San Beato de Lungern, Apóstol
de Suiza
Mayo 9
Mayo 9
San Beato es el primer apóstol de Suiza. Aunque galo de nacimiento, fue enviado por San Pedro a ese pais en los primeros tiempos de la era cristiana, luego de ser ordenado sacerdote, para difundir el Evangelio. En la ciudad de Vindonissa, su predica fue de tal manera escuchada, que los habitantes destruyeron los templos paganos.
Beato vio al demonio en una ocasión, cuando se encontraba escuchando a uno
de sus discípulos predicando en una iglesia. El maligno estaba debajo de un
pulpito anotando en una piel de cordero los nombres de los que dormian durante
el sermon. Estaba furioso porque la piel era demasiado pequeña y no cabían
todos. Por eso, tiró de la piel hasta romperla con un movimiento tan brusco que
su cabeza chocó contra la parte inferior del púlpito. Con el estruendo
despertaron todos los que estaban durmiendo y como todo esto sucedió antes que
terminara la Misa, pudieron escapar sanos y salvos de su poder.
Ya anciano, Beato decidió convertirse en ermitaño. Buscando un lugar donde
terminar sus dias, llegó a la orilla del lago de Thun. Los habitantes del lugar
le mostraron una gran cueva donde habitaba un dragón. Beato, sin mostrar miedo,
enfrentó a la bestia que se arrojó contra él, despidiendo fuego y azufre. Sólo
hizo la señal de la Cruz y destruyó al monstruo ante la mirada atónita de una
multitud. Fue en esa cueva donde este santo pasó el resto de su vida. Murió a
los noventa años y su sepulcro es lugar de peregrinación, ya que allí ocurren
numerosos milagros, en especial la curación de enfermedades terminales.
Es protector especial de los enfermos de cáncer.
Su fiesta se celebra el 9 de mayo.
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Fuente: Fundacion Divina Misericordia
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