San Prudencio de Armentia, Obispo
Abril 28
Abril 28
†: c. s. VII - país: España
otras formas del nombre: Prudencio de Tarazona
canonización: pre-congregación
En Tarazona, en la Hispania Tarraconense, san Prudencio de Armentia, obispo.
San Prudencio de Armentia, fuera de la mención en el Martirologio Romano,
aparece muy escasamente en los santorales, incluso en los españoles. Lo que
sucedió es que su figura quedó ensombrecida por la confusión con el poeta
Prudencio -mucho más conocido y también español-, a lo que se vino a sumar la
invención a lo largo de los siglos de otros dos obispos Prudencio españoles
-otro supuestamente también de Tarazona, y otro de Garray-, que acabaron por
ahogar a éste, el único obispo y santo de entre los cuatro. Las noticias sobre
el auténtico obispo Prudencio, es decir, Prudencio de Armentia, nos llegan de
una única fuente, el antiguo breviario de Tarazona, y nos las transmite con
verdadero rigor histórico la «España sagrada» de Florez, al tratar,
precisamente, de los archivos de la iglesia de Tarazona. Con tan sólo la
ortografía modernizada y algunas digresiones omitidas (que no indico), paso a
trascribir el relato de Florez:
Era este santo natural de Armentia, en la Vasconia, y oriundo de padres
católicos, tan nobles como prudentes, los cuales tuvieron cuidado de hacer que
se dedicase al estudio de las letras. El nombre de este Santo es romano y no
visigodo, lo cual indica que correspondia su raza, no a la de los arrianos
conquistadores, sino mas bien a la española o hispano-romana, que profesaba la
religión católica bajo la dominacion de aquéllos; y por tanto de ella salían
comúnmente los obispos católicos de los siglos V y VI.
A la edad de 15 años abandonó san Prudencio la casa de sus padres, con
objeto de servir a Dios en la soledad, para lo cual fue a buscar un santo
ermitaño, llamado Saturio, que hacía vida anacorética a las márgenes del Duero,
cerca del paraje donde hoy se halla la ciudad de Soria, aunque a la margen
opuesta de aquel río. La tradicion, o por mejor decir, la fábula, ha recargado
este viaje y la entrevista de san Prudencio con san Saturio con una porción de
hechos o sucesos inverosímiles y falsos. Allí vivió san Prudencio por espacio de
siete años, hasta que perfectamente formado su espíritu para la perfeccion
cristiana, marchó a Calahorra, donde por entonces habia muchos idólatras, segun
dice la tradición. En aquella ciudad estuvo por algún tiempo trabajando en su
conversion y enseñanza, acompañando éstas con muchas curaciones
milagrosas.
Continúan las lecciones del Breviario diciendo que al huir de los aplausos
que por sus curaciones y conversiones se le daban en Calahorra, se fue a
Tarazona, donde vivió mucho tiempo entre los sacristanes y ministros inferiores
de la Iglesia, hasta que, vista su pureza de costumbres y santa vida, fue
nombrado sacristán y despues arcediano. Hízose querer y respetar de todos en el
desempeño de aquel importante cargo, de modo que a la muerte del obispo fue
aclamado por sucesor suyo. La fecha de este suceso y el nombre del Obispo no se
dicen, y esto dificulta el poder llenar este vacio y fijar la cronología.
Respecto de sus hechos, solamente expresa el Breviario que cumplió
puntualmente con los deberes de buen pastor, y principalmente procurando
conservar la paz. Con este objeto, siendo así que había algunas discordias entre
el obispo y el clero de Osma, fue elegido espontáneamente por uno y otros para
dirimir aquel desacuerdo, que, según se dice, era cosa grave. Habiendo marchado
allá, logró avenirlos, y estando ya para regresar a Tarazona, tres días después,
fue acometido de una enfermedad mortal; de modo que, recibidos los últimos
Sacramentos, durmió en el Señor. Como era natural que sucediese, habiendo muerto
fuera de su diócesis, y siendo ya tan ilustre durante su vida por sus milagros y
virtudes, origináronse disputas entre el clero acerca del lugar donde había de
ser enterrado. Para cortar la controversia hubieron de acudir a un medio, al que
solia apelar en casos análogos la rudeza de aquellos tiempos: poniendo el
cadáver del santo sobre la cabalgadura que solía usar en vida, la dejaron
marchar libremente, y ella anduvo sin parar hasta que llegó a una cueva distante
seis leguas de Logroño, donde se le dio sepultura. Mas adelante se construyó en
aquel paraje un insigne monasterio.
Esto es lo que se halla de más cierto acerca de este santo, dejando a un
lado otros hechos menos exactos con que se ha recargado la narración. La mayor
dificultad ocurre con la época de su pontificado: el Breviario de la diócesis,
impreso a mediados del siglo XVI, la pone hacia el año 390, pero esta fecha
parece algo dudosa, pues proviene de haberle confundido con el poeta Prudencio,
que vivió por entonces. Mariana, Baronio, Martin Carrillo y otros le ponen hácia
el año 500. El P. Argáez le colocó en 572 al 578, siguiendo los falsos
Cronicones de Máximo y Hauberto, que le señalan con aquellas fechas. El P. Yepes
lo cree mozárabe del año 700 al 900. En resumen, hay que confesar que no se sabe
a punto fijo la época del pontificado de san Prudencio; y en tal concepto, en la
duda de ponerlo en 590 ó 578, parece preferible seguir al Breviario y ponerle al
frente de los obispos de Tarazona, como va en todos los episcopologios.
La noticia se detiene en cada punto de las afirmaciones que hace, citando
fuentes, mencionando autoridades, refutando desatinos. Vale la pena a quien esté
interesado, no sólo circunstancialmente en la vida del santo, sino también en
participar de las grandes dificultades con que hoy nos apropiamos de esas gotas
de historia auténtica que nos viene del pasado, entremezcladas tantas veces con
la leyenda. El relato completo está en Flores, España Sagrada, tomo XLIX, págs.
86ss., Madrid, 1865.
Abel Della Costa - El Testigo Fiel
Abel Della Costa - El Testigo Fiel
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