San Barulas o Bárula de
Antioquía, Niño
Mártir
Noviembre 18
San Román había sufrido terriblemente con el tirano Asclepiades.
El juez se había quedado admirado después del juicio. Le habían cortado la lengua y seguía hablando con mayor perfección.
El juez le pidió más pruebas a san Román. Este le dijo que, al primer niño de siete años que viese en la calle, le avisara para hacerle alguna preguntas.
Este niño era Barulas. Dispóngase a creer lo que diga ante esta pregunta: ¿ Es mejor adorar a muchos dioses o a uno solo?
El niño contestó: “Los hombres deben adorar a un solo Dios que tiene un Hijo Jesús, que forma con él un solo Dios”.
No aceptó la respuesta del niño.
Y le preguntaron al niño: "¿Quién te ha enseñado esa verdad?", le preguntó el tirano.
El niño respondió:" Mi madre, contestó el niño".
Llamó a la presencia y, en su presencia, lo flageló. Asclepiades, llevado por el diablo, lo mandó asesinar juntamente con su madre.
El niño pidió agua. La madre le animó a que siguiera adelante, ya que en seguida iba a estar en el paraíso.
Todo esto tuvo lugar en el año 303.
La palabra de Dios fue la que impulsó a madre e hijo a dar testimonio de su fe en el Señor.
San Román había sufrido terriblemente con el tirano Asclepiades.
El juez se había quedado admirado después del juicio. Le habían cortado la lengua y seguía hablando con mayor perfección.
El juez le pidió más pruebas a san Román. Este le dijo que, al primer niño de siete años que viese en la calle, le avisara para hacerle alguna preguntas.
Este niño era Barulas. Dispóngase a creer lo que diga ante esta pregunta: ¿ Es mejor adorar a muchos dioses o a uno solo?
El niño contestó: “Los hombres deben adorar a un solo Dios que tiene un Hijo Jesús, que forma con él un solo Dios”.
No aceptó la respuesta del niño.
Y le preguntaron al niño: "¿Quién te ha enseñado esa verdad?", le preguntó el tirano.
El niño respondió:" Mi madre, contestó el niño".
Llamó a la presencia y, en su presencia, lo flageló. Asclepiades, llevado por el diablo, lo mandó asesinar juntamente con su madre.
El niño pidió agua. La madre le animó a que siguiera adelante, ya que en seguida iba a estar en el paraíso.
Todo esto tuvo lugar en el año 303.
La palabra de Dios fue la que impulsó a madre e hijo a dar testimonio de su fe en el Señor.
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Autor: P.
Felipe Santos
=San Romano, diácono de la
iglesia de Cesarea, había sido acusado de exhortar a los cristianos de ser
fieles a Dios. Sometidos a diversos tormentos, intentaba explicar al Prefecto la
belleza de su religión, convenciéndole para que llamara a un niño inocente, para
preguntarle de qué parte estaba la
verdad.
El Prefecto hizo que un niño de 6 años de nombre Bárula y su madre, que se aterrorizó cuando vió las torturas a las que había sido sometido Romano. El Prefecto se acercó al pequeño, preguntándole cual era el verdadero Dios, y Bárula, sin pensarselo dos veces respondió: “El Dios de los cristianos”, y se confesó cristiano.
El Prefecto le conminó a que sacrificase a Júpiter pero el pequeño lo
rechazó, confirmando su fe.
El funcionario enfurecido ordenó a sus hombres que lo colgaran y lo azotaran, mientras sufría el tormento su madre lo animaba a que permaneciera file a sus creencias pues pronto se encontraria con Jesús. Al final el Prefecto ordenó quemar vivo a Romano y decapitar a Bárula. Mártir en Antioquía. 258.
El funcionario enfurecido ordenó a sus hombres que lo colgaran y lo azotaran, mientras sufría el tormento su madre lo animaba a que permaneciera file a sus creencias pues pronto se encontraria con Jesús. Al final el Prefecto ordenó quemar vivo a Romano y decapitar a Bárula. Mártir en Antioquía. 258.
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