San Francisco Antonio Fasani, Presbítero Franciscano
Noviembre 27 - 29
En la segunda mitad del siglo XVII vivía en Lucera (Italia), una familia muy pobre: la familia Fasani. En su seno nació, el 16 de agosto de 1681, un niño que recibió los nombres de Donato Antonio Juan Nicolás. Comúnmente le llamaban Juan. Antes de cumplir los diez años murió su padre, que era campesino. Su madre volvió a casarse con Francisco Farinacci, que fue también un buen padre para Juan y lo envió a estudiar en el convento de los frailes menores conventuales de Lucera. Su madre era una mujer muy piadosa.
En la segunda mitad del siglo XVII vivía en Lucera (Italia), una familia muy pobre: la familia Fasani. En su seno nació, el 16 de agosto de 1681, un niño que recibió los nombres de Donato Antonio Juan Nicolás. Comúnmente le llamaban Juan. Antes de cumplir los diez años murió su padre, que era campesino. Su madre volvió a casarse con Francisco Farinacci, que fue también un buen padre para Juan y lo envió a estudiar en el convento de los frailes menores conventuales de Lucera. Su madre era una mujer muy piadosa.
A los quince años ingresó en la orden de los frailes menores conventuales
tomando el hábito franciscano y el nombre de Francisco Antonio en el noviciado
de Monte San Ángel. Allí mismo hizo los votos. Después estudió filosofía y
teología en los colegios de Venafro, Agnone, Montella, Aversa y Asís, donde fue
ordenado sacerdote el 19 de septiembre de 1705. Se doctoró en teología con las
máximas calificaciones, y en 1707 fue destinado a enseñar filosofía en el
convento de Lucera, su ciudad natal.
El Padre Francisco Antonio pasó el resto de su vida en Lucera, donde le
dieron el nombre de “Padre Maestro” desde que había recibido el título de
teología y así se le llamó siempre, por más que ocupó otros cargos como
superior, maestro de novicios, maestro de estudiantes profesos y ministro
provincial de San Miguel Arcángel de Apulia. Fue él quien introdujo en Italia la
costumbre de reunir regalos de navidad para los pobres. Inútil decir que los
pobres acudían constantemente a él con peticiones posibles e imposibles, sobre
todo cuando se trataba de sequías. Los habitantes de Lucera decían: “Quien
quiera ver a San Francisco no tiene más que mirar al Padre Maestro”.
Apóstol infatigable, recorrió durante treinta y cinco años las ciudades y
los poblados de Apulia septentrional y Molisa, predicando la palabra de Dios y
ayudando a pobres, enfermos y encarcelados. Monseñor Antonio Lucci, obispo de
Bovino, lo definió como sacerdote santo y docto.
Una de las características del padre Francisco Antonio era su gran devoción
al Sagrado Corazón y la Inmaculada Concepción, cuya fiesta celebraba con novena.
Esta costumbre se conserva todavía en Lucera. El Padre Fasani murió precisamente
el primer día de la novena de la Inmaculada, el 29 de noviembre de 1742. Poco
antes, sintiéndose bien de salud, predijo su muerte y anunció al Padre Luis
Giocca que pronto lo seguiría. El Padre Giocca, a quien no sonreía esta
perspectiva, respondió: “Padre Maestro, si usted quiere morir, está en todo su
derecho, pero yo no tengo ninguna prisa”. “Los dos vamos a hacer el viaje: yo
antes y usted después”, fue su respuesta. Dos meses después murió el padre
Giocca.
El padre Francisco Antonio Fasani fue beatificado por el papa Pío XII el
año 1951 y canonizado por el papa Juan Pablo II en 1986.
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Autor: P. Ángel Amo. | Fuente: Catholic.net
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