San José Nguyen Duy Khang, Catequista y
Mártir
Diciembre 6
Martirologio Romano: En la ciudad de Hai-Duong, en
Tonquín, san José Nguyen Duy Khang, mártir, que, catequista y compañero de viaje
del santo obispo Jerónimo Hermosilla, junto con él fue apresado durante la
persecución bajo el emperador Tu Duc, siendo flagelado y encarcelado, para
terminar degollado. (1832-1861).
Nació en Macao, China, en el seno de una familia
cristiana; pasó su infancia en Tra-Vi, en la provincia de Nam-Dinh, en Tonkin.
Tenía ya estudios primarios, cuando en 1845, entró como criado del sacerdote san
Pablo Nguyen Ngan, a cuyo lado continuó los
estudios.
Fue un chico alegre y simpático, pero que cayó en el
juego y la bebida. Con 25 años pasó a Dong-Xuyen, con objeto de estudiar latín,
y fue criado de san fray Jerónimo Hermosilla, vicario apostólico, y a su lado
dejó sus vicios. Pasó luego al colegio de Mot para terminar el latín, y al
separarse del santo obispo, cayó de nuevo en sus antiguos vicios, perdiendo
sumas considerables en el juego que al tiempo de su martirio todavía no había
pagado. Tuvo una crisis espiritual, y se convirtió totalmente, e ingresó como
Terciario Dominico, y volvió como catequista de fray Jerónimo, al que ayudó en
todas sus misiones, sin importarle el
peligro.
Vivieron en una barca, junto con otros dos obispos, santos fray Valentín Berrio Ochoa y fray Pedro Almató. Un soldado desertor, conoció el hecho, y pensando que con ello iba ser perdonado, los denunció a las autoridades.
Aunque Valentin y Pedro pudieron huir, se apresó a Jerónimo, a pesar de la
lucha corporal que tuvo que enfrentar José, para salvar a su obispo. San
Jerónimo se ofreció voluntariamente rogando que dejasen libre a los pescadores,
cuando Jose vio que a él también le excluían, insistió en correr la misma suerte
que su obispo, y fue arrestado.
Llevados a Hai-Duong, los dos presos se negaron a entrar por el camino que
había un crucifijo el el suelo para ser pisado. A José lo llevaron a la cárcel
de Truong-Kham, donde fue castigado con 120 latigazos y después de ser torturado
le decapitaron, sin que en ningún momento
apostatase.
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