San Placido de Amiterno, Abad
Junio 9
Etimológicamente significa “ de carácter suave”. Viene de la
lengua latina.
Plácido fue un abad del siglo XIII. No sabía ni leer ni escribir y, sin
embargo, tenía mucha cultura.
Llevaba todos los dones de su inventiva personal hacia la escucha de los
otros. Solía repetir cuando oía para grabarlo en su memoria.
Desde niño, trabajó en el campo con sus padres en Amiterno. Era ya todo un
hombre cuando pensó que la vida del campo no era lo suyo.
Partió a una de esas peregrinaciones medievales con la intención de no
volver nunca más.
Se vino a Santiago de Compostela. Permaneció en la ciudad del Apóstol
durante un año hasta que volvió a casa.
Llegó tan enfermo que apenas si podía moverse. No le prestaba atención a
los médicos. Así estuvo durante cinco años.
Un día, sin esperarlo, se puso bueno. Y enseguida emprendió una nueva
peregrinación a Roma.
Pasó por su mente hacerse ermitaño, pero esta vida tampoco era para
él.
Entonces se metió a benedictino en el monasterio de san Nicolás. Y
justamente al año, pasó servir a la iglesia de san Nicolás y del Salvador.
Cuando sufrió la tentación de una mujer que iba tras él con no muy buenas
intenciones, se largó a una ermita durante doce años.
La gente comenzó a ir a esta cueva en peregrinación. Fundó un monasterio
dedicado al Espíritu Santo con la regla de Claraval. Murió en el año 1248.
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Autor: P. Felipe Santos
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