Estamos a principios del siglo XV, y la Iglesia Católica se encuentra desde el siglo XIV sacudida por luchas internas y divisiones bastante serias, inclusive con el surgimiento de algunos anti-papas. Italia, a su vez, también vivía políticamente momentos graves, asolada por guerras internas. Por ejemplo, la zona norte de Milán, con la Provincia de Venecia. En este ambiente turbulento, vamos a encontrar el pequeño pueblo de Caravaggio, al norte del país, cerca de Milán.
La historia cuenta que la señora Giannetta Vacchi, de 32 años, mujer sencilla y pobre, era tenida como piadosa y sufridora. La causa era su marido, Francisco Varoli, un ex-soldado conocido por su violencia y mal carácter, hombre de corazón duro que la trataba muy mal.
—
Oh, Señora Santísima, ayudadme... que ya no puedo soportarlo... Sólo Vos, querida Madre, podéis hacer cesar estos mis sufrimientos. Nadie me ayuda y me consuela... Tened piedad de mí.
Estaba dirigiendo su oración a Nuestra Señora, cuando he aquí que una Luz inesperada la
envolvió y le llamó la atención algo misterioso a su alrededor. Mira hacia arriba y ve delante a una Señora, que en su descripción parecía una Reina, pero que se mostraba llena de bondad.
«Súbitamente, vi frente a mí a una Señora bella y admirable, alta y con un Rostro muy
gracioso, de aspecto venerable, vestida de azul y con un velo blanco»
—
explicó.
La Virgen sin demora le dice:
“No temas, oh hija, consuélate que tus oraciones fueron atendidas por Mi Divino Hijo,
gracias a Mi intercesión y ya se te están preparando los Tesoros del Cielo. Mas ahora,
dobla las rodillas por tierra y oye con reverencialo te voy a decir: El mundo, lleno de
2 iniquidades, ha provocado la indignación del Cielo.
Mi Divino Hijo quería castigar severamente a estos hombres, autores de iniquidad y
llenos de pecados y de crímenes, mas Yo recé por los miserables pecadores,
supliqué largamente y, finalmente, Mi Divino Hijos Se aplacó. Por eso, ordenó que por tan gran beneficio, ayunen el viernes a pan y agua y festejen el sábado en Mi honra, porque Yo quiero esta señal de gratitud de los hombres, por la importantísima Gracia, por Mí obtenida a su favor. Y ahora ve, oh hija, y revela a todos esta Mi Voluntad.”
responde:
—
¿Cómo podré yo, oh Madre mía, hacer aquello que me pedís? ¿Quién creerá en mis palabras?
Yo soy demasiado pobre y mezquina, y nadie me creerá.
“Te creerán,
—
añadió Nuestra Señora
—
porque Yo Misma confirmaré tus palabras con evidentes milagros...”
Dicho esto, desapareció, dejando grabadas en el lugar en que se había manifestado, la Huellas
Sus beatísimos Pies, de las cuales brotó una fuente de agua, existente hasta los días de hoy, y en ella muchos enfermos han recuperado la salud.
Esta fue la única Aparición de Nuestra Señora.
Giannetta, en condición de portavoz, lleva al puebl
o y a los gobernantes el Mensaje de la Virgen María y les solicita
—
en Nombre de Nuestra Señora
—
los acuerdos de paz. Se presenta a Marcos Secco, señor de Caravaggio, al Duque Felip
e María Visconti, señor de Milán, al emperador del Oriente, Juan Paleólogo, en el sentid
o de unir la iglesia de los griegos con el Papa de Roma. En sus visitas, llevaba ánforas de agua de la fuente sagrada, que resultaban en curas extraordinarias, prueba de la veracidad de la Aparición.
Los efectos del Mensaje de Paz inmediatamente apare cieron. La paz aconteció en la patria y en la propia Iglesia. El Obispo de Cremona aceptó rápidamente construir un Santuario, el cual visitó el Papa Juan Pablo II en 1992.
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La vida en la zona de Caravaggio, en la primera mitad del siglo XV, estaba inmersa en extremas divisiones políticas y sociales para toda la región, con continuas luchas entre los estados de Milán y Venecia, enfrentados por la zona llamada Gera d’Adda. En dicha localidad de Mazzolengo, vivía Giannetta de ‘Vacchi, de treinta y dos años de edad, hija de Pietro Vacchi y esposa de Francesco Varoli, un campesino y ex-soldado. La joven estaba atormentada porque su marido era un empedernido bebedor y la maltrataba continuamente, sin embargo Giannetta era muy conocida por sus enormes virtudes.
Cuando la joven Giannetta, campesina de la citada localidad de Mazzolengo, en un momento de gran sufrimiento se fue al campo a dos kilómetros de la ciudad, encontrándose sola recogiendo hierba para sus animales, de repente a las cinco de la tarde, Giannetta vio junto a ella a una mujer hermosa, alta, con vestido azul y su cabeza cubierta con un velo blanco. Al pronto la joven Giannetta se asustó mucho pero al momento se tranquilizó cuando dicha mujer la tranquilizó a no tener miedo y le explicó que era María “Madre de Dios”.
Tras explicarle quien era, le dio el mensaje siguiente: “Se me ha permitido salvar a los cristianos de los inminentes y merecidos castigos de la Justicia Divina y venir a anunciar la Paz”. "El hijo mío más todopoderoso tenía la intención de aniquilar esta tierra debido a la iniquidad de los hombres, porque hacen lo que es malo cada día más, y caen del pecado al pecado. Pero durante siete años le rogué misericordia a mi Hijo por sus pecados. Por lo tanto, quiero que les digan a todos y a cada uno que ayunan en pan y agua todos los viernes en honor a mi Hijo, y que, después de las vísperas, por devoción a mí celebraran todos los sábados. Ese medio día debe dedicármelo en agradecimiento por los muchos grandes favores obtenidos por mi Hijo por mi intercesión".
Quizás dicho mensaje se refería a la situación histórica que tenía lugar, con la lucha entre venecianos y milaneses, por Caravaggio, con el fin de controlar Bérgamo y Cremonese. Posteriormente Giannetta obedeció y relató, entre lágrimas lo que había oído y visto, “a una joven como una reina, que se presentó como María, Madre de Dios”, la cual la invitó a no tener miedo y le confió el mensaje. Rápidamente los habitantes de la localidad comenzaron a visitar dicho lugar, encontrando cerca un manantial que anteriormente no existía.
De boca en boca, se extendió la noticia de que las aguas de dicho manantial eran milagrosas, pronto el manantial se convirtió rápidamente en un lugar de peregrinación, los enfermos comenzaron a llegar de doquier, con la esperanza de una cura milagrosa, incluso en la época moderna, se sigue buscando alivio en dichas aguas. El citado mensaje fue llevado por Giannetta, no solamente a sus conciudadanos, sino a las autoridades rogándoles que terminaran con las hostilidades y lograran la tan ansiosa Paz. Para tal fin conversó con Marco Secco, señor de Caravaggio, Filippo María Visconti, duque de Milán e incluso el emperador bizantino Giovanni VIII Paleólogo, al cual invocó la unificación de la iglesia griega con la de Roma.
El mensaje mariano, fue perfectamente difundido por Giannetta, consiguiendo que llegara la paz, pero Giannetta de ‘Vacchi, fue poco a poco olvidada, incluso su casa que llegó a ser durante años lugar de visitas y peregrinaciones, finalmente fue olvidada, al igual que la joven Giannetta. Pronto el Vicario externo del obispo de Cremona, en el año 1432, colocó la primera piedra en el lugar de la aparición, para la construcción de una capilla. Posteriormente en el año 1516, se comenzó una nueva construcción, que sería demolida a excepción de la capilla en el año 1575, cuando se iniciaron las obras del actual templo mariano, el cual era muy deseado por el arzobispo Carlos Borromeo.
La obra de construcción se prolongó hasta las primeras décadas del siglo XVIII, siempre bajo el proyecto original diseñado por el arquitecto Pellegrino Tibaldi, conocido como “il Pellegrini”, dando como resultado un gran Santuario dedicado a Santa María del Fonte. Dicho Santuario de Santa María del Fonte o Nuestra Señora de Caravaggio, es un majestuoso edificio de culto ubicado en el territorio del municipio de Caravaggio, en Lombardía, el cual sigue siendo en la actualidad objeto de una extraordinaria devoción, incluso de peregrinaciones.
Pasado unos años concretamente en el año 1708, el capítulo de la Basílica de San Pedro en Roma, albacea del testamento de Alessandro Sforza, de la Casa Sforza-Visconti del Marquesado de Caravaggio, había asignado una corona de oro al santuario de Santa María del Fonte. La solemne ceremonia de coronación, tuvo lugar durante la misa pontificia, celebrada el día 30 de septiembre del año 1710, por el Obispo de Cremona, Ordinario del lugar y legado del Papa Clemente XI, monseñor Carlos Ottaviano Guaschi. Monseñor Guaschi, tras haber colocado el signo real en su cabeza, obsequió una preciosa “Cruz”, de oro enjoyado que le adornaba el cuello, también le obsequiaron un anillo de diamantes, muebles y dinero, todo ello se destinó a enriquecer el llamado “tesoro de la Virgen”.
La coronación tuvo lugar en el contexto de una suntuosa celebración, típicamente barrocas, la cual atrajo a un enorme número de peregrinos. Santa María del Fonte o Nuestra Señora de Caravaggio, es también objeto de mucha devoción en otros muchos lugares, como en la ciudad de Farroupilha, en Rio Grande do Sul, en Brasil, donde está el templo mariano más grande dedicado a ella. Dicho centro mariano es el segundo centro de devoción religiosa en toda la nación, ya que tiene más de un millón de visitantes.
También cabe destacar el Santuario de Nuestra Señora de Caravaggio, existente en el municipio de Tisno, en el condado de Sibenik-Knin, Croacia. Dicho santuario se construyó sobre una antigua capilla, propiedad de la familia italiana de los Gelpi, la cual como otras muchas se habían trasladado en el siglo ca. XVIII, de Bérgamo a Tisno. La citada familia en su traslado se llevaron consigo una imagen de Nuestra Señora de Caravaggio y le construyeron en el año 1720, una capilla en la colina Broscica, siendo los dueños de dicha capilla durante algo más de doscientos cincuenta años.
Pero pasado más de dos siglos, un descendiente llamado Boris Gelpi, donó dicha capilla junto con sus tierras y otros regalos, al vecindario de dicha localidad. En la actualidad dicha imagen aún se encuentra en dicho lugar, con un letrero que dice: “Muy apreciada la imagen con los milagros de la Santísima Virgen María de Caravaggio y su aparición el 26 de mayo de 1432, cuando trajo la luz de la misericordia”. En el año 1962, por mediación del Obispo Danio Bolognini, la Sede Apostólica aprobó y declaró a Nuestra Señora de la Sagrada Fuente de Caravaggio, Patrona de la comunidad diocesana de Cremona. Santa María del Fonte o Nuestra Señora de Caravaggio, es la Patrona de Montescano.
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