San Galicano, mártir y cónsul en Alejandría, exaltado a la honra del
triunfo, y privado del Emperador Constantino.
Convirtiéronle a la fe de Jesucristo los Santos Juan y Pablo, y se retiró
junto con San Hilarino a Ostia, en donde se dedicó todo a la hospitalidad y al
servicio de los enfermos; lo cual divulgándose por todo el mundo, venían muchos
de diversas partes al ver el que de patricio y cónsul se bajaba a lavar los pies
a los pobres, a ponerles la mesa, a lavarles las manos, y a servirles con mucho
cuidado en sus enfermedades; y se ejercitaba en todas las demás obras de
misericordia.
Desterrado de Ostia por órden de Juliano Apóstata, se fue a Alejandría, en donde forzándole el juez Rauciano a que adorase a los ídolos, lo rehusó con constancia; por lo cual lo mandó degollar, y consiguió la corona del martirio. 362.
=
Fuente: oremosjuntos.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario