Beato Tadeo Dulny, Seminarista Mártir
Agosto 6
Martirologio Romano: Cerca de Munich, de Baviera, en Alemania, beato Tadeo Dulny, mártir. Al ser ocupada militarmente Polonia, su patria, fue llevado al campo de concentración de Dachau por su fe en Cristo y, víctima de crueles tormentos, emigró a la gloria celestial (1942).
Martirologio Romano: Cerca de Munich, de Baviera, en Alemania, beato Tadeo Dulny, mártir. Al ser ocupada militarmente Polonia, su patria, fue llevado al campo de concentración de Dachau por su fe en Cristo y, víctima de crueles tormentos, emigró a la gloria celestial (1942).
Etimológicamente: Tadeo = Aquel que alaba, es de
origen arameo.
El seminario, luego el campo de
concentración, y allí dentro la muerte. Así se resume la vida de Tadeo Dulny.
Nacido en una numerosa familia (seis hijos y dos hijas) en la Polonia
sudoriental. Sus primeros maestros en la fe son sus padres, Jan y Antonina,
quienes le dieron el sí cuando manifiesta su deseo de ingresar en el seminario
de Wloclawek, después de haber terminado con mucho esfuerzo su educación en
Ostrowiec. También en el seminario debe esforzarse mucho para llevar el ritmo de
estudios, pero no se queja ni se rinde, cualidad que no deja de ser causa de
admiración entre sus compañeros.
El 1 de septiembre de 1939 empieza la segunda
guerra mundial: Polonia es invadida primero por la Alemania nazi y luego por la
Rusia comunista. Sin embargo a finales de septiembre, Tadeo se presenta puntual
al seminario, para el nuevo año escolar. Pero el 7 de octubre llega la policía
nazi y se lleva todo, profesores y clérigos. Primera etapa, la prisión local en
Wloclawek, por tres meses. Luego un traslado a la ciudad de Lad, los ponen en
las instalaciones de un colegio salesiano, con algunas libertades de movimiento
al interior; se trata entonces de retomar los cursos del seminario y Tadeo lleva
a término el programa del quinto año de estudios. Todo se derrumba en el verano
de 1940.
El 26 de agosto, maestros y seminaristas son
llevados al campo de concentración de Sachsenhausen, cercano a Berlín. Por fin,
el 15 de diciembre, Tadeo y otros son llevados a Dachau, en la alta Baviera.
Aquí está el primer campo de concentración nazi, creado en 1933 y los primeros
deportados fueron ciudadanos alemanes anti nazis. Vinieron luego, en número
creciente, los judíos capturados primero en Alemania y luego en los Países
invadidos por las tropas alemanas.
En el 1940 son llevados allí más de ochocientos
sacerdotes y religiosos polacos. Con ellos está Tadeo, que no es sacerdote
todavía; así lo recuerda un compañero de deportación: «No era como los otros, en
esas circunstancias su personalidad maduró y resaltó poco a poco que era un
hombre increíblemente generoso, que moría a si mismo». El objetivo de este nuevo
«curso de estudios» era la muerte. Para los torturadores, los deportados no son
hombres con un nombre, tan sólo son números, y él es el número 22662. No es más
un futuro sacerdote, porque allí nadie tiene un futuro. Sólo existía un presente
atroz, y luego la muerte.
Aquí el clérigo Tadeo progresa: se olvida de su
persona, have de si un instrumento de alivio para los demás. El objetivo de su
vida, y muerte, en Dachau es evitar a otros la fatiga, los golpes, las torturas;
es procurar comida a quien está muriendo de hambre. Have uso de toda su voluntad
para sobrevivir ayunando, para dar su ración a otros. Un testigo cuenta:
«Elevarse por encima de la necesidad de comida, allí donde el hambre torcía los
tripas, era una empresa extraordinaria». Otro dice: «Tadeo, un chico besado del
sol. En las situaciones más oscuras, él logró recoger un rayo de la misericordia
divina para dárselo a los demás». Un compañero de reclusión relata así su fin:
«Murió de hambre. Asado en el crematorio». Tenía 28 años.
En el año 1999, durante una de sus visitas a
Polonia, el papa Juan Pablo II lo proclamó beato, como mártir, junto a otras 107
víctimas del odio a la fe entre 1930-1945.
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Fuente: Santiebeati.it
Traducción: Xavier Villalta
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