San Nanfanión de Madaura, y Compañeros
Mártires
Julio 4 - Diciembre 18
Martirologio Romano: En el norte de África, conmemoración de los santos
mártires Namfanión, Míggine, Sanámis y Lucitas, hacia los cuales, según el
testimonio del gentil Máximo de Madaura en su carta a san Agustín, el pueblo
cristiano sentía gran veneración. c. 180.
Este Santo durante su martirio obró varios
prodigios, y fue tal la admiración que causó con su valor e intrepidez, que en
las iglesias del África se le llamaba el protomártir africano. San Agustín habla
de él con especial elogio en su carta 44 ad Maximun Madaurensen.
Conocemos los nombres de estos santos, protomártires de la Iglesia de
Madaura, en el norte de África, exclusivamente por el testimonio de un pagano,
un amigo de san Agustín que le escribe, hacia el 390 -pocos años después del
bautismo del santo- reprochándole que adhiriera a la fe cristiana. En un estilo
de retórica culta, Máximo le recuerda lo que era doctrina común de los ambientes
cultivados de la época: en el fondo todos los dioses (incluidos los paganos)
hablan de una misma Divinidad que trasciende todos los nombres que le ponemos
los seres humanos, y que puede ser el gran Todo. Por eso mismo, continúa Máximo,
es impensable que los mártires cristianos pretendan preminencia respecto de los
dioses paganos. Y así dirá:
«¿Quién puede sufrir que Miginio sea antepuesto a Júpiter, que lanza los rayos; Sanamis a Juno, Minerva, Venus y a Vesta, y a todos (¡qué vergüenza!) los dioses inmortales el archimártir Namfamon? Entre esos mártires se acepta con no menor veneración a Lucita y a otros mil (nombres odiosos a los hombres y a los dioses), que acumularon crímenes sobre crímenes en una conciencia llena de nefandos delitos. Bajo la apariencia de una muerte gloriosa, hallaron los muy viciosos una muerte digna de sus hazañas y costumbres. La necia muchedumbre visita sus sepulcros, si es que vale la pena recordarlo, olvidando los templos y los manes de sus antepasados...»
Parte del significado burlesco que podía tener esta carta enviada como
chanza de amigo a amigo se nos pierde, porque al parecer, según lo sugiere la
respuesta de san Agustín, Máximo intentó ridiculizar a los mártires por sus
extraños nombres.
Esto dará lugar a que Agustín tome a su vez el pelo a su agonista,
mostrándole que «Namfanión» significa «de buen pie», y haciendo alusión a la
habitual superstición de los paganos, le recuerda que «Desea Virgilio que
Hércules entre con pie venturoso, esto es, que sea Nanfanión, que es lo que nos
echas a nosotros tan en cara.» En suma, las misivas no aportan elementos
históricos para que nos enteremos de las circunstancias concretas del martirio
de estos santos, pero sí permiten establecer fehacientemente no sólo su
existencia sino también la gran veneración de la que gozaban.
=
Fuente: oremosjuntos.com
Fuente: oremosjuntos.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario