Beatos Miguel Carvalho, Pedro Vázquez, Luis Sotelo, Luis Sasanda y Luis
Baba, Religiosos Mártires
Agosto 25
Agosto 25
fecha en el calendario anterior: 1 de junio
†: 1624 - país: Japón
canonización: B: Pío IX 7 may 1867
En Shimabara, de Japón, beatos mártires Miguel Carvalho, de la Compañía de Jesús; Pedro Vázquez, de la Orden de Predicadores; Luis Sotelo y Luis Sasanda, presbíteros, y Luis Baba, religioso de la Orden de los Hermanos Menores, que fueron quemados vivos a causa de su fe en Cristo.
refieren a este santo: Beato Diego Carvalho
El beato Miguel Carvalho, nacido en Braga (Portugal), en 1577, ingresó al
noviciado de la Compañía de Jesús veinte años después y, en 1602, a pedido suyo,
fue enviado a la India. Allá, en el Colegio de Goa, se mostró tan útil para la
enseñanza que, por obediencia, se quedó quince años, preparando a otros para el
trabajo de las misiones que él tanto anhelaba desempeñar. Cuando por fin pudo
realizar sus deseos, emprendió una travesía extremadamente accidentada (el barco
naufragó en Malaca; desde ahí, el sacerdote pudo llegar a Macao, pero entonces
se le llamó para que regresara a Manila, en las Filipinas) y, tras muchas
peripecias, tocó tierras japonesas con el disfraz de soldado. A pesar de la
persecución, se las arregló para ejercer su ministerio entre los cristianos de
la isla de Amakusa, frente a Nagasaki. Cierta vez, cuando acudió a un llamado
para oír confesiones en otra provincia, fue traicionado por un espía y
capturado. Durante más de un año estuvo en la prisión, encadenado y con
grilletes, pero se las arregló para enviar cartas -algunas de las cuales se
conservan todavía- para poner de manifiesto, tal vez involuntariamente, su
ardiente deseo de entregar la vida a la causa de la fe, en cualquier forma que
los perseguidores pudieran inventar.
Su reclusión fue compartida por el sacerdote dominico español beato Pedro
Vázquez y por tres franciscanos que se llamaban Luis: el japonés, beato Luis
Sasanda (cuyo padre, Miguel, también fue mártir) ingresó a la Orden de Frailes
Menores en México y fue ordenado sacerdote en Manila, en 1622; el beato Luis
Baba era un catequista japonés que había estado en Europa con el padre Sotelo,
en el viaje que seguidamente comentaremos; en realidad no era franciscano, pero
vestía el hábito de esos monjes en la prisión.
El beato Luis Sotelo era un hombre muy notable y un misionero muy hábil. En
1603 llegó al Japón y, después de haber predicado ahí durante diez años para
obtener gran número de conversiones y abrir vastos territorios vírgenes a la
enseñanza del Evangelio, emprendió un viaje: el poderoso daimyo Date Masainune
envió al sacerdote junto con Hasekura Rokuyemon a la cabeza de una numerosa
delegación, para entrevisar al rey de España y al Papa Paulo V. Al pasar por
México en ruta hacia Europa, el Sábado de Gloria de 1614, setenta y ocho
miembros de la delegación recibieron el bautismo (después, todos ellos renegaron
de la fe). El padre Sotelo acompañó a los embajadores durante todo su recorrido
por España e Italia, desempeñando una tarea que requería mucho tacto y que
mereció elogios para el sacerdote franciscano, ya que la misión de la embajada
comprendía importantes consideraciones tanto eclesiásticas como de la política
secular (esta última vis-á-vis de la dominación de los holandeses en el Lejano
Oriente). Pero el padre Sotelo se detuvo en México a su regreso y no volvió al
Japón hasta 1622, cuando la persecución alcanzaba su punto culminante; dos años
después obtuvo la corona del martirio.
Los cinco fueron quemados vivos lentamente en Simabura, el 25 de agosto de
1624. Fueron beatificados en el conjunto de 205 mártires de la persecusión
religiosa en Japón el 7 de julio de 1867, por el papa Pío IX.
Noticia extraída del largo e interesante artículo del Butler-Guinea sobre
los mártires del Japón; las partes se encuentran en los días 5 de febrero, 1 de
junio y 10 de septiembre.
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