San José María Gambaro, Presbítero y Mártir
Julio 7
Martirologio Romano: Cerca de la ciudad de Heu-Chow-Fou, en la provincia de Hunan, en China, santos Antonino Fantosati, obispo, y José María Gambaro, presbítero de la Orden de los Menores, que durante la persecución promovida por el movimiento de los Yihetuan, al acercarse a la costa para prestar ayuda a los fieles cristianos, fueron lapidados (1900).
Martirologio Romano: Cerca de la ciudad de Heu-Chow-Fou, en la provincia de Hunan, en China, santos Antonino Fantosati, obispo, y José María Gambaro, presbítero de la Orden de los Menores, que durante la persecución promovida por el movimiento de los Yihetuan, al acercarse a la costa para prestar ayuda a los fieles cristianos, fueron lapidados (1900).
Etimológicamente: José = Aquel al que Dios ayuda, es de
origen hebreo.
Nació en Galliate, provincia de Novara, el 7 de agosto de 1869. A los trece años entró en el colegio seráfico y el 20 de septiembre de 1886 recibió el hábito religioso de los Hermanos Menores con el nombre de José María.
Nació en Galliate, provincia de Novara, el 7 de agosto de 1869. A los trece años entró en el colegio seráfico y el 20 de septiembre de 1886 recibió el hábito religioso de los Hermanos Menores con el nombre de José María.
Activo y circunspecto, entusiasta y prudente, fue
estimado y apreciado por los superiores, que lo escogieron desde clérigo teólogo
como asistente de los hermanos jóvenes de Ornavasso. La elección fue sabia, pues
su natural perspicacia, unida a una ejemplaridad y afabilidad que conquistaba,
produjo frutos copiosos en aquellos jóvenes que se preparaban al sacerdocio y a
la vida religiosa franciscana. Apenas ordenado sacerdote (marzo 13 de 1892) José
fue nombrado rector del colegio de Ornavasso. Pero un año después, según su
deseo, se le permitió ir como misionero: abandonó a Italia en 1896 y al llegar a
China fue destinado a Hu-nan
meridional.
Esta
nueva experiencia se le manifestó de inmediato en su áspera dificultad: los usos
y costumbres tan diversas no fueron tan difíciles de asimilar como la lengua. El
Vicario apostólico Fantosati, considerando las óptimas cualidades de Gambaro, lo
destinó al seminario de Schen-fan-tan; los tres jóvenes seminaristas estaban
entusiasmados con él, lo admiraban y lo seguían: por tres años fue rector y
professor. Luego, al faltar el misionero en la importante cristiandad de
Yent-chou, José María fue encargado de sustituirlo. Supo hacer frente a la vida
misionera activa, y sus inevitables pruebas, con serena fortaleza y con absoluto
abandono en las manos del
Señor.
En
Pentecostés de 1900 fue llamado a Lei-yang por Mons. Fantosati; terminado el
trabajo, después de pocos días, ambos se dirigieron a San-mu-tchao para
reconstruir la capilla destruida por los paganos: en esta localidad se abatió
sobre ellos la persecución. Estalló de improviso el 4 de julio de 1900 en la
ciudad de Heng-tche-fu, residencia del Vicario Apostólico. Apenas llegaron las
primeras tristes noticias, ambos se apresuraron a regresar a la sede; en vano
los cristianos insistieron para que buscaran un refugio seguro; ambos declararon
abiertamente que, a cualquier costo, su puesto era junto a las ovejas en
peligro. Se embarcaron hacia Heng-tche-fu: el viaje duró tres días, pero su
presencia ya había sido advertida y fueron esperados por una turba fanática y
enfurecida.
Al bajar a la orilla fueron inmediatamente rodeados y asesinados a
golpes de bastón y de lanzas. Alguien refirió que el P. José María, ya
agonizante, tuvo la fuerza de pronunciar sus últimas palabras sobre la tierra:
“Jesús, ten piedad y sálvanos”. Era el 7 de julio de 1900. Tenía 31 años de
edad, catorce de religioso, ocho de sacerdocio y cuatro de vida
misionera.
Fue
canonizado, por S.S. Juan Pablo II, el 1 de octubre de 2000, como parte de los
120 mártires católicos en
China.
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Fuente:
Franciscanos.net
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