Beata Catalina (Caterina) Cittadini, Virgen
Mayo 5
Martirologio Romano: En Somasca, cerca de Bérgamo, en Italia, beata Catalina (Caterina) Cittadini, virgen, la cual, privada de sus padres desde la más tierna edad, llegó a ser una paciente y competente maestra, cuidando con esmero una institución dedicada a la educación cristiana de niñas pobres, y con esta misma finalidad, fundó el Instituto de las Hermanas Ursulinas de Somasca. (1801-1857).
Caterina Cittadini nace en Bérgamo el 28 de septiembre de 1801, sus padres fueron Giovanni Bautista y Margherita Lanzani es bautizada el 30 de septiembre en la iglesia Parroquial de San Alejandro en Columna. En e1 1808, queda huérfana de madre y es abandonada por su padre, Caterina junto a su hermana Judit nacida en e1 1803, es acogida en un orfanatorio del Conventino de Bergamo.
Bajo la guia del prior Padre Giuseppe Brena, vive una intensa vida cristiana, que contribuye a formar en ella una fe solida, una profunda confianza con el Señor, una caridad activa, una tierna devocion a la Virgen Maria, un gran sentido de responsabilidad y de laboriosidad en orden al desenvolvimiento del proprio deber. Después de haber conseguido el diploma de maestra elemental, en el 1823 deja el Conventino para transladarse con su hermana a casa de sus primos sacerdotes Giovanni y Antonio Cittadini que habitaban en Calolzio, Parroquia de la Diócesis de Bérgamo.
Martirologio Romano: En Somasca, cerca de Bérgamo, en Italia, beata Catalina (Caterina) Cittadini, virgen, la cual, privada de sus padres desde la más tierna edad, llegó a ser una paciente y competente maestra, cuidando con esmero una institución dedicada a la educación cristiana de niñas pobres, y con esta misma finalidad, fundó el Instituto de las Hermanas Ursulinas de Somasca. (1801-1857).
Caterina Cittadini nace en Bérgamo el 28 de septiembre de 1801, sus padres fueron Giovanni Bautista y Margherita Lanzani es bautizada el 30 de septiembre en la iglesia Parroquial de San Alejandro en Columna. En e1 1808, queda huérfana de madre y es abandonada por su padre, Caterina junto a su hermana Judit nacida en e1 1803, es acogida en un orfanatorio del Conventino de Bergamo.
Bajo la guia del prior Padre Giuseppe Brena, vive una intensa vida cristiana, que contribuye a formar en ella una fe solida, una profunda confianza con el Señor, una caridad activa, una tierna devocion a la Virgen Maria, un gran sentido de responsabilidad y de laboriosidad en orden al desenvolvimiento del proprio deber. Después de haber conseguido el diploma de maestra elemental, en el 1823 deja el Conventino para transladarse con su hermana a casa de sus primos sacerdotes Giovanni y Antonio Cittadini que habitaban en Calolzio, Parroquia de la Diócesis de Bérgamo.
Aqui las hermanas permanecen cerca a dos años, encontrando en sus primos
sacerdotes una segura guia espiritual en un ambiente pastoralmente muy activo.
Caterina viene asumida, como maestra provisoria y en el 1824 como maestra
estable, en la escuela comunal femenina de Somasca, fracción de la Comuna de
Vercurago cercano a Calolzio. Con su hermana Judit madura el deseo de entrar en
una Congregación religiosa.
Piden, por esta razón, consejo al Padre Giuseppe Brena, su director
espiritual en el Conventino de Bérgamo, el cual indica que la voluntad de Dios
consiste en quedarse en Somasca: ellas mismas serán las piedras fundamentales de
una nueva familia religiosa en aquella pequeña región ya custodiada de la
Santidad de San Jerónimo Emiliano.
En el 1826 juntamente a su hermana Judit, se translada definitivamente a
Somasca en una casa tornada en alquiler. En el octubre del mismo año compra un
inmueble que, sistematizado y ampliado con ulteriores adquisiciones, será sede
de un colegio de niñas y seguidamente del lnstituto religioso de las hermanas
Ursulinas.
En Somasca Caterina encuentra una idónea guia a su vida espiritual en los
Clérigos Regulares Somascos, fundados por San Jerónimo Emiliano, que ella siente
corno "padre" hasta , el fin de su infancia de huérfana y del cual admira y
sigue el ejemplo de caridad y pobreza.
La tarea de maestra la introduce en la vida de la pequeña región de
Somasca, donde Caterina participa activamente en la vida parroquial: es maestra
de la doctrina cristiana, se inscrive a diversas confraternidades, participa con
las compañeras y alumnas a las sacras funciones, abre su casa para el la acogida
de la juventud femenina para animarla y recrearla , segùn el estilo
oratoriano.
Caterina desenvuelve su tarea con tal fervor y empeño de alcanzar siempre
el máximo elogio de las autoridades y el unanime consenso de la población.
La atención hacia los más necesitados y los más pobres, la puerta a
extender, no sin grandes sacrificios de todo tipo, su obra benéfica a niñas
huérfanas o imposibilitadas a frecuentar la escuela comunal o provenientes de
lugares lejanos. Nace así en el 1832 la escuela privada "Cittadini" y en el 1836
el Colegio de Niñas, cuya dirección es confiada a la hermana Judit.
Las valoraciones positivas también sobre la escuela privada y sobre la casa
de educación se multiplican: en realidad la formación de las educandas,
inspirada en los valores de la vida cristiana, prepara a las muchachas a
realizar una elección sabia de vida, vivieron con coherente cristiandad, así que
un excepcional testimonio contemporáneo puede escribir: "La prueba más
convincente y que basta de si sola aclarar es la óptima instruccion que aquellas
niñas recibian de las pias maestras, con la constante floridez de aquel
internado hasta ah ora, consecuencia del buen resultado de sus alumnas, las
cuales no solo en Somasca se enriquecieron de cada virtud religiosa, moral y
civil es de aquellos artes que a mujeres les conviene, mas aún llevaron a tales
ventajas para a sus regiones, donde surgieron nuevas escuelas o reedificaron las
deterioradas contal progreso de la moralidad que aquellos párrocos consideran
todavía las maestras Ursulinas de Somasca, quales principales benefactoras de
los pueblos de si directos".
Toda la vida de Caterina esta siempre acompañada de grandes pruebas. En el
1840 Judit muere improvisamente a solo 37 años, con la cual Caterina habia
compartido: sufrimientos familiares, formación, ideales, proyectos, actividad.
En el 1841, con la muerte de el padreGiuseppe Brena y su primo padre Antonio
Cittadini, le llegan a faltar otros valiosísimos apoyos.
En el 1842 Caterina es presa de un grave malestar, del cual se sana
prodigiosamente por interseción de la Virgen de Caravaggio y de San Jerònimo
Emiliano.
En el 1845 debe dejar la actividad educativa en la escuela comunal, para
dedicarse enteramente al colegio de niñas, al cuidado de las huérfanas y a la
guia de las compañeras que eran muy unidas a ella, decisas a compartir no solo
la actividad educativa, sino tambien la voluntad de consagrarse enteramente al
Señor, en la vida religiosa.
En el 1844 Caterina, para dar estabilidad a su obra, por lo menos
civilmente, estipula con tres compañeras un "Instrumento de Sociedad y de Estado
y también de donación reciproca o Vitalicio", que presenta ya muchas
características de un Instituto religioso. En el 1850 obtiene del Papa Pío IX el
Decreto de erección del Oratorio privado donde conservan la Sagrada Eucaristía.
En el 1850 al 1851 se dirige al Obispo de Bérgamo, mons. Carlo Gritti Morlacchi,
varias súplicas para obtener la aprobaciòn de su "pequeña familia religiosa" y
una regIa, pero el tiempo no está aún maduro. En el 1854 Caterina tiene un
encuentro con el Obispo, mons. Pedro Luis Speranza, que le da valor a ella misma
de escribir las reglas del Instituto y le pro mete ayudarla. Caterina le muestra
el modelo de las constituciones de las Ursulinas de Milán, pero, cuando le
presenta al Obispo, son rechazadas.
Sin rendirse, prepara un nuevo texto, que presenta al Obispo el 17 de
septiembre de 1855, acompañado de una petición, en la cuál pide la aprobación
del Instituto con el título de Ursulinas Geronimianas. Mons. Speranza aprueba
las reglas, ad experimentum, prometiendo la definitiva aprobación del nuevo
Instituto. Caterina espera con tanta confianza el día suspirado, pero las
fatigas, las preocupaciones, los sufrimientos, afectaron sobre su salud y un
deterioro orgánico generaI la reduce poco a poco al final de su vida.
Siempre lúcida, confiada y en continua plegaria, exhorta las compañeras a
aceptar con serenidad la voluntad del Señor, porque todo sería continuado. Muere
el 5 de mayo de 1857, después de un día de agonía, serenamente y santamente,
rodeada de fama de santidad y grandemente llorada de sus hijas, de las
educadoras y de la población, dejando a todos su ejemplo luminoso de profunda
madurez espiritual
A poca distancia de su muerte, y precisamente el 14 de diciembre de 1857,
llega el decreto de ereción canonica del Instituto de parte del Obispo de
Bérgamo.
El Instituto tendrá el reconocimiento pontificio el 8 de julio de
1927.
En los primeros decenios el intenso apostolado educativo del Instituto de
Caterina Cittadini se concentra en Somasca y en Ponte San Pietro, gran aldea en
la provincia y diocesis de Bérgamo.
Del 1902 se extiende progresivamente en muchas partes de Italia y otros
confines nacionales: hoy sus hijas espirituales desenvuelven su misión educativa
también entre los inmigrantes italianos en Suiza y en Bélgica, entre los pobres
de América Latina (Bolivia, Brasil) y de Asia (India, Filipinas).
Aunque la fama de santidad sea perdurada en el tiempo, la Causa de
Beatificación y de Canonización de la Sierva de Dios inició solamente en el
1967, cuando con el Decreto del 21 de abril de 1967 el Obispo de Bérgamo mons.
Clemente Gaddi constituyó la Comisión histórica que concluye sus trabajos el 5
de mayo de 1969. El 5 de agosto de 1971 viene constituido el Tribunal
Eclesiástico diocesano para el Proceso ordinario que se concluye el 14 de
diciembre de 1978.
El 12 de enero de 1979 se abre el Proceso a cargo de la Congregación para
las Causas de los Santos.
El Decreto sobre los escritos de la Sierva de Dios fué aprobado el 12 de
enero de 1981, después de que se pasó a la preparacion de la Positio.
Completada el 28 de septiernbre de 1989 la Positio Super Virtutibus, e19 de
diciernbre de 1989 viene convocada la sesión de los Consultores históricos y el
16 de enero de 1996 fué celebrado con éxito favorable el Congreso peculiar de
los Consultores teológicos. El 3 de diciernbre de 1996 se realiza la
Congregación ordinaria de los Cardenales y Obispos, y el 17 de diciernbre de
1996 fué emanado de S.S. Giovanni Pablo II el Decreto sobre la Heroicidad de las
virtudes de la Sierva de Dios Caterina Cittadini, Fundadora de las Hermanas
Ursulinas de San Gerónimo de Somasca.
En seguida, el 20 de diciernbre de 1999, fué ernanado el Decreto "super
miraculo" por la sanación atribuida a la intersesión de Caterina Cittadini del
pequefio Samuel Piovani.
Con su beatificación (29 de Abril de 2001) el Papa Juan Pablo II indica a
Caterina corno rnodelo de santidad diaria, como ejernplo luminoso de verdadera
maternidad en Cristo y de dedición incondicional para las jóvenes
generaciones.
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Fuente: Vatican.va
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