Beatos Lasallistas en Valencia, Mártires
Septiembre 22
Los cinco beatos a los cuales dedicamos estas páginas, eran miembros del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas. Su única preocupación era seguir a Jesús en la vocación a la cual los había llamado: santificarse educando a los niños y jóvenes, enseñándoles a vivir cristianamente.
Los cinco beatos a los cuales dedicamos estas páginas, eran miembros del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas. Su única preocupación era seguir a Jesús en la vocación a la cual los había llamado: santificarse educando a los niños y jóvenes, enseñándoles a vivir cristianamente.
Cuando inició la persecución
religiosa en España, trabajaban tranquilamente en las instituciones educativas
de la Provincia Lasaliana de Barcelona. Viajaron a Valencia para cumplir una
obligación propia de su trabajo educativo y el Señor les llamó para que dieran
un testimonio extremo. Sus verdugos no los conocían. Al enterarse que eran
religiosos, consideraron esto causa suficiente para detenerles y
ajusticiarles.
Los Mártires son signo de la
Iglesia, Cuerpo de Cristo, que continúa siendo perseguida y condenada a muerte
en sus miembros, pero estos mantienen su vista fija en el alba gloriosa de la
resurrección.
Esta es la lección que nos dan
los Mártires, tanto los de ayer como los actuales. Debemos estar dispuestos a
imitar su
generosidad.
Los Hermanos Florencio Martín,
Bertrán Francisco, Ambrosio León, Elías Julián, Honorato Andrés, y el P.
Leonardo O. Buera, capellán del Colegio de la Bonanova, entregaron sus vidas por
ser fieles a su condición de ministros y embajadores de
Jesucristo.
Aun sabiendo que la afirmación de
su condición de religiosos los conduciría a la muerte, no dudaron en confesar su
fe en Jesús y su pertenencia al Instituto de los Hermanos de las Escuelas
Cristianas.
Estos cinco Hermanos, ahora
nuevos Beatos, no tenían otra ocupación que seguir a Jesús en la vocación a la
cual Él los había llamado: Buscar la salvación de los niños y jóvenes, es decir,
educar cristianamente, integralmente, a los niños y jóvenes, para el logro de su
plena realización, como seres humanos, como
cristianos.
Con su beatificación, sus nombres
pasan a aumentar la constelación de santos y beatos del Mundo Lasaliano.
Comenzando por San Juan Bautista de La Salle, nuestro Fundador y posteriormente
por el Hno. Salomón Leclerq, primer Hermano mártir, durante la Revolución
Francesa, garantizan que la fidelidad al Señor en el camino de la educación
integral de los niños, niñas, jóvenes y señoritas constituye un camino de
Evangelio.
Joven, maestro, maestra,
colaborador lasaliano, padre de familia: este mensaje te invita también a ti a
entregar tu vida por el Reino, desde el estado de vida que hayas escogido, en la
actividad profesional que desempeñes. La causa del Reino hace que nuestra vida
adquiera la dimensión religiosa que es fuente de alegría y fortaleza permanente,
aún ante las pruebas más duras de la
vida.
Junto a los nuevos beatos
lasalianos hacemos y guardamos memoria de otros muchos mártires a quienes
arrancaron violentamente sus vidas por la única razón de ser anunciadores de
Jesucristo. Recordamos a nuestros mártires de Francia, México, Filipinas,
Polonia, Vietnam, Guatemala, Colombia y España. También veneramos la memoria de
tantos Hermanos y Colaboradores lasalianos que entregaron su vida gota a gota,
día a día, trazo a trazo como una tiza en la pizarra, en el anonimato de la
fidelidad
cotidiana.
Y resuena en los oídos y en el
corazón, la voz familiar de nuestro Fundador que nos dice: "todo el
reconocimiento que deben esperar por haber instruído a los niños,
particularmente los pobres, son injuruias, ultrajes, persecuciones y la misma
muerte. Es la recompensa de los santos y de los hombres apostólicos, como lo fue
Jesucristo, nuestro Señor"
(Medit.155.3).
Beatificados el 11 de marzo de
2001.
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Fuente:
Lasalle.org
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