Moniciones para la Misa.
Tiempo de Cuaresma – Ciclo C
II Domingo: Una experiencia de oración
Monición de entrada:
En nuestro camino de conversión cuaresmal, camino que nos lleva a la Pascua, nos reunimos domingo tras domingo para dejar penetrar en nuestro corazón la llamada de Dios y para recibir su fuerza en su cuerpo y su sangre. Abrámonos al Señor, Él va delante de nosotros. No nos cerremos ante su gracia. De pie, por favor, para entonar el canto de entrada para iniciar nuestra celebración eucarística.
Primera lectura: Génesis 15, 5-12.17-18 (Alianza de Dios con Abrahám)
Escucharemos, del libro de Génesis, la historia de Abraham, una historia caracterizada por la iniciativa de Dios, quien lo llama y le hace una serie de promesas. La más importante es una descendencia numerosa. La reacción de Abraham se resume en una palabra: CONFIANZA. Éste cree en la promesa de Dios, y por ello es considerado, en la tradición bíblica, como el padre en la fe.
Segunda lectura: Filipenses 3, 17-4,1 (Cristo nos transformará según el modelo de su cuerpo glorioso)
San Pablo se pone él mismo como ejemplo a imitar. Esto lo hace para que los cristianos de la comunidad de Filipos tengan un modelo concreto y conocido por todos en su vida cristiana. Esta invitación es posible porque el apóstol está convencido de que él mismo es un imitador de Cristo, que es en realidad el único modelo realmente válido para nosotros los cristianos. Escuchen la exhortación de Pablo a los filipenses.
Tercera lectura: Lucas, 9, 28b-36 (Mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió)
Lucas nos presenta a Jesús en la montaña en oración. En muchas ocasiones el tercer evangelista nos habla de la oración, y sobre todo, de la oración de Jesús, especialmente en momentos significativos de su vida. Lo que pretende san Lucas es mostrarnos que Jesús vivió en relación permanente con el Padre. Nos presenta el relato de la transfiguración en la montaña, evocando el acercamiento a Dios, según la tradición bíblica de ver en la montaña como el lugar privilegiado de comunicación con Dios. De pie, por favor, para la proclamación evangélica de hoy.
Oración Universal:
-
Por la Iglesia; para que incesantemente se refuerce en sus
instituciones y se renueve en sus miembros, según el modelo que es
Cristo, roguemos al Señor.
- Por los que buscan a Dios sin saberlo, por los que viven sin esperanza; para que puedan descubrir, en la vida de los creyentes, el verdadero rostro del Dios vivo, revelado en Cristo, roguemos al Señor.
-
Por los pensadores, los poetas, los artistas, los educadores, los
científicos, los técnicos, los legisladores, los gobernantes, y por
todos los que colaboran en transfigurar este mundo; para que el común
esfuerzo de todos fructifique en una sociedad mejor, según el proyecto
de Dios, roguemos al Señor.
- Por nosotros, llamados a pasar de la oscuridad a la luz de la fe: para que no nos desanimemos y confiemos en quien hace nueva todas las cosas, roguemos al Señor.
Exhortación Final
- Gracias te damos, Señor, Dios Padre nuestro,
por la esperanza que alientas en el corazón de tus hijos:
Jesucristo, tu Hijo y nuestro Salvador, el Señor transfigurado,
transformará nuestra condición terrena y caduca
según el modelo de su condición gloriosa y eterna,
con esa energía que posee para sometérselo todo.
Necesitamos, Señor, contactar contigo por la oración,
para reafirmarnos en nuestra propia identidad cristiana,
para serte fieles en el momento de la prueba de la fe,
para vivir como hijos tuyos y hermanos de los hombres,
para anticipar en la noche de la luz esplendorosa de pascua
Amén.
Por: P. Domingo Vásquez Morales | Fuente: Catholic.net
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