†: 324 - país: Turquía
canonización: pre-congregación
En Antioquía de Siria, san Filogonio, obispo, que, por
voluntad de Dios, siendo abogado fue llamado a regir esta Iglesia, y junto con
el obispo san Alejandro y demás compañeros fue el primero en luchar contra Arrio
por la fe católica, tras lo cual descansó en el Señor lleno de méritos. San Juan
Crisóstomo le celebra con gran encomio.
San Juan Crisóstomo habla en términos conmovedores de la paz de que goza el santo en un mundo en el que no hay problemas, ni pasiones desordenadas, en el que no existen las frías palabras «mío y tuyo», de las que nacen las guerras en el mundo, las discordias en las familias, y el desorden, la envidia y la malicia en los individuos. San Filogonio había renunciado tan completamente al mundo que, desde esta vida recibió el premio del espíritu de Cristo en toda su perfección. El alma debe aprender en este mundo a poseer el espíritu de los bienaventurados y a practicarlo, si realmente quiere reinar con ellos en la vida futura. El alma tiene que familiarizarse en este mundo con los misterios de la gracia y con la práctica del amor y la alabanza de Dios. Como dice San Macario, ni siquiera los reyes de la tierra permiten que se les acerquen quienes ignoran los modales y costumbres de palacio.
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Nuestra única fuente es el sermón del Crisóstomo; puede verse en Migne, PG., vol. XLVIII, pp. 747-756. Acerca del crédito que merecen los panegíricos, véase Delehaye, Les Passions des Martyrs et les Genres Littéraires (1921), c. II, pp. 183-235.
fuente: «Vidas de los santos», Alban
Butler
Tomado de: eltestigofiel.com
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