jueves, octubre 31, 2013

Evangelio Octubre 31, 2013

Herodes quiere matarle
Lucas 13, 31-35.
Tiempo Ordinario.
La voluntad de Dios es, a fin de cuentas, lo único que nos cuenta en esta vida.
Del santo Evangelio según san Lucas 13, 31-35

En aquel mismo momento se acercaron algunos fariseos, y le dijeron: «Sal y vete de aquí, porque Herodes quiere matarte». Y él les dijo: «Id a decir a ese zorro: Yo expulso demonios y llevo a cabo curaciones hoy y mañana, y al tercer día soy consumado. Pero conviene que hoy y mañana y pasado siga adelante, porque no cabe que un profeta perezca fuera de Jerusalén. «¡Jerusalén, Jerusalén!, la que mata a los profetas y apedrea a los que le son enviados. ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como una gallina su nidada bajo las alas, y no habéis querido! Pues bien, se os va a dejar vuestra casa. Os digo que no me volveréis a ver hasta que llegue el día en que digáis: ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!»

Oración introductoria
Gracias, Padre, por mostrarme la pasión y la valentía con las que debo cumplir tu voluntad. Te suplico con humildad que aumentes mi fe y mi esperanza.

Petición
Padre Santo, te pido que no rechase tu Amor, que esté siempre cerca de Ti como los polluelos a la gallina. Que mi libertad sea siempre elegirte a Ti.

Meditación del Papa Francisco
Podemos caminar cuanto queramos, podemos edificar muchas cosas, pero si no confesamos a Jesucristo, algo no funciona. Acabaremos siendo una ONG asistencial, pero no la Iglesia, Esposa del Señor. Cuando no se camina, se está parado. ¿Qué ocurre cuando no se edifica sobre piedras? Sucede lo que ocurre a los niños en la playa cuando construyen castillos de arena. Todo se viene abajo. No es consistente. Cuando no se confiesa a Jesucristo, me viene a la memoria la frase de Léon Bloy: “Quien no reza al Señor, reza al diablo”. Cuando no se confiesa a Jesucristo, se confiesa la mundanidad del diablo, la mundanidad del demonio. Caminar, edificar, construir, confesar. Pero la cosa no es tan fácil, porque en el caminar, en el construir, en el confesar, a veces hay temblores, existen movimientos que no son precisamente movimientos del camino: son movimientos que nos hacen retroceder. (S.S. Francisco, 14 de marzo de 2013).

Reflexión
Este pasaje está situado en la última subida de Cristo hacia Jerusalén. Sabe que va allí para morir de la manera más horrible. Sin embargo va decidido y declara que debe seguir adelante hoy, mañana y pasado porque no cabe que un profeta muera fuera de Jerusalén, es decir, tiene interés en llegar a tiempo a la cita que tiene con la muerte, en la que dará gloria a su padre y nos mostrará su amor. Ante esta premura no le importan los poderes políticos (Herodes que lo amenaza de muerte) ni sociales. (los fariseos que le invitan a irse de sus dominios)

Durante la persecución religiosa en España, en el año de 1936, un grupo de milicianos llegó a un convento de carmelitas descalzas con la orden de subir a todas las monjas a un camión y llevarlas a fusilar. La sorpresa de los soldados fue mayúscula cuando escucharon a la madre superiora comunicar a las religiosas que "estos señores nos llevan al cielo porque nos van a hacer mártires, como los primeros cristianos" y acto seguido ver a las monjas felicitarse alegremente porque recibían el mayor don de Dios. A los ojos de Cristo eran de las pocas que habían entendido lo que significa amar a Dios hasta dar la vida por él.

Cristo va subiendo a Jerusalén decidido; lleva prisa. En otro pasaje del Evangelio se nos dirá que en este su último viaje «iba delante de los discípulos». No tiene miedo, sino premura. Sabe que la voluntad de Dios es, a fin de cuentas, lo único que nos cuenta en esta vida, y sabe que muchos cristianos a lo largo de la historias sabrán renunciar a muchas cosas, incluso a su vida misma, por cumplir fielmente la voluntad de Dios. Jesús está loco, porque es el amor.

Por eso todo amor que se precie ha de llevar un dosis de locura e incomprensión. Locura porque lo que se hace no tiene sentido desde el punto de vista humano, parece ir en contra de lo natural y de lo que es razonable. Incomprensión porque no sólo va a estar teñido de un color que las personas que no entiendan, sino que provocará sorpresa por lo desconocido que es y desatará todo tipo de opiniones desde las risas y tachaduras de tontos hasta las más incisivas y violentas. Jesús con su vida provoca, ha llegado la hora de preguntarse qué pasa con nuestra vida, que reacción provocamos en los demás, ojalá que la respuesta no sea indiferencia.

Propósito
Repetir el versículo del Evangelio durante el día: ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! para estar conciente que quiero estar siempre cerca de Dios.
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Autor: P Clemente González | Fuente: Catholic.net

San Alonso Rodríguez, Presbítero

San Alonso Rodríguez, Presbítero
Octubre 30 - 31

Martirologio Romano: En la ciudad de Palma, en la isla de Mallorca, san Alonso Rodríguez, que, al perder su esposa e hijos, entró como religioso en la Compañía de Jesús y estuvo como portero del colegio de aquella ciudad durante largos años, mostrando una gran humildad, obediencia y constancia en una vida penitente. (c.1533 - 1617).

Natural de Segovia, era hijo de comerciantes de tejidos; sus padres se llamaban: Diego Rodríguez y María Gómez de Alvarado, que tuvieron 11 hijos. Se fue a estudiar al colegio de jesuitas de Alcalá de Henares, pero su padre murió y tuvo que regresar a Segovia, para dedicarse al negocio familiar, en sus peores momentos de venta y que su falta de experiencia hizo que el negocio fuera de mal en peor. Se casó con la rica María Suárez de la que tuvo dos hijos.

Al poco tiempo murieron su madre, su esposa y sus hijos y el negocio iba de mal en peor. "Le toco Dios con algunos trabajos, despertándole al menosprecio del mundo; acompañando a este su propio conocimiento, el conocimiento de Dios", después de pasar por una prueba en la que superó unos escrúpulos enormes. Todo había sido un fracaso, fracaso providencial. A sus hermanas les entregó todo lo que poseía.

En Segovia, le causó una profunda impresión el jesuita el beato Pedro Fabro en unas conferencias que impartió en la ciudad. Como conocía al padre Santander, quiso ingresar en los jesuitas de Valencia, aunque estos no quisieron, ya que no tenía muchas letras, ni capacidad para el estudio, además de rondar ya los 40 años; por lo que tuvo que vivir de limosnas. Trabajó como educador de un niño; luego se hizo ermitaño en la ermita de San Mateo, pero aquella vida no era para él y regresó a Valencia. Titubeó un día sobre su vocación y así se lo hizo saber al padre confesor. Este le dijo: 


"Hermano, me temo que os perdáis, porque veo que queréis hacer vuestra propia voluntad. Esto de ir a vivir en la soledad y retiraos del mundo ¿no será que buscáis a vos mismo y huís de la cruz que el Señor os tiene preparada?". Se postró ante su confesor y le dijo: "Padre, si esto es así, yo os prometo que renuncio de ahora para siempre a mi propia voluntad". Quería ser jesuita.

Por fin fue admitido e ingresó en el noviciado del colegio de San Pablo de Valencia. El padre Provincial al aceptarlo dirá que le admitía "para que sea santo y para que con sus oraciones y penitencias ayude y sirva a todos". Pronto fue enviado a Palma de Mallorca, para colaborar en el nacimiento del nuevo colegio de Monte Sión, allí fue durante 45 años el portero. Jamás hizo su propia voluntad, ya que quiso cumplir la regla en sus más mínimos detalles. Desde Mallorca pasaban los misioneros que iban a América, y para todos, el encuentro con Alonso fue una experiencia decisiva, sobre todo para san Pedro Claver, el apóstol de los negros, y discípulo espiritual de Alonso. Proverbial fue su obediencia hacia sus superiores, hasta el punto de no abrir al virrey, después de que su rector le dijera que no abriera a nadie.
Fue también un gran hombre de oración, y tuvo experiencias místicas de la presencia de Cristo y de María. Cuando  cualquiera lo llamaba "hacia interiormente actos de alegría, repitiendo: Señor, yo os abriré a Vos, por amor de Vos; ¡ya voy Señor!”. El rosario le había hecho callos en los dedos; y sentía la presencia de la Virgen, lo mismo en sus trabajos, que en sus caminatas. Frente a las tentaciones tenía una frase: "Hasta el día del juicio, estoy dispuesto a sufrir por Jesucristo". Decía: "Dios no nos ha llamado a la vida religiosa y retirada del mundo para que no tengamos cuidado de las cosas que respectan al cuerpo...

El mismo, nuestro Señor y nuestro Dios, tiene cuidado de nuestro cuerpo, como de nuestra alma y prevé a todas sus necesidades por medios de los superiores". "El camino que el alma debe seguir para alcanzar la santidad, es aquella de mortificarse con ayuda de la oración... Los pasos que tiene que dar son los actos interiores del corazón, con los cuales se vence". "¡Ay  Señor! Si supiese, y si lo pudiese hacer, os serviría como todas las criaturas del cielo juntas". "La más grande caridad es obedecer a Dios".

Durante su vida en la Compañía fue atormentado por numerosas tentaciones sexuales y sueños eróticos que le acosaban día y noche. Como si no fuera bastante malo todo eso, al final de su vida se sintió totalmente indigno, escribiendo: “Soy bueno para nada. No hago nada para quienes están en la casa, ni para los de fuera ni para mi mismo”. Patrón de Segovia y de Mallorca.
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Estaba un día enfermo y le llevó el enfermero la comida a la cama con un mandato de parte del Padre Superior: «que se coma todo el plato». Cuando regresa el enfermero, le encuentra deshaciendo el plato y comiéndolo pulverizado. El santo se impuso a sí mismo una obediencia ciega; se exigió a sí mismo tanto que uno de los padres le dijo un buen día «que obedecía a lo asno».

Nació en Segovia en el año 1533, segundo de los once hijos del matrimonio formado por Diego Rodríguez y María Gómez que vivían del comercio de paños.

Su niñez y juventud estuvieron ligadas a la Compañía de Jesús.

A la muerte de su padre se encarga de sacar adelante el negocio familiar, pero su incompetencia es notable para el negocio de los paños.

Contrae matrimonio con María Juárez con quien tiene dos hijos. Pero la mala fortuna parece que le persigue: muere uno de sus hijos y su mujer y el negocio va de mal en peor; luego fallece su otro hijo y su madre. Alonso se ha quedado solo.

Se produce entonces una crisis fuerte que resuelve con confesión general y con el deseo de comenzar una nueva vida tomando un impresionante ritmo interior de trato con Dios y que mantiene por seis años. Cede a sus hermanos sus bienes y marcha a Valencia en 1569 con el propósito de ingresar en la Compañía; pero no contaba con insalvables obstáculos: su edad, la falta de estudios y escasa salud.

Trabaja entonces en comercio y de ayo.

Por fin es admitido en el Colegio Monte Sión en el año 1571; desde el año 1572 ocupa el cargo de portero hasta el 1610 que hacen casi cuarenta años.

Es considerado en la Compañía como modelo para los hermanos legos por su ejercicio permanente para lograr auténtica familiaridad con Dios, por su obediencia absoluta y por su amor y deseo de tribulación.

Este humilde y santo portero fue durante su vida un foco radiante de espiritualidad de la que se beneficiaron tanto los superiores que le trataron como los novicios con los que tuvo contacto; un ejemplo representativo está en San Pedro Claver, el apóstol de los esclavos.

Con sus cartas ejerce un verdadero magisterio. Su lenguaje es sencillo y el popular de la época, pero logra páginas de singular belleza al tratar temas de mayor entusiasmo. La santidad que describe en sus escritos no es aprendida en los libros, es fruto de su experiencia espiritual.

Fue canonizado por el papa León XIII junto con san Pedro Claver.

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Fuente: Archidiócesis de Madrid

San Wolfgango o Volfgango de Ratisbona, Obispo

San Wolfgango o Volfgango de Ratisbona, Obispo
Octubre 31

El aliento fundamental del creyente en todo tiempo y lugar lo constituye la oración. Si no se alimenta de ella se parece a un cielo sin sol o a un jardín sin bellas flores.

La vida de este joven comenzó en el año 937 hasta que murió en Peppingen (Austria) el 31 de octubre del 994.

Cuando en la vida hay personas que les molesta el nombre que le han puesto, él, sin embargo, se lo agradeció a sus padres. Y con gracia les decía:" Sólo que yo corro detrás de las ovejas para alimentarlas y no para matarlas".

Comenzó su trabajo como professor. Pero este trabajo, aunque bello y lindo, no le llenaba. Por eso pidió entrar en los Benedictinos.

En sus sueños juveniles llevaba impresa la imagen de ser misionero en Hungría. No era el mejor momento, ya que los húngaros habrían sufrido una derrota con los alemanes.

A su vuelta de Hungría, lo nombraron obispo de Ratisbona. Fue un obispo apostólico, lleno del celo de Dios por sus fieles. Mostraba ante ellos una santidad viva y un amor que no conoce límites.

Logró, mediante su ejemplo, transformar la diócesis y al mismo clero.

Tenía tiempo para todo. El mismo se encargó de la formación del futuro emperador san Enrique II.

Por su parte era amable e indulgente con todos, sobre todo con los que más merecían estas dos cualidades de su rica personalidad.

Cayó enfermo en Peppingen, cerca de Linz mientras hacía una visita pastoral a esa parte de la diócesis. Lo llevaron, a petición suya, al altar para que le diesen la Unción de los Enfermos. La muchedumbre se agolpaba para verlo. El clero quería impedirlo. Entonces les dijo:" Dejad queme vean morir y que Dios nos dé a todos su misericordia".
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Autor: P. Felipe Santos | Fuente: Catholic.net

Beato Tomás de Florencia Bellaci, Religioso

Beato Tomás de Florencia Bellaci, Religioso
Octubre 31

Martirologio Romano: En Rieti, en la Sabina, beato Tomás de Florencia Bellaci, religioso de la Orden de los Hermanos Menores, que, enviado a Tierra Santa y Etiopía, a causa de Cristo sufrió cautividad y pruebas de toda clase por parte de los infieles y, habiendo vuelto a su patria, casi centenario descansó en paz. (1370-1447).
 
Natural de Florencia. Era un hermano lego franciscano. En su juventud llevó una vida muy desordenada; pero los buenos consejos de un amigo le ayudaron a caer en la cuenta de la futilidad de su vida, por lo que pidió ser admitido en el convento de los frailes de la observancia de Fiésole. Estos le aceptaron, no sin cierto temor, porque todo el mundo estaba al tanto de los excesos del joven. Tomás se entregó a la penitencia con el mismo entusiasmo que había puesto en el vicio. Con el tiempo, fue nombrado maestro de novicios, a pesar de no ser más que hermano lego y supo formar a sus discípulos en la más estricta observancia.
 
En 1414, fray Juan Stroncone estableció la reforma de los observantes en el reino de Nápoles y tomó a Tomás por compañero. El beato trabajó ahí unos seis años, y Dios bendijo su ministerio con numerosos milagros, Después, con la autorización del Papa Martí V, fue a combatir en Toscana a los herejes conocidos con el nombre de "Fraticelli", en compañía del beato Antonio de Stroncone. Al mismo tiempo que combatía a los herejes, fundó varios conventos, sobre los que san Bernardino le dio autoridad, y fijó su residencia en Scarlino. En esta última ciudad introdujo la costumbre de que los frailes fuesen en procesión a un bosque vecino, después del canto del oficio nocturno. Cada uno de los frailes tenía en el bosque un refugio de ramas entretejidas, donde pasaba parte de la noche en oración.

   El "concilio de reunión", que tuvo lugar en Florencia en 1439, envió a fray Alberto de Sarzana como legado pontificio ante los jacobitas de Siria y otros disidentes orientales. A pesar de que el beato Tomás tenía ya setenta años, fray Alberto decidió llevarle por compañero. En Persia fray Alberto envió a Tomás, con otros tres frailes a Etiopía. Durante el viaje, fueron asaltados tres veces por los turcos, quienes los trataron con gran crueldad, no obstante lo cual, el beato Tomás insistió en continuar sus prédicas a los mahometanos. Finalmente, el Papa Eugenio IV tuvo que rescatar a los frailes, pues los musulmanes los aprisionaron y los condenaron a muerte.
 
El beato Tomás, que no podía consolarse de que Dios no hubiese aceptado el sacrificio de su vida, partió en 1447 a Roma para pedir permiso de ir nuevamente al oriente a predicar, sin tomar en cuenta su avanzada edad. Durante el viaje cayó enfermo y murió en Rieti.
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Beata María Purísima de la Cruz Salvat y Romero, Religiosa


Beata María Purísima de la Cruz Salvat y Romero, Religiosa
Octubre 31

Martirologio Romano: En Sevilla, España, Beata María Purísima de la Cruz (en el siglo Isabel Salvat y Romero), quien fuera superiora general de la congregación de las hermanas de la Compañía de la Cruz. († 1998)
 
Fecha de beatificación: 18 de septiembre de 2010, durante el pontificado de S.S. Benedicto XVI.
La Sierva de Dios nació el 20 de febrero de 1926 en Madrid en el seno de una familia acomodada. Al día siguiente, fue llevada a la fuente bautismal en la parroquia de Nuestra Señora de la Concepción, recibiendo el nombre de María Isabel. En su ambiente familiar, fuertemente motivado en sentido religioso, junto con la primera educación asimiló también los valores cristianos, que profundizó con creciente conocimiento frecuentando desde niña el colegio madrileño de la Virgen María, gestionado por las Religiosas Irlandesas.
 
En el ámbito de su itinerario formativo, recibió la Primera Comunión, la Confirmación y completó el currículo normal de los estudios. En el 1936, al estallar la guerra civil, la familia se trasladó a Portugal; pero, después de dos años, regresó a la patria, escogiendo como residencia, en un primer momento, la ciudad vasca de San Sebastián y luego nuevamente Madrid.
 
A lo largo de estos años Maria Isabel fue madurando en todas las cualidades personales y culturales para poder proyectar una vida social llena de satisfacciones, revalorizada posteriormente por su procedencia alto burguesa. Ella, sin embargo, comenzó a percibir con mucha claridad la vocación a la vida religiosa, de manera que, una vez presentada la solicitud, en el 1944 fue acogida como postulante en el Instituto de las Hermanas de la Compañía de la Cruz de Sevilla. Al año siguiente recibió el hábito religioso, asumiendo el nombre de Sor María de la Purísima de la Cruz, y fue admitida al noviciado.
 
Ya durante este periodo de formación, la Sierva de Dios se distinguió por su compromiso, espíritu de sacrificio y ejemplaridad. De modo particular se manifiestan en ella, con admirable sencillez, el amor a la pobreza, un comportamiento humilde y un espíritu de obediencia desinteresada y convencida. En el 1947 emitió los votos temporales. Reconociendo en ella la preparación humana y espiritual, a la joven hermana se le confió la dirección del colegio de Lopera, cerca de Jaén, compromiso al que siguieron otros cargos de responsabilidad en Valladolid y Estepa. En 1966 fue llamada a la Casa Madre de Sevilla, primero como auxiliar del Noviciado, luego como Maestra de novicias.
 
Dos años más tarde fue nombrada Provincial, luego Consejera General, después aún Superiora de la comunidad de Villanueva del Río y Minas (Sevilla) y en el 1977 fue elegida Madre General del Instituto. Sería reelegida, con permiso de la Santa Sede, otras tres veces para este oneroso cargo, particularmente delicado en los difíciles años que siguieron al Concilio Vaticano II y que vieron a la Sierva de Dios comprometida en la actualización de las Constituciones del Instituto dentro de la óptica de la salvaguardia y de la revalorización del carisma original, a través de una renovada fidelidad al Evangelio y al Magisterio eclesial, una intensa dimensión eucarística y mariana, una inteligente adaptación de la tradición a las nuevas perspectivas de la Iglesia y de la sociedad. Su actitud fundamental fue de un equilibrio dinámico: Sor María no vivió la fidelidad como una cansada repetición de fórmulas ensayadas, sino como un deseo de creatividad para ir al encuentro de las exigencias que el Señor le iba haciendo comprender. En cada circunstancia miró a Santa Ángela de la Cruz, Fundadora de la Congregación, como a un manantial perenne de continuidad coherente dentro de la necesaria renovación.
 
Tuvo una solicitud particular por la formación permanente de las Hermanas, sobre todo por las que atravesaban momentos de crisis y de desorientación, de modo que en aquellos años de experiencias y de no pocas incertidumbres su testimonio de vida constituyó un punto seguro de referencia para muchas de ellas. Cuidó con amor la animación vocacional, cuyos frutos maduraron incluso de modo visible, hasta el punto de que la Sierva de Dios tuvo que dedicarse a abrir nuevas casas religiosas en otras ciudades de España, como Puertollano, Huelva, Cádiz, Lugo, Linares, Alcázar de S. Juan. Incluso en Reggio Calabria, en Italia, en el 1984 realizó la fundación de una casa.
 
Su personalidad serena y jovial contribuía a crear un clima de confianza y de comunión, pero era sobre todo su sólida espiritualidad la que motivaba sus intenciones y sus acciones. En ella, efectivamente, se pone de manifiesto una intensa experiencia religiosa, vivida con clara conciencia de la presencia de Dios y en la constante búsqueda de su voluntad, y alimentada en las fuentes de la oración y de la contemplación; una sincera disponibilidad a las exigencias del prójimo, de manera particular para con los más necesitados, y una sagaz apertura hacia los problemas contemporáneos; una tendencia hacia la perfección, hasta llegar a conseguir un asiduo y fervoroso ejercicio de las virtudes humanas e cristianas.
 
En el 1994 le diagnosticaron un tumor, por el que tuvo que ser operada. Afrontó la enfermedad con gran docilidad a la voluntad de Dios y con fortaleza de ánimo y durante cuatro años continuó generosamente con su actividad. En los últimos días de vida, cuando el sufrimiento fue más doloroso, renovó su confianza en la bondad de Dios, preparándose para el momento del encuentro con el Esposo.
 
El 31 de octubre 1998 se durmió piadosamente en la Casa Madre de Sevilla. En su funeral participaron numerosos sacerdotes y religiosas, junto con un grandísima asistencia de fieles, testimonio de una fama de santidad que ya en vida había acompañado a la Sierva de Dios.
 
El sábado 27 de marzo de 2010, S.S. Benedicto XVI firmó el decreto referente a un milagro atribuido a la intercesión de la venerable María Purísima de la Cruz Salvat.
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Fuente: frayleopoldo.org || Decreto de la Congregación para las Causas de los Santos

Santa Lucilla de Roma, Virgen y Mártir

Santa Lucilla de Roma, Virgen y Mártir
Octubre 31


Oseas dice:”Apliquémonos a conocer al Señor; su venida es cierta como la aurora. Vendrá a nosotros como la lluvia de primavera que refresca los campos”.

Dos términos embarazosos expresan el inicio y el fin del día: el alba y la puesta del sol.

Lucilla es el diminutivo de Lucía. Como virgen y mártir del siglo III se le recuerda en el calendario el día de hoy.

Hay poca documentación acerca de Lucilla. Sin embargo sí que hay bastante en el aspecto simbólico, traducido como luz que proviene de la fe en Cristo, luz del mundo.

El cuerpo santo de Lucilla fue extraído del cementerio de san Calixto en 1642 para llevarlo a Regio Emilia, Italia.

La narración acerca de su vida parece lejano y legendario.

Habla dela persecución de Valeriano en el 257. En este tiempo el tribuno Nemesio le pidió al Papa y se lo concedió el bautismo para sí mismo y para su hija Lucilla.

Esta, ciega de nacimiento. Recobró la vista después de la ceremonia del bautismo.

La nueva fe y el milagro hicieron que el tribuno “pasara” de las órdenes imperiales.

El emperador le pedía que volviera a la religión oficial del Imperio. Se negó en rotundo y, como consecuencia, padre e hija murieron mártires.
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Autor: P. Felipe Santos | Fuente: Catholic.net

San Foilán de Fosses, Presbítero, Abad y Misionero

San Foilán de Fosses, Presbítero, Abad y Misionero
Octubre 31

Martirologio Romano: Cerca de Fosses, en Brabante, de Austrasia, san Foillano, presbítero y abad, que, nacido en Hibernia y hermano y compañero de san Furseo, fue siempre file a la disciplina monástica de su patria, fundó monasterios dobles, de monjes y monjas, en Fosse y en Nivelles, y en un viaje entre los dos cayó en manos de malhechores, que lo asesinaron.  c. 655.

Nació en el siglo VII en Irlanda.

Hermano de San Fursey y San Ultan. Viajó con ellos desde Irlanda a Inglaterra donde realizaron labores misioneras, y establecieron un monasterio cerca de Yarmouth.

Abad de la comunidad en Cnoberesburg, Suffolk por el año 640, una casa fundada por su hermano Fursey.

Durante una guerra entre los Mercians y los Anglosajones en el 650 la casa fue destruida, los hermanos asesinados, capturados o dispersados.

Foillan rescató a sus hermanos, recuperó las reliquias no destuidas, los libros y ornamentos litúrgicos de la casa, y viajó a Francia.

Él y sus hermanos fueron acogidas con beneplácito y apoyados en su labor evangelizadora por el rey Clodoveo II.

Foillan fundó un monasterio en Fosses, diócesis de Lieja, en el año 653 en las tierras donadas por San Itta de Nivelles y Santa Gertrudis de Nivelles.

Fue electo abad de este monasterio, como referencia podemos indicar que a sus alrededores creció a la moderna ciudad de Le Roeulx, Bélgica.

Fue también capellán y director espiritual en la casa fundada por Santa Gertrudis.

Predicador popular y pastor dedicado a su pueblo, murió asesinado junto con tres compañeros por unos bandidos que los atacaron en uno de sus viajes.

Su hermano sobreviviente, Saint Ultan, tomó el cargo de abad de Fosses.
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Autor: Xavier Villalta

Beato Cristóbal de Romagna, Sacerdote

Beato Cristóbal de Romagna, Sacerdote
Octubre 31
 
Martirologio Romano: En Cahors, de Aquitania, beato Cristóbal de Romagna, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores, que, enviado por san Francisco, después de muchos trabajos en favor de las almas murió ya centenario. (1172-1272).

Fue inicialmente sacerdote diocesano, ejercía el ministerio de párroco quizás en Cesena en Romagna.

Aproximadamente cuando tenía cuarenta años dejó todo para ser un seguidor de San Francisco de Asís y entrar en la naciente Orden de Frailes Menores.

El Beato Cristóbal ejerció su apostolado entre los leprosos y es distinguido por la austeridad de su vida.

San Francisco lo envió a que predicara en Francia contra algunos herejes. Fundó varios conventos franciscanos, el primero de ellos fue el de Chaors en Guyenne una región al sur de Francia. Le pertence el gran mérito de ser capaz de extender la orden franciscana por las Galias.

Murió en 1272, en Cahors, de Aquitania, posiblemente ya centenario.

Su veneración fue ratificada en 1905.
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Autor: Xavier Villalta

Beato Domingo Collins, Mártir Jesuita

Beato Domingo Collins, Mártir Jesuita
Octubre 31
 
Martirologio Romano: En Youghal, cerca de Cork, en Irlanda, beato Domingo Collins, religioso de la Compañía de Jesús y mártir, el cual, después de estar encarcelado largo tiempo padeciendo interrogatorios y torturas, confesó constantemente su fe católica, consumando su martirio al ser ahorcado. (1566-1602).

Domingo Collins nació hacia 1566 en la ciudad de Youghal, del condado de Cork, en Irlanda.

Tendría unos veinte años cuando partió para Francia. Allí decidió seguir la carrera militar, en la que tanto se distinguió que rápidamente es promovido al rango de capitán.

En 1598 have una nueva opción de vida ingresando en la Compañía de Jesús en Santiago de Compostela, donde pronuncia su profesión perpetua como Hermano Coadjutor.

Vuelve a Irlanda en 1601, pero el 17 de junio de 1602 lo hacen prisionero los ingleses, que en vano forcejean por hacerle renegar de su fe. Condenado a muerte, fue ahorcado el 31 de octubre de 1602 en Youghal, ciudad donde había nacido.

Juan Pablo II lo beatificó, juntamente con otros dieciséis mártires irlandeses, el 27 de septiembre de 1992.
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Fuente: Sjmex.org
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Los otros beatificados fueron:

Patrick O’Healy, Obispo de Mayo, 31 agosto
Conn O’Rourke, Sacerdote de los Frailes Menores, 31 agosto
Matthew Lambert, Laico,
Robert Meyler, Laico,
Edward Cheevers, Laico,
Patrick Cavanagh, Laico,
Dermot O’Hurley, Obispo de Cashel
Margaret Ball nata Bermingham, Laica
Maurice Mac Kenraghty, Sacerdote de la diocesis de Limerick
Conor O’Devany, Obispo de Down y Connor
Patrick O’Loughran, Sacerdote de la diocesis de Armagh
Francis Taylor, Laico
Peter Higgins, Sacerdote dominico
Terence Albert O’Brien, Obispo de Emly, domenico
John Kearney, Sacerdote de los Frailes Menores
William Tirry, Sacerdote agustino
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Fuente: Sjmex.org

Beato León Nowakowski, Sacerdote Mártir

Beato León Nowakowski, Sacerdote Mártir
Octubre 31

Martirologio Romano: En la localidad de Piotrkow Kujawski, en Polonia, beato León Nowakowski, presbítero y mártir, que, durante la ocupación militar de Polonia, por su fe fue fusilado a manos de un régimen contrario a Dios. (1913-1939).

El beato León Nowakowski, sacerdote diocesano polaco, nace en Byton el 28 de junio de 1913 y murió en la localidad de Piotrkow Kujawski, durante la ocupación militar de Polonia, por su fe fue fusilado a manos de un régimen contrario a Dios.

Fue beatificado por Juan Pablo II en Varsovia (Polonia) el 13 de junio de 1999 junto con otros 107 mártires polacos.
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Autor: Xavier Villalta

San Quintín o Quentin de Vermand, Mártir

San Quintín o Quentin de Vermand, Mártir
Octubre 31

†: s. III - país: Francia
Cerca de la ciudad de Vermand, en la Galia Bélgica, san Quintín, mártir, del orden senatorial, que padeció por Cristo en tiempo del emperador Maximiano.

patronazgo: patrono de cerrajeros, sastres, porteros, médicos y capellanes; protector contra la tos, tos ferina, el goteo de la nariz y la hidropesía.
 
San Quintín era romano. Según la leyenda, partió a la Galia en compañía de san Luciano de Beauvais. Ambos predicaron juntos en ese país, y no se separaron sino hasta llegar a Amiens. San Quintín se quedó allí, para hacer el intento de ganar a Cristo esa comarca con el trabajo y la oración. Su premio fue la corona del martirio. El prefecto Ricciovaro, habiendo tenido noticias de los progresos del cristianismo en Amiens, mandó aprehender a san Quintín. Al día siguiente, el santo misionero compareció ante el prefecto, que trató en vano de doblegarle con promesas y amenazas. Como no lo lograse, le mandó azotar y le encerró en una mazmorra, a donde los cristianos no podían ir a visitarle.
 
El relato del martirio de San Quintín está formado por una serie de torturas y milagros inventados. Se cuenta que se le atormentó en el potro hasta descoyuntarle todos los huesos; después se le desgarró con garfios, se le virtió aceite hirviente en la espalda y se le aplicaron a los costados antorchas encendidas. Con la ayuda de un ángel, Quintín escapó de la prisión, pero los guardias le arrestaron nuevamente cuando predicaba en la plaza pública. Al partir de Amiens, Ricciovaro mandó que Quintín fuese conducido a Augusta Veromanduorum (actualmente Saint-Quentin) y allí trató de doblegarle otra vez. Finalmente, avergonzado al verse vencido por el santo, Ricciovaro mandó torturarle de nuevo y degollarle. En el momento de la ejecución, una paloma salió del cuello cercenado y se perdió en el cielo.
 
El cadáver fue arrojado al río Somme, pero los cristianos lo recuperaron y lo sepultaron cerca de la ciudad.
 
Dado que san Gregorio de Tours habla ya de una iglesia dedicada a San Quintín, no hay razón para dudar que haya sido un mártir auténtico. Pero su biografía ha sido embellecida con toda clase de agregados legendarios y existen versiones muy diferentes.
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Véase una lista de las leyendas en Biblioteca Hagiográfica Latina, nn. 6999-7021. En el largo artículo consagrado a san Quintín, en Acta Sanctorum, oct., vol. XIII (1883) se citan varios textos de la leyenda y algunos relatos de la translación de las reliquias; pero de entonces acá, se han descubierto otras versiones, entre las que se cuenta cierto número de poemas carolingios (por ej. Analecta Bollandiana, vol. xx, 1901, pp. 1=44).
 
Es interesante notar que Beda conoció la leyenda de San Quintín; véase Martyrologes historiques de Dom Quentin, quien opina que el pasaje de Beda es auténtico. La expresión castellana «armarse la de san Quintín» no se refiere de manera directa al santo, sino a las batallas (varias a lo largo de la historia) ocurridas en torno a la ciudad de Saint-Quentin.
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fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
Tomado de: eltestigofiel.org

San Epímaco de Pelusio, Mártir

San Epímaco de Pelusio, Mártir
Octubre 31

Martirologio Romano: En Alejandría, en Egipto, san Epimáco de Pelusio, mártir, del cual cuenta la tradición que, en tiempo de la persecución bajo el emperador Decio, al ver como el prefecto obligaba a los cristianos a ofrecer sacrificios a los ídolos, intentó destruir el ara, siendo inmediatamente detenido, torturado y degollado. c. 250.
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