Beato Alfredo Simón Colomina, Presbítero y Mártir Jesuita
Noviembre 29
Nace.: 1877 - †: 1936 -
País: España
Beatificado: por Juan Pablo II, Marzo 11, 2001
Beatificado: por Juan Pablo II, Marzo 11, 2001
En el lugar llamado El Saler, cerca de Valencia, en España,
beato Alfredo Simón Colomina, presbítero, de la Orden de la Compañía de Jesús y
mártir, que en la persecución contra la Iglesia confirmó con su sangre su
fidelidad al Señor.
Ingresa a la Compañía de Jesús en 1895 y había sido Rector del Colegio San José de Valencia.
Nació en Valencia en 18 de Marzo 1877. Ingresa a la Compañía de Jesús en
1895, y llegó a ser sacerdote. Estaba de rector en el colegio San José de
Valencia cuando llegó la República, y el 12 de mayo de 1931 su colegio fue
asaltado por la turba, con tal vandalismo que obligó a cerrar el colegio varios
meses. Cuando la República disolvió la Compañía y el P. Simón volvió de Roma se
integró en alguno de los «coetus» (o pequeñas comunidades) en las que vivían los
jesuitas disueltos. Hizo el apostolado que pudo, especialmente confesando y
llevando la comunión.
La razón de que lo detuvieran fue que un miliciano lo reconoció como sacerdote que confesaba y decía misa. Llegada la revolución de julio de 1936 pasó de un refugio a otro, hasta que a finales de agosto lo detuvieron y lo llevaron a Las Torres de Quart. Sencillo y animoso, alentaba a los demás presos y trataba con afecto a los propios carceleros. Con los detenidos rezaba el rosario y confortaba a todos. Pudo salir de Las Torres, pero no muchos días después, el 27 de noviembre, fue detenido de nuevo y llevado a la checa del Seminario.
El día 29 fue llevado a El Saler (otras versiones dicen al picadero de Paterna, que también se usaba como lugar habitual de ejecución). Cuando iban a fusilar al grupo, el P. Simón pidió permiso a los verdugos para dar a todos la absolución, como hizo. Seguidamente fue fusilado. Enterrado en el cementerio de Valencia, el 25 de marzo de 1940 sus restos fueron llevados al panteón de la Compañía de Jesús.
=
La razón de que lo detuvieran fue que un miliciano lo reconoció como sacerdote que confesaba y decía misa. Llegada la revolución de julio de 1936 pasó de un refugio a otro, hasta que a finales de agosto lo detuvieron y lo llevaron a Las Torres de Quart. Sencillo y animoso, alentaba a los demás presos y trataba con afecto a los propios carceleros. Con los detenidos rezaba el rosario y confortaba a todos. Pudo salir de Las Torres, pero no muchos días después, el 27 de noviembre, fue detenido de nuevo y llevado a la checa del Seminario.
El día 29 fue llevado a El Saler (otras versiones dicen al picadero de Paterna, que también se usaba como lugar habitual de ejecución). Cuando iban a fusilar al grupo, el P. Simón pidió permiso a los verdugos para dar a todos la absolución, como hizo. Seguidamente fue fusilado. Enterrado en el cementerio de Valencia, el 25 de marzo de 1940 sus restos fueron llevados al panteón de la Compañía de Jesús.
=
Fuente: «Año Cristiano» - AAVV, BAC,
2003
Tomado de: eltestigofiel.org
Tomado de: eltestigofiel.org
No hay comentarios.:
Publicar un comentario