Abril 28
n.: 1181 - †: 1260 - país: Italia
otras formas del nombre: Lucchese
canonización: Conf. Culto: Inocencio XII 1694
En Poggibonsi, en la región de Toscana, beato Luquesio, que, primero ávido de riquezas, al convertirse vistió el hábito de la Tercera Orden Regular de la Penitencia de San Francisco, vendió todos sus bienes, los repartió entre los pobres y sirvió a Dios y al prójimo con espíritu evangélico, humildad y pobreza.
Luquesio nació en Gaggiano, caserío del Chianti, en 1181. Siempre había
deseado seguir la carrera de las armas y era del partido de los Güelfos. Pero
después de haber participado en las luchas políticas a sus propias expensas,
decidió retirarse y se trasladó a Poggibonsi (Siena), donde comenzó a ejercer el
comercio con lo cual recuperó su holgura económica perdida en las lides
políticas. Casado, pensaba que una mujer es muy buena si no malgasta la
hacienda. Era sumamente avaricioso.
En aquel tiempo pasó por la región san Francisco, a quien Luquesio conocía
ya como hijo de su colega Pedro de Bernardone, pero luego logró conocerlo
también como santo y lo alojó gustoso en su casa. Impresionados por su espíritu
de pobreza y sencillez, él y su esposa Buonadonna fueron a preguntarle a san
Francisco cómo podían ellos, casados y con hijos, seguir el camino del Evangelio
y poder tener una regla como ya les había dado a los Hermanos y a las Hermanas.
Debía ser una norma de vida cuya observancia sirviera para imitar a aquellos que
se habían consagrado a Dios.
Con tal fin Francisco venía pensando ya de tiempo atrás en una institución
que agrupase bajo una regla de vida también a los laicos casados y trabajadores,
que por lo mismo no podían observar completamente los tres votos de castidad,
pobreza y obediencia. Lo que en última instancia lo llevó a concretar esta idea
fue la petición de los dos esposos de Poggibonsi. Señaló a Luquesio y a su mujer
un vestido semejante al de los Hermanos. Más tarde les envió la regla de la
llamada «Tercera Orden Franciscana», definida como «médula del santo
Evangelio».
Los terciarios franciscanos se difundieron rápidamente y de manera
sorprendente, puede decirse que en los siglos sucesivos muchos en Europa fueron
terciarios franciscanos. En Italia, entre las glorias de la Tercera Orden se
cuentan Giotto de Bondone, Dante Alighieri y Cristóbal Colón. La tradición según
la cual los dos esposos de Poggibonsi fueron los dos primeros terciarios
franciscanos no es segura. Pero ellos fueron los primeros en alcanzar la gloria
del altar porque en Poggibonsi el culto a los beatos Luquesio y Buonadona
comenzó inmediatamente después de su muerte.
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Muchos episodios, prodigiosos o edificantes se narran acerca del resto de
su vida, que ciertamente se desarrolló santamente, en busca de una perfección
siempre creciente, siguiendo cada vez más estrictamente la regla dada por san
Francisco para la Tercera Orden. Luquesio y Buonadona fueron los primeros en
practicarla, como medio de honestidad, de paz y de amor en la tierra, y de
eterna bienaventuranza en el cielo. Luquesio murió el 26 de abril de 1260 y su
cuerpo se venera en la iglesia de los hermanos menores. Inocencio XII, en 1694,
concedió oficio y misa en su honor. El culto a Buonadona no se eencuentra
recogido en el Martirologio Romano, aunque en las hagiografías suelen
presentarse juntos.
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fuente: «Franciscanos para cada día» Fr. G. Ferrini O.F.M.
fuente: «Franciscanos para cada día» Fr. G. Ferrini O.F.M.
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