Santo Domingo Henares, Obispo y
Mártir
Junio 25
Tenía un año de estudios cuando se ofreció para marcharse de misionero, pero no lo aceptaron. Al final pudo embarcar, a través de Méjico, y llegó a Filipinas en 1786; la travesía la hizo con san Clemente Ignacio Delgado. Domingo completó sus estudios en Manila en la Universidad de Santo Tomás de Aquino y después de su ordenación sacerdotal, sus superiores decidieron que se quedara en Manila enseñando humanidades.
En 1790, llegó al Vietnam con Clemente Ignacio Delgado, de quién fue vicario general y obispo coadjutor; aunque primero fue professor de latín y director de la escuela de Tien Chu, donde se preparaba a los nativos a prepararse al sacerdocio y de donde salieron muchos mártires. En 1838, fue nombrado obispo titular de Fez a pesar de su oposición. Fue un hombre de gran piedad y prudencia, sabiduría y caridad, pureza y singular paciencia. Conocedor de la medicina y astronomía, ciencias muy apreciadas en Oriente, era muy respetado y consultado por los mandarines.
Y en 1838, cayó en manos de sus incansables perseguidores en el poblado de Kien Lao, que intentaron que denunciara a los otros cristianos y misioneros y se negó, declaró los motivos de su estancia en Tonkín y defendió el cristianismo como la fe verdadera, y lo decapitaron, en Hanoi junto a su catequista san Francisco Do Van (Hien) Chieu, sus cabezas fueron arrojadas al río y recuperadas por un pescador cristiano.
Beatificado el 27 de mayo de 1900, por León XIII, es canonizado por Juan Pablo II el 19 de junio de 1988.
Junio 25
Martirologio Romano: En la ciudad de Nam Dinh, en Tonquín, santos Domingo
Henares, obispo de la Orden de Predicadores, y Francisco Do Minh Chieu,
mártires, el primero de los cuales propagó la fe cristiana durante cuarenta y
nueve años, y el segundo trabajó con él como catequista, siendo ambos degollados
por su fe en Cristo, en tiempo del emperador Minh Mang.
Domingo nació en Baena (Córdoba). La familia se trasladó a
Granada, porque vivían en una tremenda miseria económica. Los padres, viendo que
Domingo era despierto quisieron que estudiara en la universidad. Quiso ingresar
en el convento dominico de Santa Cruz la Real de Granada, pero no le admitieron,
pero no por ello se rindió, hasta que en 1783, le admitieron en el convento
dominico de Guadix, después que le rechazaran en Niebla y Cádiz.
Tenía un año de estudios cuando se ofreció para marcharse de misionero, pero no lo aceptaron. Al final pudo embarcar, a través de Méjico, y llegó a Filipinas en 1786; la travesía la hizo con san Clemente Ignacio Delgado. Domingo completó sus estudios en Manila en la Universidad de Santo Tomás de Aquino y después de su ordenación sacerdotal, sus superiores decidieron que se quedara en Manila enseñando humanidades.
En 1790, llegó al Vietnam con Clemente Ignacio Delgado, de quién fue vicario general y obispo coadjutor; aunque primero fue professor de latín y director de la escuela de Tien Chu, donde se preparaba a los nativos a prepararse al sacerdocio y de donde salieron muchos mártires. En 1838, fue nombrado obispo titular de Fez a pesar de su oposición. Fue un hombre de gran piedad y prudencia, sabiduría y caridad, pureza y singular paciencia. Conocedor de la medicina y astronomía, ciencias muy apreciadas en Oriente, era muy respetado y consultado por los mandarines.
Y en 1838, cayó en manos de sus incansables perseguidores en el poblado de Kien Lao, que intentaron que denunciara a los otros cristianos y misioneros y se negó, declaró los motivos de su estancia en Tonkín y defendió el cristianismo como la fe verdadera, y lo decapitaron, en Hanoi junto a su catequista san Francisco Do Van (Hien) Chieu, sus cabezas fueron arrojadas al río y recuperadas por un pescador cristiano.
Beatificado el 27 de mayo de 1900, por León XIII, es canonizado por Juan Pablo II el 19 de junio de 1988.
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