jueves, febrero 06, 2025

๐’๐š๐ง ๐…๐ซ๐š๐ง๐œ๐ข๐ฌ๐œ๐จ ๐๐ฅ๐š๐ง๐œ๐จ, ๐Ÿ๐ซ๐š๐ง๐œ๐ข๐ฌ๐œ๐š๐ง๐จ ๐ฆ๐ข๐ฌ๐ข๐จ๐ง๐ž๐ซ๐จ ๐ฆ๐š́๐ซ๐ญ๐ข๐ซ ๐ž๐ง ๐‰๐š๐ฉ๐จ́๐ง

๐’๐š๐ง ๐…๐ซ๐š๐ง๐œ๐ข๐ฌ๐œ๐จ ๐๐ฅ๐š๐ง๐œ๐จ, ๐Ÿ๐ซ๐š๐ง๐œ๐ข๐ฌ๐œ๐š๐ง๐จ ๐ฆ๐ข๐ฌ๐ข๐จ๐ง๐ž๐ซ๐จ ๐ฆ๐š́๐ซ๐ญ๐ข๐ซ ๐ž๐ง ๐‰๐š๐ฉ๐จ́๐ง

Febrero 6

Aunque no todos los biรณgrafos de San Francisco Blanco se ponen de acuerdo sobre su lugar de nacimiento: Santa Marรญa de Monterrey (Monterrey), Santa Marรญa de Tameirรณn (La Gudiรฑa) y San Pedro de Pereiro (La Mezquita), la mayorรญa de ellos se inclinan por Tameirรณn, donde naciรณ  alrededor del aรฑo 1570 y en cuya parroquia se encuentra su partida de bautismo. Era hijo de Antonio Blanco y de Catalina Pรฉrez y de pequeรฑo, estuvo guardando las cabras de su padre. 


Gumersindo Placer en su obra: “๐…๐ซ๐š๐ง๐œ๐ข๐ฌ๐œ๐จ ๐๐ฅ๐š๐ง๐œ๐จ”, publicada en julio de 1931, dice: “๐๐š๐๐ข๐ž ๐ฌ๐ฎ๐ฉ๐จ ๐ช๐ฎ๐ž ๐š๐ช๐ฎ๐ž๐ฅ ๐ง๐ข๐ง̃๐จ ๐ฉ๐ž๐ช๐ฎ๐ž๐ง̃๐จ ๐ญ๐ž๐ง๐ข́๐š ๐ช๐ฎ๐ž ๐ฌ๐ž๐ซ ๐ž๐ฅ ๐ฆ๐š́๐ฌ ๐ ๐ซ๐š๐ง๐๐ž ๐๐ž ๐ญ๐จ๐๐š ๐ฅ๐š ๐Ÿ๐š๐ฆ๐ข๐ฅ๐ข๐š. ๐’๐ฎ ๐ฏ๐ข๐๐š ๐๐ž “๐ซ๐š๐ฉ๐š๐œ๐ข๐ง̃๐จ” ๐ญ๐ž๐ง๐ข́๐š ๐ฅ๐š ๐ฆ๐ข๐ฌ๐ฆ๐š ๐จ๐œ๐ข๐จ๐ฌ๐ข๐๐š๐ ๐ช๐ฎ๐ž ๐ฅ๐จ๐ฌ ๐œ๐จ๐ฅ๐ž๐ ๐ข๐š๐ฅ๐ž๐ฌ ๐ช๐ฎ๐ž ๐ฌ๐ž ๐๐ข๐ฌ๐ฉ๐จ๐ง๐ž๐ง ๐š ๐ฃ๐ฎ๐ ๐š๐ซ ๐ž๐ง ๐ž๐ฅ ๐›๐š๐ซ๐ซ๐จ, ๐ž๐ง ๐ฅ๐จ๐ฌ ๐ฌ๐ž๐ญ๐จ๐ฌ ๐๐ž ๐ฅ๐จ๐ฌ ๐œ๐š๐ฆ๐ฉ๐จ๐ฌ, ๐ž๐ง๐ญ๐ซ๐ž ๐ฅ๐š๐ฌ ๐ž๐ง๐œ๐ข๐ง๐š๐ฌ ๐จ ๐œ๐จ๐ซ๐ซ๐ž๐ซ ๐š ๐ฉ๐ž๐ฅ๐จ ๐ฉ๐จ๐ซ ๐ฅ๐š๐ฌ ๐ฆ๐จ๐ง๐ญ๐š๐ง̃๐š๐ฌ. ๐๐ž๐ซ๐จ ๐š๐ฌ๐ข́ ๐ฌ๐จ๐ง ๐ฅ๐š๐ฌ ๐š๐ฅ๐ฆ๐š๐ฌ ๐Ÿ๐ฎ๐ž๐ซ๐ญ๐ž๐ฌ ๐๐ž ๐ช๐ฎ๐ข๐ž๐ง๐ž๐ฌ ๐ญ๐ข๐ž๐ง๐ž๐ง ๐œ๐ฎ๐ž๐ซ๐ฉ๐จ๐ฌ ๐ฏ๐ข๐ ๐จ๐ซ๐จ๐ฌ๐จ๐ฌ”.


Posiblemente becado por el Conde de Monterrey, su padre lo enviรณ al colegio que los jesuitas tenรญan en aquella localidad con el fin de estudiar humanidades y sus notas debieron ser muy buenas pues de allรญ pasรณ a estudiar leyes a la Universidad de Salamanca, donde, en sus dรญas de descanso acostumbraba visitar el convento de San Antonio. Allรญ, en contacto con la austeridad y la disciplina de los frailes franciscanos, fue madurando su vocaciรณn y, convencido de que su camino era ser misionero en las Indias, abandonรณ los estudios de leyes y alrededor del aรฑo 1586, solicitรณ al provincial de la Orden ser admitido como novicio en el convento de San Francisco en Villalpando (Zamora). Allรญ, en el noviciado, el maestro de novicios le dio el cargo de enfermero, algo que serรญa providencial pues en misiones estuvo como encargado del hospital de leprosos. Emitiรณ los votos simples un aรฑo mรกs tarde y, รฉl mismo, pidiรณ continuar sus estudios en el convento de San Antonio en Salamanca, pues allรญ estaba su director espiritual.


En Salamanca, se dedicรณ al estudio, pero compaginรกndolo con los trabajos manuales, la oraciรณn y excesivas mortificaciones. Tan excesivas fueron, que la salud del joven corista se resintiรณ y tuvo que ser cuidado por los frailes del convento. Como en Salamanca no mejoraba, sus superiores lo enviaron a Pontevedra, donde conociรณ al misionero padre Juan รlvarez, con cuyo trato se afianzรณ aรบn mรกs en el deseo de marchar a misiones: “๐ฆ๐ž ๐จ๐Ÿ๐ซ๐ž๐œ๐ž๐ซ๐ข́๐š ๐ฏ๐จ๐ฅ๐ฎ๐ง๐ญ๐š๐ซ๐ข๐จ ๐ฉ๐š๐ซ๐š ๐ข๐ซ ๐š ๐ฅ๐š๐ฌ ๐ˆ๐ง๐๐ข๐š๐ฌ, ๐ฉ๐ž๐ซ๐จ ๐ญ๐ซ๐จ๐ฉ๐ข๐ž๐ณ๐จ ๐œ๐จ๐ง ๐ž๐ฅ ๐จ๐›๐ฌ๐ญ๐š́๐œ๐ฎ๐ฅ๐จ ๐๐ž ๐ฅ๐š ๐ฌ๐š๐ฅ๐ฎ๐”, llegรณ a decirle al padre รlvarez.


Preocupado, pero esperanzado al mismo tiempo, durante nueve noches durmiรณ sobre el sepulcro del Padre Juan de Navarrete, que habรญa muerto en olor de santidad y que estaba situado en el cementerio conventual y al amanecer del noveno dรญa, se levantรณ totalmente curado. Asรญ se lo contรณ รฉl mismo, al Padre Marcelo de Ribadeneira. Y ya, completamente sano, se afianzรณ aรบn mรกs en รฉl su deseo de marchar a misiones para evangelizar y dar la vida por Cristo.


Cuando menos lo esperaba, llegรณ al convento una circular de la Orden para que se reclutaran frailes para las misiones de Filipinas y, junto con los padres Alonso Cuadrado y Juan รlvarez, รฉl, que aun era corista (estudiante de filosofรญa), se ofreciรณ como voluntario. Tuvo que vencer varias dificultades: familiares que se oponรญan, el ser muy joven y no estar ordenado y el hecho de que habรญa estado varios meses enfermo, pero con la ayuda de la Virgen y de Fray Luis Maldonado, todas estas dificultades fueron vencidas y marchรณ a Sevilla a fin de embarcarse rumbo a Filipinas. El dรญa 9 de enero de 1593 zarparon desde la capital andaluza. Aunque no hay datos sobre sus escalas, se supone que lo hicieron en Tenerife, Santo Domingo, La Espaรฑola y Jamaica, llegando a Mรฉxico el 19 de agosto. Allรญ, en el convento de Santa Marรญa de Churubusco, reanudรณ sus estudios junto con San Martรญn de la Ascensiรณn (otro espaรฑol del grupo de estos mรกrtires) y juntos estuvieron ambos santos hasta el dรญa de su martirio. En Mรฉxico fue ordenado de sacerdote.


Como decรญa Santa Teresa de Jesรบs: “๐ƒ๐ข๐จ๐ฌ ๐ž๐ฌ๐œ๐ซ๐ข๐›๐ž ๐๐ž๐ซ๐ž๐œ๐ก๐จ ๐œ๐จ๐ง ๐ซ๐ž๐ง๐ ๐ฅ๐จ๐ง๐ž๐ฌ ๐ญ๐จ๐ซ๐œ๐ข๐๐จ๐ฌ” y de ahรญ que sus convecinos de la Gudiรฑa digan: “๐„, ๐Ÿ๐š๐ซ๐ญ๐จ ๐๐ž ๐ ๐š๐ซ๐๐š๐ซ ๐œ๐š๐›๐ซ๐š๐ฌ, ๐Ÿ๐จ๐ข ๐ฆ๐ข๐ฌ๐ข๐จ๐ง๐š๐ซ ๐จ ๐—๐š๐ฉ๐จ́๐ง" (๐˜, ๐ก๐š๐ซ๐ญ๐จ ๐๐ž ๐ ๐ฎ๐š๐ซ๐๐š๐ซ ๐œ๐š๐›๐ซ๐š๐ฌ, ๐Ÿ๐ฎ๐ž ๐š ๐ฆ๐ข๐ฌ๐ข๐จ๐ง๐š๐ซ ๐š ๐‰๐š๐ฉ๐จ́๐ง)”. Los “renglones torcidos” los trazรณ Dios: Tameirรณ-Monterrey-Salamanca-Villalpando-Salamanca-Pontevedra-Sevilla-Veracruz-Mexico-Acapulco-Manila. En cada trazo de ese zig-zag estuvo la mano de la Divina Providencia. Y como dice el sacerdote Cesareo Gil en su libro: “๐’๐š๐ง๐ญ๐จ๐ฌ ๐†๐š๐ฅ๐ฅ๐ž๐ ๐จ๐ฌ”: “En el penรบltimo trazo – el รบltimo serรญa el martirio -, fue posiblemente donde se manifestรณ mรกs la intervenciรณn divina”. En el aรฑo 1593 se embarcรณ rumbo a Filipinas.


Por aquel entonces, despuรฉs de muchos intentos, los franciscanos habรญan logrado entrar en Japรณn, siendo San Pedro Bautista el primero en pisar tierra japonesa en el mes de julio del 1593, el cual solicitรณ a Filipinas que le enviaran nuevos misioneros franciscanos que fueran jรณvenes y dispuestos a aprender rรกpidamente la lengua nipona. El provincial de Manila eligiรณ a San Martรญn de la Ascensiรณn y a otro religioso que en esos momentos estaba fuera de Manila, pero como este รบltimo tardaba en llegar, decidieron que a Fray Martรญn le acompaรฑase el joven sacerdote Fray Francisco Blanco y asรญ, estos dos santos frailes amigos iban a entrar juntos en tierras japonesas. Embarcaron en la primera semana del mes de junio de 1596, y durante quince dรญas se olvidaron de los estudios y, entre mareo y mareo, comenzaron a estudiar el japonรฉs bajo la direcciรณn de Fray Juan Pobre.


En Nagasaki fueron recibidos por el padre Jerรณnimo de Jesรบs y allรญ descansaron varios dรญas. A finales de ese mismo mes, marcharon a Macao para presentarse ante San Pedro Bautista, el cual enviรณ a San Martรญn a Osaka como padre guardiรกn, quedรกndose San Francisco Blanco en Macao atendiendo el hospital de leprosos. Allรญ respirรณ tranquilo: estaba en tierras de misiรณn. Y se marcรณ un plan: “๐š๐ฎ๐ง๐ช๐ฎ๐ž ๐ฆ๐ž ๐จ๐ฅ๐ฏ๐ข๐๐ž ๐๐ž๐ฅ ๐ ๐š๐ฅ๐ฅ๐ž๐ ๐จ ๐ฒ ๐๐ž๐ฅ ๐ž๐ฌ๐ฉ๐š๐ง̃๐จ๐ฅ, ๐ญ๐ž๐ง๐ ๐จ ๐ช๐ฎ๐ž ๐๐จ๐ฆ๐ข๐ง๐š๐ซ ๐ฅ๐š ๐ฅ๐ž๐ง๐ ๐ฎ๐š ๐ฃ๐š๐ฉ๐จ๐ง๐ž๐ฌ๐š, ๐ฒ๐š ๐ช๐ฎ๐ž ๐š๐ก๐จ๐ซ๐š, ๐ฆ๐ข๐ฌ ๐œ๐จ๐ฆ๐ฉ๐š๐ญ๐ซ๐ข๐จ๐ญ๐š๐ฌ ๐œ๐จ๐ง ๐ฅ๐จ๐ฌ ๐ฃ๐š๐ฉ๐จ๐ง๐ž๐ฌ๐ž๐ฌ”. Estuvo como misionero cinco meses y el padre Ribadeneira, recogiendo impresiones de los japoneses catequizados por San Francisco Blanco llega a decir: “๐ž๐ง ๐ญ๐ซ๐ž๐ฌ ๐ฆ๐ž๐ฌ๐ž๐ฌ ๐ž๐ฌ๐ญ๐ฎ๐ฏ๐จ ๐ญ๐š๐ง ๐ฌ๐ฎ๐Ÿ๐ข๐œ๐ข๐ž๐ง๐ญ๐ž๐ฆ๐ž๐ง๐ญ๐ž ๐ž๐ง๐ญ๐ž๐ซ๐š๐๐จ ๐ž๐ง ๐ฅ๐š ๐ฅ๐ž๐ง๐ ๐ฎ๐š ๐ฒ ๐ž๐ง ๐ฌ๐ฎ๐ฌ ๐๐ข๐Ÿ๐ข๐œ๐ฎ๐ฅ๐ญ๐จ๐ฌ๐š๐ฌ ๐ฉ๐ซ๐จ๐ง๐ฎ๐ง๐œ๐ข๐š๐œ๐ข๐จ๐ง๐ž๐ฌ, ๐ช๐ฎ๐ž ๐ฉ๐š๐ซ๐ž๐œ๐ข́๐š ๐œ๐จ๐ฌ๐š ๐ฆ๐š๐ซ๐š๐ฏ๐ข๐ฅ๐ฅ๐จ๐ฌ๐š ๐ช๐ฎ๐ž ๐ž๐ง ๐ญ๐š๐ง ๐›๐ซ๐ž๐ฏ๐ž ๐ž๐ฌ๐ฉ๐š๐œ๐ข๐จ ๐๐ž ๐ญ๐ข๐ž๐ฆ๐ฉ๐จ, ๐ฉ๐ฎ๐๐ข๐ž๐ฌ๐ž ๐œ๐จ๐ง๐ฌ๐จ๐ฅ๐š๐ซ ๐œ๐จ๐ง ๐ฌ๐ฎ๐ฌ ๐ฉ๐š๐ฅ๐š๐›๐ซ๐š๐ฌ ๐š ๐ฅ๐จ๐ฌ ๐ฃ๐š๐ฉ๐จ๐ง๐ž๐ฌ๐ž๐ฌ ๐ฅ๐ž๐ฉ๐ซ๐จ๐ฌ๐จ๐ฌ. ๐„๐ซ๐š ๐ฆ๐ฎ๐ฒ ๐ช๐ฎ๐ž๐ซ๐ข๐๐จ ๐ฉ๐จ๐ซ ๐ฅ๐จ๐ฌ ๐œ๐ซ๐ข๐ฌ๐ญ๐ข๐š๐ง๐จ๐ฌ ๐ฉ๐จ๐ซ๐ช๐ฎ๐ž ๐ญ๐จ๐๐จ๐ฌ ๐ก๐š๐ฅ๐ฅ๐š๐›๐š๐ง ๐ž๐ง ๐ž́๐ฅ ๐œ๐จ๐ง๐ฌ๐ฎ๐ž๐ฅ๐จ ๐ž๐ง ๐ฌ๐ฎ๐ฌ ๐š๐Ÿ๐ฅ๐ข๐œ๐œ๐ข๐จ๐ง๐ž๐ฌ…”.


Pero el tiempo de tranquilidad estaba a punto de terminar porque los bonzos, heridos en su amor propio y envidiosos del espรญritu apostรณlico y de abnegaciรณn de los misioneros, temรญan perder su popularidad y su influencia en el campo religioso. Tambiรฉn los comerciantes portugueses - que temรญan que el envรญo de franciscanos espaรฑoles pudiera ser un intento de la entrada definitiva de los comerciantes y militares espaรฑoles en tierras niponas -, comenzaron a buscar la ocasiรณn de indisponer a los franciscanos con el emperador y la ocasiรณn se les presentรณ cuando el galeรณn “San Felipe”, se vio obligado a arribar al puerto de Urando por haber quedado maltrecho durante una tormenta.  Entre unos y otros se las apaรฑaron para que comenzara el calvario de los franciscanos. El emperador decretรณ la muerte de todos los cristianos y, aunque con posterioridad suavizรณ su orden, arrestรณ a todos los religiosos dentro de sus conventos. El dรญa 8 de diciembre, los soldados rodearon los conventos de Macao y Osaka a fin de que los frailes no escaparan.


Pocos dรญas despuรฉs, exasperado por nuevas calumnias, el emperador ordenรณ cortar las orejas y las narices a todos los frailes y catequistas y que luego, los paseasen, para vergรผenza pรบblica, por las principales ciudades del Imperio. El 2 de enero, llevaron a los frailes de Macao a la cรกrcel y al dรญa siguiente, se le unieron Fray Martรญn de la Ascensiรณn y otros cristianos de Osaka a quienes cortaron la oreja izquierda y pasearon en carros de bueyes por la ciudad. El dรญa 5 fueron trasladados a Sacay donde permanecieron hasta el dรญa 8. Fue entonces cuando el emperador Taicosama pronunciรณ la sentencia definitiva de muerte: “๐๐จ๐ซ ๐œ๐ฎ๐š๐ง๐ญ๐จ ๐ฒ๐จ ๐ฆ๐š๐ง๐๐ž́ ๐ž๐ง ๐ญ๐ข๐ž๐ฆ๐ฉ๐จ๐ฌ ๐ฉ๐š๐ฌ๐š๐๐จ๐ฌ ๐ช๐ฎ๐ž ๐ง๐š๐๐ข๐ž ๐ฉ๐ซ๐ž๐๐ข๐ช๐ฎ๐ž ๐ž๐ฌ๐ญ๐š ๐‹๐ž๐ฒ ๐๐ž ๐ƒ๐ข๐จ๐ฌ ๐ฒ ๐ž๐ฌ๐ญ๐จ๐ฌ ๐๐š๐๐ซ๐ž๐ฌ ๐ฏ๐ข๐ง๐ข๐ž๐ซ๐จ๐ง ๐๐ž ๐‹๐ฎ๐ณ๐จ́๐ง ๐ฉ๐จ๐ซ ๐ž๐ฆ๐›๐š๐ฃ๐š๐๐š ๐š๐ฅ ๐‰๐š๐ฉ๐จ́๐ง ๐ฒ ๐ฅ๐š ๐ฉ๐ซ๐ž๐๐ข๐œ๐š๐ซ๐จ๐ง, ๐ฆ๐š๐ง๐๐จ ๐ช๐ฎ๐ž ๐ฆ๐ฎ๐ž๐ซ๐š๐ง ๐œ๐ซ๐ฎ๐œ๐ข๐Ÿ๐ข๐œ๐š๐๐จ๐ฌ ๐ž๐ง ๐œ๐ซ๐ฎ๐œ๐ž๐ฌ ๐ž๐ง ๐๐š๐ ๐š๐ฌ๐š๐ค๐ข ๐œ๐จ๐ง ๐ž๐ฌ๐ญ๐จ๐ฌ ๐ฃ๐š๐ฉ๐จ๐ง๐ž๐ฌ๐ž๐ฌ ๐๐ž ๐ฌ๐ฎ ๐‹๐ž๐ฒ. ๐˜ ๐๐ž ๐š๐ช๐ฎ๐ข́ ๐ž๐ง ๐š๐๐ž๐ฅ๐š๐ง๐ญ๐ž ๐ฆ๐š๐ง๐๐จ ๐ช๐ฎ๐ž ๐ž๐ฅ ๐ช๐ฎ๐ž ๐ฌ๐ž ๐ก๐ข๐œ๐ข๐ž๐ซ๐ž ๐œ๐ซ๐ข๐ฌ๐ญ๐ข๐š๐ง๐จ ๐ฌ๐ž๐š ๐œ๐š๐ฌ๐ญ๐ข๐ ๐š๐๐จ ๐œ๐จ๐ง ๐ฉ๐ž๐ง๐š ๐๐ž ๐ฆ๐ฎ๐ž๐ซ๐ญ๐ž ๐ž́๐ฅ ๐ฒ ๐ญ๐จ๐๐š ๐ฌ๐ฎ ๐ฉ๐š๐ซ๐ž๐ง๐ญ๐ž๐ฅ๐š. ๐…๐ž๐œ๐ก๐š๐๐จ ๐ž๐ง ๐”๐ฌ๐š๐ค๐š….”.


A pie, entre burlas y pasando hambre y otros tipos de torturas y humillaciones fueron hasta Nagasaki donde debรญan ser crucificados. Amaneciรณ el dรญa 5 de febrero de 1597 y en el monte Tateyama les esperaban 26 cruces: para 6 franciscanos, 3 jesuitas y 17 terciarios franciscanos.  Estando ya en la cruz, San Francisco Blanco, dijo: “๐’๐ž๐ง̃๐จ๐ซ ๐ฆ๐ข́๐จ ๐‰๐ž๐ฌ๐ฎ๐œ๐ซ๐ข๐ฌ๐ญ๐จ, ๐ฌ๐ข ๐ฆ๐ข๐ฅ ๐ฏ๐ข๐๐š๐ฌ ๐ญ๐ฎ๐ฏ๐ข๐ž๐ซ๐š, ๐ญ๐จ๐๐š๐ฌ ๐ฅ๐š๐ฌ ๐๐š๐ซ๐ข́๐š ๐ฉ๐จ๐ซ ๐ฏ๐ฎ๐ž๐ฌ๐ญ๐ซ๐จ ๐š๐ฆ๐จ๐ซ. ๐„๐ฌ๐ญ๐š ๐ช๐ฎ๐ž ๐ญ๐ž๐ง๐ ๐จ ๐จ๐ฌ ๐ฅ๐š ๐จ๐Ÿ๐ซ๐ž๐ณ๐œ๐จ ๐œ๐จ๐ง ๐ ๐ซ๐š๐ง ๐š๐ฅ๐ž๐ ๐ซ๐ข́๐š ๐ฒ ๐œ๐จ๐ง๐ฌ๐จ๐ฅ๐š๐œ๐ข๐จ́๐ง, ๐๐š́๐ง๐๐จ๐จ๐ฌ ๐ ๐ซ๐š๐œ๐ข๐š๐ฌ ๐ฉ๐จ๐ซ ๐ž๐ฌ๐ญ๐š ๐ฆ๐ž๐ซ๐œ๐ž๐ ๐ญ๐š๐ง ๐ฌ๐ž๐ง̃๐š๐ฅ๐š๐๐š ๐ช๐ฎ๐ž ๐ฆ๐ž ๐ก๐š๐›๐ž́๐ข๐ฌ ๐ก๐ž๐œ๐ก๐จ: ๐ช๐ฎ๐ž ๐ฒ๐จ ๐ฆ๐ฎ๐ž๐ซ๐š ๐ฉ๐จ๐ซ ๐ฏ๐ฎ๐ž๐ฌ๐ญ๐ซ๐จ ๐š๐ฆ๐จ๐ซ ๐ฒ ๐ฉ๐จ๐ซ ๐ฉ๐ซ๐ž๐๐ข๐œ๐š๐ซ ๐ฏ๐ฎ๐ž๐ฌ๐ญ๐ซ๐š ๐’๐š๐ง๐ญ๐š ๐‹๐ž๐ฒ”.   


El general Matรญas Landecho, capitรกn del galeรณn “San Felipe”, y testigo del martirio en Nagasaki, recogiรณ las reliquias que pudo de los mรกrtires, entre ellas, la cabeza de San Francisco Blanco y las llevรณ a Manila a principios de abril del aรฑo 1597. Actualmente, esta reliquia se encuentra en Outarelo (Orense), Espaรฑa.


Monseรฑor Francisco Peรฑa, auditor de la Rota Romana en un informe sobre el martirio, redactado en Roma en el aรฑo 1599, aseguraba que a los tres meses del martirio, los cuerpos de los mรกrtires seguรญan incorruptos. El Cabildo de Manila en 1597 instruyรณ el proceso informativo y concluido el proceso se trajo a Espaรฑa. Desde Espaรฑa, con recomendaciรณn del rey Felipe II y del Consejo de Indias, fue directamente al Papa Urbano VIII, quiรฉn ordenรณ que de inmediato se incoara el proceso de martirio. El 19 de julio de 1627, Urbano VIII firmรณ el decreto declarรกndolos mรกrtires, lo que equivalรญa a la beatificaciรณn. El 10 de junio de 1862, el Beato Papa Pรญo IX extendiรณ con su canonizaciรณn, el culto a la Iglesia Universal. La festividad de los Santos mรกrtires de Nagasaki se celebra en el dรญa de hoy, 6 de febrero.


Para realizar este artรญculo he utilizado la siguiente bibliografรญa: Padre Cesรกreo Gil Atrio: “Santos gallegos”, Porto, S.A., Santiago de Compostela, 1976; Gumersindo Placer: “Francisco Blanco”, Logos, 1931; B. Fernรกndez Alonso: “Orensanos ilustres”, Orense, 1916; Tamayo y Salazar: “Martyrologium Hispanicum”.



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