†: 1590 - país: Reino Unido (UK)
canonización: B: Juan Pablo II 22 nov 1987
En la población de Dryburne, junto a Durham, en Inglaterra, beatos Edmundo Duke, Ricardo Hill, Juan Hogg y Ricardo Holiday, presbíteros y mártires, todos los cuales, después de realizar su formación en el Colegio de los Ingleses de Reims, al regresar a su patria fueron condenados a muerte y ahorcados en tiempo de la reina Isabel I, solo por el hecho de ser sacerdotes.
El 27 de mayo de 1590 fueron ahorcados y descuartizados en Durham,
Inglaterra, cuatro sacerdotes católicos cuyo único crimen era precisamente el de
ser sacerdotes que, ordenados en el extranjero, habían acudido a Inglaterra a
mantener la fe de los católicos y propagar su fe entre quienes quisieran
recibirla. Estos cuatro sacerdotes seculares eran Edmundo Duke, Ricardo Hill,
Ricardo Holiday y Juan Hogg. Fueron beatificados por SS. Juan Pablo II el 22 de
noviembre de 1987.
El primero había nacido en Kent el año 1563 en una familia acomodada de
religión anglicana, pero en su juventud conoció el catolicismo y lo abrazó, y
seguidamente decidió su vocación sacerdotal marchando a Reims, en cuyo colegio
inglés empezó los estudios en 1583. Luego fue a Roma y en 1589 se ordenó
sacerdote. Volvió a Reims, hizo ejercicios espirituales y se dispuso a volver a
Inglaterra, como en efecto realizó en marzo de 1590 acompañado de sus tres
futuros socios de martirio.
Ricardo Hill y Ricardo Holiday eran de la región de York, mientras que Juan
Hogg procedía de Cleveland. Los tres habían nacido en 1565. Deseosos de ser
sacerdotes, los tres coincidieron en el colegio de Reims, donde entraron
respectivamente el 6 de septiembre de 1584, el 15 de mayo de 1587 y el 15 de
octubre de 1587 y donde juntos fueron subiendo las gradas del altar: los tres
subdiáconos el 17 de marzo, los tres diáconos el 25 de mayo, y los tres fueron
ordenados juntos de presbíteros el 25 de septiembre de 1589.
Embarcaron los cuatro para Inglaterra y pusieron pie a tierra cerca de
Tyneamouth, donde había una casa que hospedaba, clandestinamente, a los
sacerdotes. Pero para entonces la casa había sido descubierta y eso hizo que los
cuatro, sin saber a ciencia cierta dónde estaban, fueran enseguida apresados y
enviados a Durham, donde fueron encarcelados. En la cárcel los visitaron varios
ministros protestantes con la idea de convertirlos al anglicanismo, pero fue en
vano. Sometidos a juicio, se les aplicó el estatuto de Isabel y se les condenó
como reos de alta traición. La paciencia, serenidad y fortaleza con que
afrontaron la muerte impactaron a algunos de los presentes, entre ellos a cuatro
criminales comunes que iban a ser también ajusticiados y que quisieron morir en
la religión de los mártires. También se convirtieron otras personas. Delante del
patíbulo les fue ofrecido el perdón si renegaban del catolicismo, pero los
cuatro eligieron la muerte antes que traicionar su fe.
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fuente: «Año Cristiano» - AAVV, BAC, 2003
fuente: «Año Cristiano» - AAVV, BAC, 2003
Tomado de: El Testigo Fiel
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