San Venceslao (Wenceslao) de Bohemia, Mártir y Patrono de la República
Checa
Septiembre 28
Martirologio Romano: San Wenceslao, mártir, duque de Bohemia, que, educado por su abuela santa Ludmila en sabiduría divina y humana, fue severo consigo, pacífico en la administración del reino y misericordioso para con los pobres, redimiendo para ser bautizados a esclavos paganos que estaban en Praga para ser vendidos. Después de sufrir muchas dificultades en gobernar a sus súbditos y formarles en la fe, traicionado por su hermano Boleslao fue asesinado por sicarios en la iglesia de Stara Boleslav, en Bohemia (929/935).
Martirologio Romano: San Wenceslao, mártir, duque de Bohemia, que, educado por su abuela santa Ludmila en sabiduría divina y humana, fue severo consigo, pacífico en la administración del reino y misericordioso para con los pobres, redimiendo para ser bautizados a esclavos paganos que estaban en Praga para ser vendidos. Después de sufrir muchas dificultades en gobernar a sus súbditos y formarles en la fe, traicionado por su hermano Boleslao fue asesinado por sicarios en la iglesia de Stara Boleslav, en Bohemia (929/935).
Fecha de canonización: Información no disponible, la antigüedad de los
documentos y de las técnicas usadas para archivarlos, la acción del clima, y en
muchas ocasiones del mismo ser humano, han impedido que tengamos esta concreta
información el día de hoy. Si sabemos que fue canonizado antes de la creación de
la Congregación para la causa de los Santos, y que su culto fue aprobado por el
Obispo de Roma, el Papa.
Hijo del rey de Bohemia, Ratislav, el joven príncipe nació en el 907 cerca de Praga. Su abuela, Santa Ludimila, se encargó de la educación de su nieto, inculcándole siempre el amor y servicio al Padre Celestial. Cuando era todavía muy joven, el santo perdió a su padre en una de las batallas contra los magiares; su madre asumió el poder e instauró -bajo la influencia de la nobleza pagana- una política anticristiana y secularista, que convirtió al pueblo en un caos total. Ante esta terrible situación, su abuela trató de persuadir al príncipe para que asumiese el trono para salvarguardia del cristianismo, lo que provocó que los nobles la asesinaran al considerarla una latente amenaza para sus intereses.
Sin embargo, por desconocidas circunstancias, la reina fue expulsada del
trono, y Wenceslao fue proclamado rey por la voluntad del pueblo, y como primera
medida, anunció que apoyaría decididamente a la Ley de la Iglesia de Dios.
Instauró el orden social al imponer severos castigos a los culpables de
asesinato o de ejercer esclavitud y además gobernó siempre con justicia y
misericordia.
Por oscuros intereses políticos, Boleslao -que ambicionaba el trono de su
hermano-, invitó a Wenceslao a su reino para que participara de los festejos del
santo patrono y al terminar las festividades, Boleslao asesinó de una puñalada
al santo rey. El pueblo lo proclamó como mártir de la fe, y pronto la Iglesia de
San Vito -donde se encuentran sus restos- se convirtió en centro de
peregrinaciones. Ha sido proclamado como patrón del pueblo de Bohemia y hoy su
devoción es tan grande que se le profesa también como Patrono de
Checoslovaquia.
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Fuente: ACIprensa.com
El joven príncipe, que nació en Bohemia hacia el año 907, personifica el ideaI del héroe nacional, valientemente comprometido en la promoción cultural y religiosa del pueblo eslavo.
Cuando se derrumbó el reino moravio, en el 895 los príncipes bohemios,
entrando en el juego diplomático de las potencies de ese entonces, se aliaron
con el fuerte reino franco, y adoptando los principios de las antiguas
civilizaciones comenzaron el proceso de europeización de los Estados de Europa
central.
Lider de esta política de visión hacia el futuro fue el joven duque de
Bohemia, Wenceslao. El había sido educado cristianamente por la abuela Ludmila,
venerada como santa. Tan pronto tuvo la edad requerida, sucedió al padre después
de la breve regencia de la madre Draomira. Mujer intrigante, Draomira prefería
al segundo hijo, Boleslao, y fomentó con todos los medios a su alcance la
rivalidad entre los dos, hasta el punto de llevar al segundo a mancharse con el
grave delito del fratricidio.
En la mañana del 28 de septiembre del 935, mientras Wenceslao salía de case
para ir a Misa, Boleslao, que lo esperaba en un lugar solitario con un grupo de
cómplices, le saltó encima para herirlo por la espalda. El joven rey, que
todavía no tenía treinta años, detuvo el golpe y echó mano a su espada, pero
cuando se dio cuenta que el asesino era su hermano bajó el arma, murmurando:
“Podría matarte, pero la mano de un siervo de Dios no debe mancharse con el
fratricidio”. Fue asesinado por los sicarios de Boleslao.
Este ejemplarísimo príncipe cristiano anteponía sus deberes religiosos a
los de soberano, hasta el punto de llegar tarde a una importante asamblea de
Worms, convocada por el emperador Otón, porque estaba en Misa. No era raro ver
al joven rey mezclado con los otros fieles, con los pies descalzos, durante las
procesiones penitenciales. Impuso a su cuerpo la dura disciplina del cilicio y
las diarias mortificaciones.
Fue considerado como un rey renunciatario por haber buscado la alianza con
los poderosos francos limítrofes, pero el mismo hermano Boleslao, que le
sucedió, después de haberlo mandado asesinar, comprendió esa política realistica
y la siguió. Boleslao comprendió el error de valoración respecto de su hermano,
hacia quien la devoción popular creció de día en día, por los prodigios que se
obraban sobre la tumba del mártir, venerado inmediatamente como santo, el
primero de los pueblos eslavos.
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Archciócesis de Madrid
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