San Rodolfo de Gubbio,
Obispo
Junio 26Martirologio Romano: En Gubbio, de Umbría (Italia), san Radulfo, obispo, que se dedicó sin descanso a la predicación y distribuyó con gran prodigalidad entre los pobres todo cuanto pudo sustraer de sus expensas domésticas. († 1064)
Etimológicamente Rodolfo = "lobo
glorioso". Viene de la lengua alemana.
Algo sumamente importante para el creyente es tomar conciencia de que la vida que lleva, la lleva en vasos de barro, en los que va mezclada la gracia divina. Con esta realidad, más que hundirse y deprimirse, el creyente sale a flote en la aventura a la que Dios le llama.
Algo sumamente importante para el creyente es tomar conciencia de que la vida que lleva, la lleva en vasos de barro, en los que va mezclada la gracia divina. Con esta realidad, más que hundirse y deprimirse, el creyente sale a flote en la aventura a la que Dios le llama.
Este joven nació en Gubbio en el
año 1034 y murió en 1064. Una vida corta,30 años, vividos con profunfidad de
alma y de entrega a las cosas de Dios.
Estuvo al menos cinco años de
obispo. A los 25 asistió al Concilio Romano, celebrado el año 1059. Fue el
primero de los tres obispos santos que tuvo esta localidad umbra en un siglo:
después de él, San Juan de Lodi y el tercero, el popular San
Ubaldo
Tenemos la suerte de saber su
biografía gracias a su maestro san Pedro Damián, una de las cinco personalidades
más influyentes en el siglo XI. Fue el guía de los ermitaños de Fonte Avellana,
gran vivero de ascetas, entre los que estaba Rodolfo con su hermano mayor Pedro.
De estos ermitaños vino el “rinnovamento”.
Rodolfo llegó a ser obispo de
Gubbio. Hizo grandes obras y tenía en mente otras, pero murió muy joven. Todo lo
que él no pudo hacer, lo llevaría a cabo Juan de Lodi.
Pedro Damián le comunicó la
noticia de la muerte de Rodolfo al Papa Alejandro II. Era una carta en la que
contaba al Pontífice la vida de este joven; alababa su penitencia, su oración y
celo pastoral y le manifiesta que realmente era un santo. La carta revela que
San Pedro Damián le tenía gran estima por su cultura
teológica.
El culto a san Rodolfo fue
grande una vez que todo el mundo se enteró de cómo era y había muerto. Su cuerpo
fue enterrado en la catedral de Gubbio, pero, por desgracia, no ha quedado ni
rastro después de los trabajos del 1670.
Anteriormente su celebración era
el 17 de octubre.
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Autor: P. Felipe Santos | Fuente:
Catholic.net
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