Los siete Dolores de María

Los siete Dolores de María

Septiembre 15

PRIMER DOLOR: La revelación de Simeón

Simeón los bendijo y habló a María, su madre: "Él está aquí para la ruina y resurrección de muchos en Israel, un signo de contradicción para que los pensamientos de muchos corazones puedan ser revelados. Y una espada también perforará tu alma".

SEGUNDO DOLOR: La huida a Egipto

Un ángel del Señor se apareció en un sueño a José y le dijo: "Levántate, llévate al niño y a su madre contigo y huye a Egipto, y quédate allí hasta que te advierta, porque Herodes está buscando al niño para matarlo". José, tieso, se llevó al niño y a su madre con él en la noche y huyó a Egipto.

TERCER DOLOR: El desconcierto de Jesús en el Templo

Jesús permaneció en Jerusalén, sin que sus padres se den cuenta. Creyéndole en la caravana, hicieron un día de viaje, y luego comenzaron a buscarlo entre familiares y conocidos. Después de tres días lo encontraron en el templo, sentado entre los médicos, escuchándolos e interrogándolos. Cuando lo vieron, se sorprendieron, y su madre le dijo: "Hijo, ¿por qué nos hiciste esto? He aquí, tu padre y yo, angustiados, te estábamos buscando".

CUARTO DOLOR: El encuentro con Jesús en el camino al Calvario

Todos los que pasáis por el camino, considerad y observad si hay un dolor similar al mío. (Lm 1:12). "Jesús vio a su Madre presente allí".

QUINTO DOLOR: La crucifixión y muerte de Jesús

Cuando llegaron al lugar llamado Calavera, allí lo crucificaron a Él y a los dos malhechores, uno a la derecha y el otro a la izquierda. Pilato también compuso la inscripción y la colocó en la Cruz; estaba escrito "Jesús el Nazareno, el rey de los judíos" (Lc 23:33; Jn 19,19). Y después de recibir el vinagre, Jesús dijo: "¡Todo está acabado!" Y, inclinando la cabeza, murió.

SEXTO DOLOR: La deposición de Jesús en los brazos de María

José de Arimatea, un miembro autorizado del Sanedrín, que también esperaba el reino de Dios, fue valientemente a Pilato para pedir el cuerpo de Jesús. Luego compró una sábana y la bajó de la cruz y, envuelto en la sábana, la colocó en una tumba tallada en la roca. Luego rodó una roca contra la entrada de la tumba. Mientras tanto, María de Magdala y María madre de Jesús estaban observando dónde estaba siendo acostado.

SÉPTIMO DOLOR: El entierro de Jesús y la soledad de María

Estaban en la cruz de Jesús su madre, la hermana de su madre, María de Cleofás y María de Magdala. Jesús entonces, viendo a su madre y allí junto a ella al discípulo que amaba, le dijo a su madre: "¡Mujer, he aquí a tu hijo!". Entonces le dijo al discípulo: "¡He aquí a tu madre!" Y desde ese momento el discípulo la llevó a su casa.