Beato Nicolás de Gésturi (Juan Medda), Religioso Capuchino
Junio 8
Juan Medda, en religión «Fray Nicolás», nació en Gésturi, provincia de Cagliari y archidiócesis de Oristano (Italia), el 5 de agosto de 1882, en una familia de humilde condición social, muy honrada y religiosa. Fue bautizado al día siguiente de nacer en la iglesia parroquial de Santa Teresa de Avila. El 2 de junio de 1886 recibió el sacramento de la confirmación. Muy pronto quedó huérfano de padre y madre. Fue acogido en casa de su hermana mayor, ya casada. Después de concluir los estudios primarios, comenzó a trabajar en el campo. Recibió la primera comunión el 18 de diciembre de 1896.
Juan Medda, en religión «Fray Nicolás», nació en Gésturi, provincia de Cagliari y archidiócesis de Oristano (Italia), el 5 de agosto de 1882, en una familia de humilde condición social, muy honrada y religiosa. Fue bautizado al día siguiente de nacer en la iglesia parroquial de Santa Teresa de Avila. El 2 de junio de 1886 recibió el sacramento de la confirmación. Muy pronto quedó huérfano de padre y madre. Fue acogido en casa de su hermana mayor, ya casada. Después de concluir los estudios primarios, comenzó a trabajar en el campo. Recibió la primera comunión el 18 de diciembre de 1896.
Desde muy joven sintió que tenía vocación religiosa, pero la pobreza le
impidió seguirla. La curación de una dolorosa enfermedad reumática fue la
ocasión para poder hacer realidad ese sueño. En 1911, a los 29 años, a impulsos
del párroco de Gésturi, entró como terciario oblato en el convento capuchino de
San Antonio de Cagliari. El 30 de octubre de 1913 vistió el hábito y tomó el
nombre de fray Nicolás. Terminado el año de noviciado, emitió la primera
profesión el 1 de noviembre de 1914, y el 16 de febrero de 1919 hizo la
profesión solemne.
Sus diez primeros años de vida religiosa los pasó en distintos conventos de
Cerdeña, en los que desempeñó principalmente el oficio de cocinero. En 1924 fue
trasladado a Cagliari, donde permaneció 34 años, cumpliendo el oficio de
«limosnero». Muchísimos, al encontrarse con él, le hacían confidencias, le
pedían consejo y oraciones para conseguir favores espirituales o materiales;
nació así la costumbre de llamarlo junto al lecho de los enfermos, tanto en casa
como en los hospitales.
Sucedieron curaciones extraordinarias, que mostraban la mano de Dios a
través del pobre hermano. Se extendió rápidamente su fama de santidad y su poder
taumatúrgico. Su vida constituía para todos una llamada a la conversión, a la
oración, al amor y al servicio del Señor y de los hermanos.
Fray Nicolás se caracterizó por el silencio, la fidelidad inquebrantable,
la piedad, el celo por las almas y la caridad hacia los necesitados que
encontraba en su itinerario diario al pedir la limosna.
Supo afrontar todas las dificultades con admirable paciencia y caridad,
actuando con rectitud, valor y perseverancia. El eje fundamental de su
personalidad moral y espiritual era su profundo espíritu de oración, que se
manifestaba en su actitud contemplativa habitual, incluso en medio de las
ocupaciones diarias. En su comportamiento se reflejaba la presencia de Dios y
una constante unión con el Señor. Cada uno de sus actos y palabras se
transformaba en oración ardiente y continua.
Murió el 8 de junio de 1958, a los 76 años de edad, tras varios días de
enfermedad. Con ocasión de su muerte aumentó la fama de santidad que por
decenios lo había acompañado.
Lo beatificó Juan Pablo II el 3 de octubre de 1999.
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Fuente: Franciscanos.org
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