San Floro y Lauro de Iliria, Mártires

San Floro y Lauro de Iliria, Mártires
Agosto 18

Martirologio Romano: En la Iliria, los santos Mártires Floro y Lauro, canteros, los cuales, en tiempo del Presidente Licinio, después del martirio de sus maestros Próculo y Máximo, ambos, al cabo de muchos tormentos, fueron sumergidos en un pozo profundo.

San Floro

Los gemelos Floro y Lauro eran aprendices de escultores y Proclo y Máximo sus maestros.

Dejando Bizancio, su ciudad natal se establecieron en la región de la Dardania, en Ulpiano, donde ejercían su arte.

Fueron llamados por Licinio para la construcción de un templo a los dioses paganos; un día, Alejandro, hijo de Anastasio, sacerdote pagano, mientras asistía a la construcción, fortuitamente fue golpeado en un ojo.

Floro y Lauro instruyeron a Alejandro en la fe de Cristo cuando éste se convirtió al cristianismo, los Santos obraron el milagro de devolverle la vista al ojo enfermo.

Tal fue la admiración del padre por el prodigio, que también él se convirtió. Terminada la construcción del templo, Floro y Lauro, reunidos con los cristianos del lugar, entraron al templo con velas encendidas, portando en andas la Cruz.

San Lauro

Enterado Licinio de este hecho, les propuso perdonarlos, siempre que hicieran sacrificios a los dioses. Habiendo obtenido como respuesta una enérgica negativa, los Santos fueron flagelados, quedando su sangre esparcida por todo el piso, y luego ahogados en un pozo

Iliria es una antigua región histórica de Europa que, en su mayor extensión, incluía la parte occidental de la península Balcánica en la costa oriental del Mar Adriático, en lo que hoy es Albania.

Su nombre griego fue Illyris, y el latino Illyricum. El nombre de Iliria prácticamente no fue usado por los autores clásicos.

Martirio

Una vez finalizada la construcción, los hermanos convocaron a todos los cristianos de la zona y, en lugar de dedicar el templo a un dios pagano, colocaron una cruz en el centro y se dedicaron a la oración, rompiendo todos los ídolos.

Al enterarse de esto, el gobernador Licinio los detuvo. A pesar de los duros interrogatorios y tormentos, los dos hermanos se mantuvieron firmes en su fe y se negaron a renunciar a Cristo. Finalmente, fueron arrojados vivos a un pozo y cubiertos con tierra, donde murieron como mártires.

Sus reliquias fueron descubiertas años después y trasladadas a Constantinopla.

Su fiesta se celebra el 18 de agosto, y son considerados, junto con sus maestros, como los principales mártires de Iliria en ese día.

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Fuente: Vidas Santas