Santa Paloma o Colomba de Córdoba, Virgen y Mártir
Septiembre 19
Septiembre 19
Etimológicamente significa “ paloma”. Viene de la lengua latina.
La mano del Señor estaba con los que anunciaban a Cristo y muchos fueron
los que creyeron y convirtieron sus corazones al Señor.
Una de las claves de la fuerza cristiana a lo largo y ancho de los siglos
ha sido, sin duda, que tras el anuncio de la Palabra de Dios, hay gente que se
siente atraída en más o menor fuerza por el impacto de la palabra divina.
Paloma fue una mártir del siglo IX. Se veneraba en Córdoba esta gran figura
del cristianismo durante la persecución árabe.
Córdoba era la capital del reino que llegó a todo su esplendor en el campo
cultural durante toda aquella época.
El cristianismo florecía cada día más en los tiempos de paz.
Paloma era una joven de esta ciudad califal. Dicen que era de una gran
belleza.
Ya había rechazado a varios pretendientes. Esto le disgustó mucho a su
madre.
Al morir ésta, Paloma se fue a un monasterio de la Sierra, con el nombre de
Isabelita.
Se contaba que era capaz de estar rezando horas y horas en silencio y sin
cansarse. Muchas veces lloraba dulcemente durante la oración.
Lloraba por sus hermanos en la fe, y a los que estaban persiguiendo los
musulmanes.
A causa de estas persecuciones, las monjas tenían que abandonar sus
conventos y monasterios para bajarse a la ciudad, en la cual era más fácil pasar
desapercibidos.
En Córdoba, Paloma oía los cánticos de la iglesia, ya que estaba cerca de
una de ellas.
La descubrieron y, llevada al juicio, la condenaron a muerte. Le acompañó
en el martirio la joven Santa Pomposa.
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Autor: P. Felipe Santos | Fuente: Catholic.net
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