Abril 11
Martirologio Romano: Memoria de san Estanislao, obispo y mártir, que en medio de las dificultades de su época fue constante defensor de la humanidad y de las costumbres cristianas, rigió como buen pastor la Iglesia de Cracovia, en Polonia, ayudó a los pobres, visitó cada año a sus clérigos y, finalmente, mientras celebraba los divinos misterios, fue muerto por orden de Boleslao, rey de Polonia, a quien había reprendido severamente. († 1079)
Fecha de canonización: 17 de agosto de 1253 por el Papa Inocencio IV.
La historia recuerda al rey Boleslao II de Polonia (1058-1079) por sus victorias militares que consolidaron su joven Estado y lo ampliaron, por la valorización de las tierras que él promovió con una nueva organización territorial, y por las reformas jurídicas y económicas. Pero el primer historiador polaco, Vicente Kadlubeck, de este rey recuerda también las graves injusticias y la conducta privada inmoral.
La historia recuerda al rey Boleslao II de Polonia (1058-1079) por sus victorias militares que consolidaron su joven Estado y lo ampliaron, por la valorización de las tierras que él promovió con una nueva organización territorial, y por las reformas jurídicas y económicas. Pero el primer historiador polaco, Vicente Kadlubeck, de este rey recuerda también las graves injusticias y la conducta privada inmoral.
Pero en su camino Boleslao se encontró con un severo censor. Como Juan
Bautista respecto de Herodes, el valiente obispo de Cracovia, Estanislao,
levantó la voz, amonestando al poderoso soberano sobre el deber de respetar los
derechos ajenos.
Estanislao nació en Szczepanowski (Polonia) hacia el año 1030, de padres
más bien pobres. Hizo sus primeros estudios con los benedictinos de Cracovia, y
después los perfeccionó en Bélgica y en París. Cuando regresó a la patria, se
distinguió por su celo y por las benéficas iniciativas que realizó con caridad e
inteligencia. Muerto el obispo de Cracovia, el Papa Alejandro II lo nombró su
sucesor. Su nombramiento fue promovido no sólo por el pueblo y el clero, sino
también por el mismo Boleslao II, que en los primeros años colaboró en la obra
de evangelización de toda la región y en la formación del clero local, secular,
que poco a poco debería ocupar el puesto de los monjes benedictinos en la
administración de la Iglesia polaca.
La buena armonía entre el obispo y el soberano duró hasta cuando el
valiente Estanislao tuvo que anteponer sus deberes de pastor a la tolerancia
para con las faltas del amigo, pues la reprochable conducta del soberano podía
fomentar las malas costumbres de los súbditos.
En efecto, las crónicas del tiempo narran que el rey se enamoró de la bella
Cristina, esposa de Miecislao y, sin pensarlo dos veces, la hizo raptar con
grave escándalo para todo el país. Estanislao lo amenazó con la excomunión y
después lo excomulgó; entonces el rey Boleslao se enfureció y ordenó asesinar a
Estanislao en Cracovia, en la iglesia de santa Matilde, durante la celebración
de la misa. Parece que el horrible “asesinato en la catedral” lo cometió el
mismo soberano, después que los guardias se vieron obligados a retirarse por una
fuerza misteriosa. Era el 11 de abril de 1079.
Desde el mismo día de su martirio, los polacos comenzaron a
venerarlo.
San Estanislao fue canonizado el 17 de agosto de 1253 en la basílica de san
Francisco de Asís, y desde entonces se difundió su culto en toda Europa y
América.
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Autor: P. Ángel Amo | Fuente: Catholic.net
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