jueves, agosto 15, 2013

Nuestra Señora de Begoña, Patrona de Bilbao y Vizcaya

Nuestra Señora de Begoña, Patrona de Bilbao y Vizcaya
Agosto 15 - Octubre 11

Nuestra Señora de Begoña o Madre de Dios de Begoña es una advocación mariana originaria de la anteiglesia de Begoña, actualmente perteneciente a Bilbao, España. Fue declarada canónicamente patrona de Bilbao y Vizcaya en 1903 por Pío X, y su festividad se celebra el 11 de octubre.
En una ciudad, siete veces centenaria, en el margen derecho del Nervión, y teniendo a sus pies un pueblo hasta no have mucho tiempo de altos hornos, y siempre de altos vuelos cuando mira a la Virgen... hay un atractivo santuario neogótico dedicado a la advocación de BEGOÑA, allá donde vivieron ferrones, agricultores y marineros en antaño.

Una urbe, Bilbao, construida en el “botxo” (agujero) pero que, cuando eleva su vista al Santuario de Begoña, parece como si estuviera construyendo su mañana en el mismo cielo. Esta Villa, cuando mira a la Madre de Begoña, su rostro se ilumina con el mismo rostro plateado del Museo del Guggenheim cuando le saluda el sol.

La imagen de la Virgen de Begoña se hallaba desde el comienzo del siglo XIV en la pequeña iglesia rural que era la de Begoña. Pudo ser el señor de Vizcaya, don Diego López de Haro, o algunos de sus predecesores, quienes donaran la imagen a Begoña.

Cuenta la leyenda que la Virgen se apareció en la oquedad de una encina, en el monte Artagán. Según otra tradición, la encontró un pastor sobre un espino.

Erigieron allí una minúscula ermita; pero cuando, más tarde, quisieron buscar un lugar más propicio para la veneración y la fueron a trasladar de sitio, la imagen de la Virgen se arraigó al suelo, mientras una voz pronunciaba las palabras: ¡ Begooña!, que significa ¡Quieto el pie!.

La Carta puebla (15 de junio de 1300) no es el primer documento que menciona a Begoña. Una pura mención geográfica la hallamos en 1162.

La altura de la talla es de 0,93 metros, de madera de tilo, sentada sobre un sencillo taburete, sin respaldo, asienta al Niño en sus rodillas. La imagen vio cercenada su original corona tallada en la madera y en su lugar un casquete recibió una corona de metal precioso.

En 1738, las Juntas Generales del Señorío de Vizcaya, reunidas en Guernica, a propuesta del Cura de Begoña, don Pedro de Norzagaray, acordaron recibir a la Virgen de Begoña como Patrona y abogada del Señorío.
En el siglo XVIII, Begoña llegó al apogeo de su esplendor. Unos pocos años más y las guerras (invasión napoleónica, guerras carlistas) reducirán todo ello a un montón de escombros.

A la Virgen de Begoña se acudía en los momentos difíciles. Las bajadas de la Virgen a Bilbao con ocasión de las inundaciones de la Villa en los años 1651, 1737, 1762 y 1775.

De todas las manifestaciones extraordinarias de esta advocación ha de destacarse la rogativa del 8 de septiembre de 1855, cuando el cólera morbo asolaba Bilbao. De acuerdo los cabildos y ayuntamientos de Begoña y Bilbao, bajaron a la Virgen en solemne rogativa. En los días siguientes no hubo un solo caso nuevo y la epidemia desapareció rápidamente.

En 1876 comenzaron las obras de la nueva restauración de Begoña. En junio de 1881 quedó terminada la torre.
En septiembre de 1900 se procede a la solemne coronación canónica, el obispo de Vitoria, don Ramón Fernández Piérola, Delegado apostólico para la coronación, ofició la misa pontifical y la posterior coronación.

La Sagrada Congregación de Ritos declaró patrona de Vizcaya a la Virgen de Begoña en su sesión del 21 de abril de 1903, siendo Papa León XIII. A los 50 años lo volvió a ser por el Nuncio, con una gran misión preparatoria en Bilbao y radiomensaje de Pío XII.

El 27 de marzo de 1908, Pío X, concedió al templo el título de basílica menor.

Su festividad es el 15 de agosto y 11 de octubre.

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