domingo, septiembre 01, 2013

San Augusto de Caserta, Obispo

San Augusto de Caserta, Obispo
Septiembre 1

Según la tradición venía de África y era uno de los doce religiosos africanos, que, a causa de las incursiones vádalas de Genserico, debieron dejar su tierra, embarcados en un viejo bajel sin remos y sin velas, que llegaron milagrosamente a las costas de Campania. M. c. 490.

El Martirologio Romano decía: “San Prisco obispo, el cual fue uno de los sacerdotes, que en la persecución vándala, por la fe católica sufrieron diversos tormentos y subidos en una vieja nave, salieron de África y llegaron a las costas de Campania, propagaron admirablemente la religión cristiana.
 
Fueron sus compañeros Castrense, Tamaro, Rosio, Heraclio, Secundino, Adyutor, Marcos, Augusto, Elpidio, Canión y Vindonio”.

Considerado primer obispo de la antigua Galazia, ciudad de Campania, es venerado en la diócesis de Casa Hirta (Caserta) después que su sede episcopal fue trasladada a causa de la destrucción por los sarracenos.
 
Murió en edad avanzada y fue sepultado en el monasterio de Santa Magdalena y San Marciano en la actual ciudad de Maddaloni.


 Grupo: Doce obispos africanos exiliados en Campania

Origen: África del Norte

Motivo del exilio: persecución vándala bajo Genserico (siglo V)

Llegada: milagrosa travesía en nave sin remos ni velas

Lugar de culto: Campania, Italia

Sedes atribuidas: Benevento, Caserta, Calatia, Capua, Todi, etc.


Contexto histórico

Durante la persecución vándala bajo Genserico (429–477), numerosos obispos católicos fueron expulsados de África del Norte por negarse a adoptar el arrianismo. Algunos fueron martirizados, otros exiliados. Un grupo de doce, según la tradición campana, fue embarcado en una nave sin remos ni velas, dejados a la deriva como castigo. La travesía milagrosa los llevó a las costas de Campania, donde fueron acogidos por comunidades cristianas locales.


Llegada y misión en Campania

La nave habría llegado a Volturno, Capua, Calatia, y otras ciudades del sur de Italia.

Los obispos fueron recibidos como confesores de la fe y se les asignaron sedes episcopales destruidas o abandonadas.

Fundaron o restauraron comunidades cristianas, consolidando la ortodoxia frente a influencias arrianas y paganas.

Algunos fueron enterrados en monasterios locales, como San Augusto en Maddaloni, y San Castrense en Capua.


Tradición litúrgica

El grupo fue venerado desde el siglo VIII en calendarios locales.

El Martirologio Romano anterior a la reforma los menciona como “sacerdotes que sufrieron tormentos y propagaron admirablemente la religión cristiana”.

En algunas diócesis, como Caserta, Capua, y Sessa Aurunca, se les celebra conjuntamente el 1 de septiembre.

No se les atribuye martirio, sino confesión de la fe y misión pastoral.


Críticas y defensa

Algunos historiadores del siglo XIX consideraron la tradición como legendaria o duplicada desde el caso de san Quodvultdeus.

Sin embargo, estudios recientes como el de Noelia Vicent Ramírez sobre el exilio eclesiástico africano Arevalorizan el fenómeno como parte de una estrategia de supervivencia y expansión de la Iglesia católica en tiempos de crisis.



Los 12 Obispos

-San Augusto de Calatia, Obispo Africano

-San Adyutor de Sessa Aurunca, Obispo Africano

-San Castrense de Volturno, Obispo Africano

-San Canión de Acerra, Obispo Africano

-San Elpidio de Atella, Obispo Africano

-San Heraclio de Telese, Obispo Africano

-San Marcos de Frattamaggiore, Obispo Africano

-San Prisco de Capua, Obispo de África

-San Rosio de Atella, Obispo Africano

-San Secundino de Cales, Obispo Africano

-San Tamaro de Calatia, Obispo Africano

-San Vindonio de Benevento, Obispo Africano

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Fuente: Vidas Santas


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