Beato Carlos de Blois, Laico y Duque de Bretaña
Septiembre 29
Martirologio Romano: En Vannes, en el litoral de Bretaña Menor (Francia), beato Carlos de Blois, varón piadoso, manso y humilde, duque de Bretaña, que pese a su deseo de ingresar en la Orden de Hermanos Menores, se sintió obligado a defender el principado en contra de un adversario y, hombre constante en las desgracias, sufrió larga cárcel, siendo asesinado en una batalla, junto al Aubray. († 1364)
Martirologio Romano: En Vannes, en el litoral de Bretaña Menor (Francia), beato Carlos de Blois, varón piadoso, manso y humilde, duque de Bretaña, que pese a su deseo de ingresar en la Orden de Hermanos Menores, se sintió obligado a defender el principado en contra de un adversario y, hombre constante en las desgracias, sufrió larga cárcel, siendo asesinado en una batalla, junto al Aubray. († 1364)
Fecha de beatificación: 14 de
diciembre de 1904 fue aprobado su culto por el Papa San Pío X
Carlos de Blois, Duque de Bretaña, nació en 1320, hijo de Guido de Chatillon y de Margarita de Valois, hermana del rey de Francia Felipe VI. A sus dotes físicas e intelectuales unía profundas virtudes cristianas: piedad, humildad y espíritu de sacrificio.
Carlos de Blois, Duque de Bretaña, nació en 1320, hijo de Guido de Chatillon y de Margarita de Valois, hermana del rey de Francia Felipe VI. A sus dotes físicas e intelectuales unía profundas virtudes cristianas: piedad, humildad y espíritu de sacrificio.
El 4 de junio de 1337 fue dado
como esposo a Juana de Penthiève, sobrina del duque de Bretaña y su presunta
heredera. Muerto Juan III de Bretaña el 30 de abril de 1341, Carlos, para
defender los derechos de su esposa, tuvo que tomar las armas contra Juan de
Monfort, hermanastro del difunto, que reivindicaba para sí el ducado. Esta lucha
de sucesión, un capítulo de la guerra de los cien años, transformó a Bretaña en
un campo de batalla, donde se enfrentaron Francia e Inglaterra, aliadas de los
dos partidos contrarios. Carlos, leal caballero, se impuso el deber de combatir,
aunque su índole lo hubiera llevado más bien a una vida de contemplación y de
oración.
En efecto escribía más tarde:
“Mejor hubiera sido si yo fuera Hermano Menor, porque el pueblo de Bretaña no
puede tener paz a causa de nuestras luchas y sin embargo yo no puedo hacer nada
sin el consejo de los barones”. De 1341 a 1347 la guerra le fue favorable ; en
este período aportó para la iglesia de los franciscanos de Guingamp ornamentos
suntuosos e hizo construir una capilla real dedicada al obispo San Luis de
Anjou. En esta misma iglesia ingresó a la Tercera Orden Franciscana Seglar,
esforzándose toda su vida en seguir la regla y espiritualidad
franciscanas.
El 20 de junio de 1347 cayó
prisionero en la batalla de la Roche- Derrien. Entonces padeció una prolongada y
dolorosa prisión en Londres de 1348 a 1356. En aquellos años escribió la
biografía de su Santo predilecto, San Ivo de Bretaña, cuya canonización había
obtenido del
Papa.
Liberado de la prisión pudo gozar
de una paz relativa. En 1363 volvió a surgir la guerra a pesar de los
arbitrajes, y el 29 de septiembre de 1364 Carlos sucumbió en la batalla de
Auray. Su cuerpo revestido de cilicio y del hábito franciscano fue inhumado en
la iglesia de los franciscanos de Guingamp. De inmediato el pueblo lo veneró
como santo : siete años después de su muerte, Juana de Penthiève hizo comenzar
las diligencias para su canonización.
=
Fuente:
franciscanos.net
No hay comentarios.:
Publicar un comentario