San Lifardo o Liefardo de Orleans o Meung, Presbítero y Eremita
Junio 3
Junio 3
†: 550 - país: Francia
canonización: pre-congregación
En Meung-sur-Loire, en el territorio de Orleans, también en la Galia, san Lifardo, presbítero, que en dicho lugar llevó vida solitaria.
Lifardo o Liefardo era un tribuno de mucha reputación por su honradez.
Ocupaba uno de los más altos puestos en la magistratura de Orléans, cuando
decidió tomar los hábitos. Al adoptar la decisión de hacerse monje, tenía
cuarenta años de edad. Algunos escritores sostienen que pudo haber sido hermano
de san Maximino, abad de Micy, y sobrino de san Euspicio, el fundador del
monasterio. También pudo haber sido el hermano de san Leonardo de Vandoeuvre;
pero ciertamente que no fue hermano de san Leonardo de Limoges, como se ha dicho
algunas veces. El caso es que San Lifardo partió de Orléans para quedarse
durante algún tiempo en la abadía de Saint Mesmin, en Micy. El deseo de vivir en
mayor soledad le indujo a retirarse, con su compañero Urbicio, a un sitio poco
frecuentado, entre las ruinas de un viejo castillo, donde ambos construyeron sus
chozas.
Largo tiempo vivieron allí, sin más alimento que un trozo de pan de centeno
y un sorbo de agua cada tres días. Pero no tardaron en llegar los discípulos a
reunirse en torno a los ascetas y, el obispo de Orléans, que tenía en muy alta
estima a Lifardo, no sólo lo autorizó a formar una comunidad religiosa, sino que
le ordenó presbítero y le ayudó a edificar una iglesia. Sobre las ruinas del
castillo se levantó un monasterio que gozó de una gran prosperidad; en el lugar
donde estuvo se encuentra ahora la ciuda de Meung-sur-Loire. San Lifardo murió
alrededor del 550, a los setenta y tres años de edad, después de haber nombrado
a Urbicio para sucederle.
En el valioso artículo de A. Poncélet, Les Saints de Micy (Analecta
Bollandiana, vol. XXIV, 1905, pp. 1-97), señala el autor que todas las
biografías relacionadas con Micy, son indignas de confianza. La de San Lifardo
no es una excepción. No pudo haber sido escrita antes del siglo IX; fue impresa
por Mabillon en el Acta Sanctorum, junio, vol. I. Pero por otra parte, el hecho
de que existiera un culto casi contemporáneo a san Lifardo, queda atestiguado
por la inclusión de su nombre, en esta fecha, en el Hieronymianum.
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fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
Tomado de: El Testigo Fiel
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