El Inmaculado Corazón María
Junio 8, 2013 - Junio 28, 2014 - Junio 13, 2015
Martirologio Romano: La memoria del Corazón Inmaculado de la Bienaventurada
Virgen María, acariciando en su corazón la memoria de los misterios de la
salvación realizados en su Hijo, ella esperaba con confianza el cumplimiento en
Cristo.
Fiesta: Sábado de la tercera semana de Pentecostés (día siguiente al
Sagrado Corazón de Jesús). La fiesta del Inmaculado Corazón de María se celebra
el sábado después de Corpus Christi.
La Fiesta del Sagrado Corazón es el día anterior (viernes). La Iglesia
celebra las dos fiestas en días consecutivos para manifestar que estos dos
corazones son inseparables. María siempre nos lleva a Jesús.
Historia
Ya San Juan Eudes, en el siglo XVII, había difundido esta devoción.
En 1942, en plena II Guerra Mundial, el Papa Pío XII consagró el mundo al Corazón Inmaculado de María.
Ya San Juan Eudes, en el siglo XVII, había difundido esta devoción.
En 1942, en plena II Guerra Mundial, el Papa Pío XII consagró el mundo al Corazón Inmaculado de María.
La fiesta del Corazón Inmaculado de María fue oficialmente establecida en
toda la Iglesia por el papa Pío XII, el 4 de mayo de 1944, para obtener por
medio de la intercesión de María "la paz entre las naciones, libertad para la
Iglesia, la conversión de los pecadores, amor a la pureza y la práctica de las
virtudes".
El Papa Juan Pablo II declaró que la conmemoración del Inmaculado Corazón
de María, será de naturaleza "obligatoria" y no "opcional". Es decir, por
primera vez en la Iglesia, la liturgia para esta celebración debe de realizarse
en todo el mundo Católico.
Del texto de la consagración de Pío XII:
"Ante tu trono nos postramos suplicantes, seguros de alcanzar misericordia, de recibir gracias y el auxilio oportuno... Obtén paz y libertad completa a la Iglesia santa de Dios; detén el diluvio del neopaganismo; fomenta en los fieles el amor a la pureza, la práctica de la vida cristiana y del celo apostólico, para que los que sirven a Dios aumenten en mérito y número"
"Ante tu trono nos postramos suplicantes, seguros de alcanzar misericordia, de recibir gracias y el auxilio oportuno... Obtén paz y libertad completa a la Iglesia santa de Dios; detén el diluvio del neopaganismo; fomenta en los fieles el amor a la pureza, la práctica de la vida cristiana y del celo apostólico, para que los que sirven a Dios aumenten en mérito y número"
Fundamento:
Después de su entrada a los cielos, el Corazón de María sigue ejerciendo a favor nuestro su amorosa intercesión. El amor de su corazón se dirige primero a Dios y a su Hijo Jesús, pero se extiende también con solicitud maternal sobre todo el género humano que Jesús le confió al morir; y así la veneramos por la santidad de su Inmaculado Corazón y le solicitamos su ayuda maternal en nuestro camino a su Hijo.
Después de su entrada a los cielos, el Corazón de María sigue ejerciendo a favor nuestro su amorosa intercesión. El amor de su corazón se dirige primero a Dios y a su Hijo Jesús, pero se extiende también con solicitud maternal sobre todo el género humano que Jesús le confió al morir; y así la veneramos por la santidad de su Inmaculado Corazón y le solicitamos su ayuda maternal en nuestro camino a su Hijo.
El Inmaculado Corazón de María, nuestra madre, es el camino mas rápido y
seguro para llegar a Jesús.
Venerar el Inmaculado Corazón de María es venerar a la mujer que esta llena
del Espíritu Santo, llena de gracia, y siempre pura para Dios. Su corazón
femenino siempre está lleno de amor por sus hijos. Por eso se representa rodeado
de blancas rosas.
Veneramos el corazón que guarda todas las cosas de Dios en su Corazón y que nos ayuda a sanar y consagrar a Dios nuestro propio corazón.
Veneramos el corazón que guarda todas las cosas de Dios en su Corazón y que nos ayuda a sanar y consagrar a Dios nuestro propio corazón.
Devoción de los Cinco Primeros Sábados: Es una devoción al Corazón de
María. En diciembre de 1925, la Virgen se le apareció a Lucía Martos, una de las
tres pastorcitas vidente de Fátima, y le dijo: "Yo prometo asistir a la hora de
la muerte, con las gracias necesarias para la salvación, a todos aquellos que en
los primeros sábados de cinco meses consecutivos, se confiesen, reciban la
Sagrada Comunión, recen la tercera parte del Rosario, con intención de darme
reparación". Junto con la devoción a los nueve Primeros Viernes de Mes, ésta es
una de las devociones más conocidas.
Entreguémonos al Corazón de María diciéndole: "¡Llévanos a Jesús de tu
mano! ¡Llévanos, Reina y Madre, hasta las profundidades de su Corazón adorable!
¡Corazón Inmaculado de María, ruega por nosotros!
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Fuente: corazones.org
El Corazón generoso y tierno de María
Santa María no tuvo más corazón ni más vida que la de Jesús. Una vida y un
corazón humanos pero de Jesús. ¿Podemos, acaso, tu y yo amar y entregarnos de
igual manera? El corazón humano de María pudo hacerlo. Tú y yo tenemos su propio
corazón como un escalón a la Puerta Santa que es Jesús. Con el ejemplo de la
Santa Madre de Dios, no solo sabemos que podemos amar a Cristo, debemos amarle
así porque la tenemos a Ella misma como intercesora.
Corazón generoso y tierno corazón como por naturaleza es el de toda mujer
que es madre, el de María nos inspira profundamente. Y podríamos admirar a la
Virgen por amar al Niño Dios, de igual manera que admiramos a cualquier madre
que sostiene a su pequeño en los brazos. Pero el corazón de María ya era de Dios
aún antes de la Anunciación. Había decidido reservar su corazón a Dios sin
necesitar algún prodigio. En la Anunciación se consuma la previa entrega que ya
se había realizado. ¿Cómo nos extraña entonces que haya podido pronunciar esas
palabras que la han subido a la cúspide de la Fe "Hágase en mí según tu
palabra"? Pensándolo con mayor hondura el corazón de María, sí es corazón
humano, no solo era capaz de eso, sino de mucho más.
El corazón amoroso y entregado es, en su generosidad, un corazón fiel: Un
corazón humano al pie de la cruz. Si con facilidad podíamos imaginar la ternura
de la escena en el pesebre, con gran dificultad podemos apenas hacer un esbozo
en la imaginación de la Santísima Virgen recibiendo de José de Arimatea el
cuerpo ensangrentado de su hijo. ¿Cómo imaginar el dolor de una Madre que
limpia, con mano trémula, la sangre de su hijo? Remueve en lo más profundo aún a
nuestro propio y durísimo corazón el pensar en la mirada de María ante el rostro
desfigurado y atrozmente golpeado de Jesucristo. Y su corazón dolido estaba ahí,
fiel, al pie de la cruz. ¿Dónde está nuestra corazón? ¿Al pie de la cruz como el
de la Santísima Virgen o escondido y alejado como el de los discípulos que
abandonaron al Señor?
El corazón de María nos muestra todas las encontradas emociones que un
corazón es capaz de sentir. Es el corazón de la Virgen uno tan grande y tan
generoso, que es además nuestro propio refugio. Su corazón es, además de ejemplo
y con dignidad sobresaliente para ser admirado, el consuelo para la aflicción.
¿Cuánto no comprenderás nuestros humanos dolores ella que enfrentó el dolor más
profundo que se pueda experimentar?
Pero el corazón humano de nuestra Madre en Cristo no solo es un ejemplo de
ternura amorosa o de abyecto dolor. María en su corazón es la Madre del buen
consejo, y quien mejor nos puede enseñar a vivir el amor al prójimo. Poderoso
corazón el de María, que puede convertir nuestro egoísmo y amor propio en
caridad y amor a Dios. El corazón entregado de María debería enseñarlos a
pedirle confiados a Dios: "Padre, mi corazón puede poco ¡Haz que te ame
mas!".
Es a la Madre de Dios a quien hemos de acudir para pedirle que nos
enseñe a amar más, a entregar más, a ser más justos, a rogarle que con su
corazón dulcísimo nos proteja, nos enseñe, nos guíe.
El corazón humano de María. Humano. Como el tuyo y como el mío.
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Autor: Oscar Colorado Nates | Fuente: Catholic.net
nuestra madre simepre ve por todos nosotros sus hijos y intersede por cada uno de nosotro delante de su hijo amen
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