Beato José María Peris Polo, Presbítero y Mártir
Agosto 15
Martirologio Romano: En Almazora, junto a Castellón, en el Levante, de España, beato José María Peris Polo, presbítero de la Sociedad de Sacerdotes Operarios Diocesanos y mártir, que, durante la persecución contra la Iglesia, alcanzó en el cementerio la palma del martirio (1936).
Martirologio Romano: En Almazora, junto a Castellón, en el Levante, de España, beato José María Peris Polo, presbítero de la Sociedad de Sacerdotes Operarios Diocesanos y mártir, que, durante la persecución contra la Iglesia, alcanzó en el cementerio la palma del martirio (1936).
Nació nuestro protagonista en Cinctorres (Castellón), población de la comarca de Els Ports y perteneciente a la Diócesis de Tortosa, el 1 de noviembre de 1889. Estudió en el Colegio de San José de Tortosa, regentado por la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos. En octubre de 1912 ingresó en dicha Hermandad, siendo ordenado sacerdote en junio de 1914. Ejerció en el Colegio de Vocaciones Eclesiásticas de Tortosa durante catorce años, y después como rector de los seminarios de Córdoba y Barcelona, en este último desde 1933 a 1936.
El cardenal Tarancón, alumno suyo en Tortosa,
dejó escrito: "A Mn. Peris le debo lo mejor de mi formación sacerdotal. Era una
persona muy inteligente, muy bien formada en Teología, gran músico y de muy
sincera piedad. El tiempo en que fue Rector del Colegio le dio una madurez de
criterio y una experiencia en el trato con los seminaristas que le convirtieron
en un gran educador. Lleno de bondad y de alegría, siempre brindaba a todos su
comprensión y
amistad".
Al comenzar la guerra marchó a su pueblo, refugiándose
en casa de su hermano Daniel, presidente local de la Comunión Tradicionalista.
El 13 de agosto se presentaron unos milicianos para detenerlos. Daniel consiguió
huir, pero no así José María, que fue apresado y conducido a Almassora
(Castellón). El día antes de ser ejecutado, en la prisión donde estaba retenido,
le dijo a su sobrina: "Me mataran, me mataran, pero no sufras. Es verdaderamente
un gran placer morir por la fe". En las tapias del cementerio de dicha población
fue asesinado la madrugada del día de la Asunción de 1936, a los 46 años de
edad.
El papa Juan Pablo II, lo beatificó el 1 de octubre de
1995 junto a otros ocho sacerdotes de la Sociedad de Sacerdotes Operarios
Diocesanos, todos rectores y maestros en
Seminarios.
La lista la encabeza el padre Pedro Ruiz de los Paños y
la completan: José Sala Pico, Guillermo Plaza Hernández, Recaredo Centelles
Abad, Antonio Perulles Estivill, Martín Martínez Pascual, José Pascual Carda
Saporta, Isidro Bover Oliver, José Peris Polo; éste es un primer grupo de nueve
beatificado, sobre un total de treinta sacerdotes de la Hermandad, absurdamente
asesinados.
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Autor: Xavier Villalta
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