Beato Noël (Natal) Pinot, Presbítero y Mártir
Febrero 21
Martirologio Romamo: En Anjou, en Francia, beato Natal Pinot,
presbítero y mártir, el cual, durante la Revolución Francesa, siendo
párroco, mientras se preparaba para celebrar misa fue detenido y,
revestido con los ornamentos litúrgicos a modo de burla, llevado al
patíbulo como al altar del sacrificio (1794).
Fecha de beatificación: 21 de octubre de 1926 por el Papa Pío XI.
El último de 16 hijos, que había nacido en el hogar de piadosos padre
en Angers (Francia Occidental) el 19 de diciembre de 1747, en vísperas
de la Navidad, recibió en el bautismo un nombre que debiera recordar la
Navidad: "Noël" (En latín sería "Natalis" y en italiano "Natale").
Este niño trajo no sólo alegría navideña a su numerosa familia, sino
también a la Iglesia el honor de un nuevo mártir de la Santísima
Eucaristía.
Con los oratorianos en Angers recibió el muchacho
una buena educación; en diciembre de 1770 la ordenación sacerdotal hizo
de él un devoto y bondadoso sacerdote diocesano que desarrolló en su
lugar una preciosa labor.
Los primeros 10 años trabajó como
capellán en Bousse (Sarthe) y en Corze. En junio de 1781 regresó a la
ciudad obispal de Angers para terminar sus estudios de teología, que
culminarían con un grado académico. Durante este lapso, Noel era
capellán en el Hospital de los incurables en Angers. El 6 de febrero de
1788 recibió el título de "Magister Artium".
Poco después fue
nombrado párroco de Saint - Aubin en Lauroux - Béconnais, una parroquia
relativamente grande, que contaba con 3,000 almas. Aquí obro como buen
pastor, pero solamente durante dos años, pues él entró pronto en la
tormenta de la Revolución Francesa que apenas estalló. El 12 de julio de
1791 se acordó en París la Constitución civil. El padre Pinot se negó,
con otros valientes sacerdotes, a prestar juramento a esta constitución
anticlerical. En su sermón del 27 de febrero de 1791 la criticó
fuertemente y de inmediato fue denunciado a las autoridades. El 5 de
marzo se le tomó preso y llevado a Angers, donde siete días después
recibió la prohibición de ejercer su profesión de sacerdote.
Bajo estas circunstancias no le quedaba otra posibilidad que esconderse.
Primero en el Hospital de los incurables en Angers. Después de buscarle
allá, llevó durante dos años la vida de un sacerdote perseguido, libre
como pájaro y huyendo de un lugar a otro. Aunque siempre preparado para
huir, seguía ofreciendo clandestinamente la Santa Misa y administrando
los sacramentos.
Cuando los católicos de la Vendée se
levantaron durante corto tiempo con éxito contra el régimen del terror,
pudo el padre Pinot regresar a su parroquia; pero sólo por corto tiempo
pudo gozar de su libertad, puesto que el levantamiento de los católicos
fue derribado desde París. El padre tuvo que esconderse nuevamente, y no
sólo esto: se ofreció una suma de dinero a quién lo entregara - vivo o
muerto - a los tiranos de la revolución.
En la noche del 9 de
febrero de 1794 el padre Pinot se preparaba en una lejana hacienda
nombrada Milanderie para celebrar la Santa Misa. Ya estaban hechos todos
los preparativos y el padre se iba a poner el alba cuando irrumpió la
guardia y se dispuso a hacer una revisión exhaustiva del lugar. El padre
Pinot se escondió lo más rápido posible en una caja, puesta todavía su
alba; allí fue descubierto y llevado preso.
Su vocación
sacerdotal, junto con el hecho de haber celebrado la Santa Misa, era
suficiente para dictar sobre el padre Pinot la pena de muerte y
ejecutarlo el mismo día.
El candidato a muerte fue irónicamente
preguntado si quería morir con el alba puesta, proposición que aceptó
con entusiasmo porque así pudo vivir todavía la más bella satisfacción:
hasta el último momento ser sacerdote.
El suplicio sería como la celebración de su última Misa, su ofrenda final.
Así subió el padre Pinot al patíbulo, vestido con alba y casulla.
Momentos antes de su decapitación tuvo que quitarse la casulla, pero los
fieles le pusieron más tarde el ornamento después de la consumación del
sacrificio.
El 21 de octubre de 1926, el Papa Pío XI beatificó
a este valiente sacerdote diciendo: "Noel Pinot atestiguó, llevando
hasta el momento de su ejecución la casulla, demostrando que la tarea
primordial, más importante y más sagrada del sacerdote es la celebración
de la Santa Eucaristía según el encargo del Señor: "Haced esto en
memoria mía"".
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Fuente: Oremosjuntos.com
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Si usted tiene información relevante para la canonización del Beato Noel Pinot, por favor contacte a:
Diocèse d’Angers
8, Place Monseigneur-Rumeau
B.P. 246
49002 Angers CEDEX 01, FRANCIA
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Bénédictines de Notre-Dame du Calvaire
8, rue Vauvert
49100 Angers, FRANCIA
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