San
Gildas Gildo o Gildosio de Rhuys, el Sabio, Abad
Enero 29 - 30
Martirologio Romano: En la Bretaña Menor (hoy Francia), san Gildas,
llamado «Sabio», abad, que escribió sobre la ruina de Bretaña, llorando
las calamidades de su pueblo, increpando a la maldad de príncipes y
clérigos. Fundó el monasterio de Rhuys, junto al mar, y murió en la isla
de Houat (570).
Envuelto en brumas nórdicas, san Gildas es el santo de la Bretaña,
Gales, Cornualles e Irlanda, cuando estas tierras que se miran en el
misterio constituían el último reducto de la raza celta, arrinconada por
sucesivas invasiones, con un baño de cultura latina y mezclando con el
cristianismo la fantástica poesía de sus antepasados.
No
obstante, aunque de él se cuenten tantos prodigios (como el de navegar
sentado en una capa), no pertenece a la leyenda. Su existencia está bien
documentda, fue un miembro destacado de la iglesia celto-cristiana en
Britania cuyo renombrado conocimiento y estilo literario le hicieron
ganarse la designación de Gildas Sapiens (Gildas el Sabio). Fue ordenado
sacerdote y en sus escritos muestra su preferencia por el ideal
monástico. Fragmentos de cartas escritas por él nos revelan que creó una
Regla para la vida monástica, que era más austera que la Regla escrita
por su contemporáneo San David, y que establecía las oportunas
penitencias por su incumplimiento.
Debió de nacer en el oeste
de Inglaterra, quizá se formó en el sur de Gales, durante un tiempo hizo
vida eremítica y visitó Irlanda influyendo en el desarrollo de la
Iglesia irlandesa. Por fin pasó al continente, a la península
armoricana, y allí, en la isla de Houat, cerca de Quiberon, fundó la
abadía de Rhuys.
De él conservamos la obra más antigua que se
conoce sobre la historia de Inglaterra: "De Excidio Britanniae" o "Sobre
la Ruina de Britania", es un sermón que consta de tres partes en el
cual Gildas condena los actos de sus contemporáneos, tanto laicos como
religiosos. En la primera parte, Gildas narra, de forma breve, la
historia de la Britania Romana, desde su conquista hasta los tiempos en
los que él vive.
En la segunda parte, que comienza con la
aseveración: "Britania tiene reyes que, sin embargo, son tiranos; tiene
jueces que, sin embargo, son todos impíos". Gildas narra la vida y
acciones de cinco gobernantes contemporáneos: Constantino de Dumnonia;
Aurelio Canino; Vortiporio de Demetae -ahora conocido como Dyfed-;
Cuneglasus, al parecer de "La Casa del Oso" -puede ser la "Fortaleza del
Oso", Dinarth, en Llandrillo-yn-Rhôs, cerca de Llandudno, al norte de
Gales-; finalmente, Maglocunus o Maelgwn. Sin excepción, los describe
como crueles, codiciosos y que viven en pecado.
La tercera
parte comienza con las palabras: "Britania tiene predicadores, siendo
todos mentirosos; numerosos pastores, siendo unos desvergonzados;
clérigos que son todos astutos saqueadores". Gildas continúa con su
"Jeremiad" contra el clero de su época, pero no usa nombres en esta
parte y, por lo tanto, no arroja mucha luz sobre la historia de la
iglesia cristiana de esta época.
La visión que se presenta en
este trabajo sobre una tierra devastada por invasores saqueadores y el
desgobierno de funcionarios corruptos, ha sido ampliamente aceptada por
los expertos durante siglos, debido a que en ella no sólo cupo la idea
aceptada de la invasión, bárbaros que acabaron con la civilización
romana dentro de los límites del antiguo imperio, sino porque también
explica la difícil cuestión de por qué la antigua Britania fue una de
las pocas partes del Imperio romano que no adquirió una Lengua Romance
como hicieron Francia y España. Sin embargo, hay que recordar que la
intención de Gildas es la de predicar a sus contemporáneos a la manera
de un profeta del Antiguo Testamento, y no la dejar constancia de hechos
históricos: si bien Gildas hace una de las primeras descripciones del
Muro de Adriano, omite los detalles allí donde no contribuyen a su
mensaje. No obstante, "De Excidio Britanniae" se trata de uno de los
trabajos más importantes no sólo sobre la Edad Media sino de la Historia
de Inglaterra, ya que es uno los pocos trabajos escritos en la antigua
provincia romana que ha logrado llegar hasta nuestra época.
En
"De Excidio Britanniae", Gildas menciona que el año de su nacimiento fue
el mismo en el que tuvo lugar la Batalla del Monte Badon, cerca del año
500. Los Annales Cambriae indican que su muerte fue en el año 570,
mientras que los Anales de Tigernach, dicen que fue en el 569. Por su
expreso deseo, tras su muerte, su cuerpo fue puesto en una barca, que
luego fue abandonada en alta mar, ritual muy utilizado por las
poblaciones costeras nórdicas. Más la barca fue luego encontrada
encallada en la costa de Rhuys, el 11 de mayo siguiente, y el cuerpo fue
entonces inhumado en la iglesia del monasterio.
Por el año
919, por temor a las invasiones normandas, los monjes de Rhuys
trasladaron el cuerpo de su fundador a Bourg-Dieu, junto a Chateauroux
(Indre), en el interior de la Bretaña, donde fue edificada una iglesia
en su honor.
La abadía de Rhuys fue reconstruida, a inicios del
siglo XI, por san Félix, y llegó a ser el centro de la espiritualidad
de toda la región, allí se encuentran las tumbas de numerosos
descendientes de los duques de Bretaña, y se mantuvo intacta hasta la
Revolución Francesa.
Hoy el monasterio está ocupado por las
Hermanas de la Caridad de San Luis, y en el coro románico de la iglesia
monacal, que en la actualidad es templo parroquial, se encuentra, tras
el altar mayor, la tumba y alguna reliquia del abad san Gildas.
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Autor: Xavier Villalta Andrade
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