a su Padre infinitamente y no podía consentir aquel abuso. El amor
apasionado le impulsaba a actuar de aquel modo.
Hoy sigue habiendo "mercaderes en el Templo". Sabemos que cada hombre es
"templo del Espíritu Santo" y hay muchos hombres y mujeres cuyos
templos están siendo profanados con todo tipo de abusos morales y
físicos. Este panorama debería "quemarnos" las entrañas y suscitar en
nosotros una pasión por lo que es sagrado: cada ser humano.
¡Cuántos atropellos a su dignidad! Cada aborto, cada violación, cada acto de esclavitud es una verdadera profanación.
Propósito
Nosotros, como cristianos, deberíamos salir en defensa de todos esos
hermanos nuestros que sufren, pues ahí está también Cristo sufriendo.
¿Qué está en mis manos?
Diálogo con Cristo
Espíritu Santo, te pido la sabiduría y la fortaleza para saber defender a
la Iglesia. Que nunca acepte la mediocridad o la indiferencia.
Frecuentemente dejo que la apatía o la flojera disminuyan mis ganas de
trabajar, por eso te pido que enciendas en mí el fuego de tu amor para
ser un apóstol, empezando por mi propia familia.
=
Por: P. Juan Gralla | Fuente: Catholic.net
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