Beato José María Cánovas
Martínez, Religioso y
Mártir
Noviembre 18
(1894-1936). Nació en Totana
(Murcia). Sus padres eran panaderos. El joven José María, alentado por los
frailes del Convento de los Padres Capuchinos, pasó posteriormente a la Escuela
Apostólica que los religiosos tenían en Orito (Alicante). Tras esa etapa vuelve
a Totana y en 1909 ingresó en el seminario diocesano de San Fulgencio, en donde
su fe y compromiso con el Evangelio y con la Iglesia van tomando
consistencia.
Fue ordenado sacerdote en 1921.
Ese mismo año fue nombrado
coadjutor de la parroquia de Santiago de Lorca. Allí “se entregó con ardor al
ejercicio del Sagrado Ministerio para la administración de Sacramentos y
santificación de las almas, distinguiéndose sobre todo por su celo en llevar
almas a la consagración completa a Dios en la vida
religiosa”.
En 1935 se hizo cargo de la parroquia de Santiago de Lorca. Ejerció su ministerio sacerdotal en dicha parroquia hasta que fue encarcelado en agosto de 1936. Al estallar la Guerra Civil, algunos amigos le habían aconsejado que abandonara la parroquia, pero él siempre respondía: “-¡Cómo me voy y dejo la parroquia!”, pues había hecho suyo uno de los puntos de su oración diaria: “¡Ojalá pudiera salvar a todos los hombres, muriendo por cada uno de ellos!”.
Los presagios se hicieron realidad al ser encarcelado el 3 de agosto de 1936. Don José María fue juzgado junto con otros sacerdotes y declarados inocentes. A pesar de ello continuaron en la cárcel viendo morir a otros hermanos en el sagrado ministerio, sintiendo que el odio se cebaba por su compromiso evangélico. Viviendo unidos en la intensidad de la oración, le pedían a Dios que les infundiera la fortaleza necesaria para llevar con espíritu cristiano el dolor por el que estaban pasando. Murió mártir junto a cinco hermanos de La Salle.
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