Agosto 5
Nacida en 1325 en Cesolo, un pequeño pueblo de San Severino Marche (antigua Septémpeda), Italia, fue hija de campesinos profundamente cristianos. Desde joven mostró una intensa vida de oración y caridad.
A los quince años, mientras cuidaba ovejas, se le apareció Cristo bajo la forma de un peregrino hambriento. Le ofreció el único pan que tenía, y al regresar a casa, el milagro se manifestó: su bolsa estaba llena de pan para toda la familia y los pobres.
Por obediencia a sus padres, contrajo matrimonio con un joven de la ciudad y tuvo una hija, a quien educó cristianamente. Al enviudar, Margarita consagró su vida a la penitencia, la oración y el servicio a los pobres. Se la conocía como “la descalza”, por caminar sin calzado en señal de humildad y penitencia. Dormía sobre ramas, usaba cilicio, y soportó una larga enfermedad con fe y resignación.
Murió el 5 de agosto de 1395, y su cuerpo reposa en la iglesia parroquial de Cesolo. Fue canonizada por el Papa Benedicto XIII en 1729.
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Fuente: Vidas Santas
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